Si se te ocurren ideas acerca de qué hacer con tu vida pero no te parecen bastante buenas, encuentra algo que valores en tu vida y empieza a valorarlo aún más. Si aprecias tu capacidad por ayudar a los demás u organizar cosas, concéntrate en ella. Aprende a valorarte a ti mismo y a tus talentos. Trátate como alguien importante, porque lo eres. Empieza a valorar tu camino y las cosas que te gustan. Puedes hacer algo sencillo, como permitirte diez minutos para recogerte y pensar sin interrupciones. Puedes decidir pasar menos tiempo hablando con la gente o haciendo cosas que no te gustan, y emplearlo para hacer algo que te es especial. Permítete dedicar más tiempo a una de tus aficiones favoritas o comprar el equipamiento necesario para ella. Haciéndolo, te estás diciendo a ti mismo que tu vida y tu obra son importantes.
Aprende a valorar tus aptitudes especiales. Aun hombre le era fácil trabajar para los demás pero tenía dificultades cuando intentaba encontrar tiempo para sí. Aunque tenía buenas ideas acerca de lo que deseaba hacer, estaba plagado de dudas y pensaba que lo que le gustaba no valía la pena. Le era fácil pasar sus tardes y fines de semana ayudando a otras personas, pero difícil dedicar algún tiempo a la realización de sus sueños.
Decidió empezar a valorar sus ideas. Empezó con cosas pequeñas, reafirmándose más y dedicándose más tiempo. Siempre le había gustado enseñar y le encantaba la naturaleza, saliendo constantemente de paseo y leyendo libros sobre plantas y flores. Disfrutaba identificando los árboles que encontraba en sus paseos y le encantaba estar al aire libre. Iba a los parques y jardines recreativos de su ciudad y descubrió que ofrecían excursiones por los parques nacionales más próximos. Empezó trabajando los fines de semana, como voluntario, y pronto se encontró dedicando todo su tiempo libre a grupos de jóvenes y gente mayor, a los que enseñaba lo que sabía de la naturaleza. Pronto pudo cobrar por conducir grupos de mochileros por territorios vírgenes y tenía mucho éxito como guía.
Empezó a darse cuenta de que podía aceptar dinero por actividades que amaba. Empezó a honrar su tiempo. Valorando sus conocimientos de la naturaleza y su amor por los espacios libres, los que le rodeaban también lo hicieron. Encontró muchas oportunidades para ganar dinero haciendo lo que le gustaba. Le ofrecieron pleno empleo en la organización y dirección de un campamento para niños que, eventualmente, pasó a ser de su propiedad.
Una mujer había estudiado y trabajado a fondo con el uso de los colores para la promoción del bienestar emocional. Había decorado su casa con colores armoniosos y agradables y su ropa tenía los colores que le hacían sentirse bien. Sus amigas le pedían consejos acerca del uso de los colores en sus casas y ropas. Empezó a darse cuenta de que estas consultas le ocupaban mucho tiempo. Quiso valorarse en cosas pequeñas y vio que su tiempo era valioso y sus conocimientos útiles.
Aunque con timidez, encontró el valor de sugerir a sus amigas que le pedían consejo que concertaran una cita con ella. Por unos reducidos honorarios, se sentaba y trabajaba con ellas, revisando sus planes y ayudándolas a realizarlos. Al principio, sus amigas fueron sorprendidas por el cambio pero pronto vieron que, así, les prestaba más atención y les ayudaba más. Habiendo hecho honor a su talento, pudo eventualmente convertirlo en un trabajo regular y adquirir más aptitudes, conocimientos y práctica. Hubo empresas que solicitaron sus consejos sobre las gamas cromáticas de oficinas y hoteles, y ella se convirtió en consejera cromática profesional.
Abundancia Infinita
No hay comentarios:
Publicar un comentario