LUZBY BERNAL

viernes, 17 de septiembre de 2010

EXPANDIENDO CONCIENCIA



Toda la humanidad vive en un sueño profundo



Todo ser humano puede llegar a la experiencia de la realidad. Todo ser humano tiene derecho a las grandes vivencias del espíritu, a conocer los reinos y las naciones de las regiones moleculares y electrónicas.
 
Todo aspirante tiene derecho a estudiar a los pies del Maestro, a
entrar por las puertas espléndidas de los Templos de Misterios Mayores.


 Saber que no somos solo este cuerpo físico, que este cuerpo es un traje de lujo que nos sirve para aprender lo que tenemos que aprender, que nos ayuda a cumplir con
nuestra misión, en esta gran escuela de aprendizaje llamada TIERRA, que en algún
momento lo tendremos que dejar, sabiendo eso, ya comenzamos a comprender y
dejamos de sobrevivir, para comenzar a vivir. 

Somos mucho mas, somos ese
espíritu que vibra dentro nuestro, que quiere ser libre, libre de
condicionamientos, patrones, limitaciones, miedos, estructuras, esa es la VERDAD.

Cuando decimos a
alguien “te digo la verdad” lo que estamos diciendo es parte de nuestra verdad,
una verdad dictada por la mente, mas que verdad es EGO, porque el otro también
tiene su parte de verdad. Pero la
VERDAD; VERDAD, es una sola, es la DIVINIDAD dentro
nuestro.  Por eso es tan importante el
despertar de la conciencia. Hay que empezar a despertar la conciencia y saber
que somos LUZ. El momento es AHORA.



Si no despertamos conciencia aquí en este mundo físico, mucho menos lo haremos en los mundos superiores.
Quien despierta conciencia aquí y ahora, despierta en todas las partes.
Quien despierta conciencia aquí en este mundo físico, de hecho y por derecho,
permanecerá despierto en los Mundos Superiores.


Lo primero que se necesita para despertar conciencia es saber que se
está adormecido.

Eso de comprender que estamos durmiendo es muy difícil, porque normalmente
todas las personas estamos absolutamente convencidas de que estamos despiertas.

Las personas trabajamos adormecidas, soñando... manejamos autos
adormecidas, soñando... nos casamos adormecidas, vivimos adormecidas,
soñando... y no obstante, estamos totalmente convencidas de que estamos
despiertas.



Esto significa que no tenemos absolutamente nada de conciencia despierta, que vivimos adormecidos todo el tiempo.
Pero podemos preguntar:
¿Cómo puedo estar adormecido si ahora estoy leyendo este texto, hacer las
tareas domésticas, etc.?
Primeramente necesitamos entender las grandes diferencias entre conciencia
despierta y adormecida

Así entenderemos la expansión de conciencia como una apertura o
desmantelamiento de los patrones, bloqueos, filtros, creencias y estructuras
que limitan la totalidad de la experiencia del ser humano. Esto implica un
aprendizaje de sensibilización y ampliación de la experiencia del Aquí y Ahora
para vivir con armonía y plenitud en el medio en el que nos encontramos
.



La primera gran diferencia es que una persona despierta es autoconsciente, es decir, percibe todos sus procesos internos. Esto significa que ella permanece
en auto-observación continuamente, es decir, sin identificarse con sus propios
pensamientos y sentimientos o con las situaciones, objetos y hechos externos.


 “Identificarse” significa no estar en auto-observación. Cuando una persona no está en auto-observación necesariamente está identificada con algo, sea externo (objetos, hechos, etc.) o interno
(pensamientos o sentimientos).

Cuando una persona despierta conciencia, ella despierta aquí en el mundo físico
y también en las otras dimensiones de la naturaleza, como por ejemplo en el
mundo astral.
Por eso una persona de conciencia despierta no necesita practicar técnicas para
proyectarse en el astral, ella se proyecta naturalmente en el momento que lo
desee, percibe cómo ocurre todo el proceso del desdoblamiento astral y tiene
total control sobre sí misma en cualquier dimensión que esté.
 Por eso
nosotros cometemos muchos errores, ya que hacemos todo con la conciencia
adormecida.
Cuanto más adormecida esté la conciencia, más pasible estamos de cometer
errores.
Cuanto más adormecida esté la humanidad en general, más veremos actos de
violencia, guerras, barbarismo, etc.
Si los seres humanos tuvieran por lo menos un poco de conciencia despierta, las
guerras serían totalmente imposibles.

La verdad es que sólo la práctica puede realmente mostrarnos y hacernos
entender estas diferencias.
También es importante tener en cuenta que la naturaleza no da saltos, y que el
proceso de despertar de la conciencia es lento y gradual, sin embargo, requiere
esfuerzo continuo para eso.

¿Qué hacer para despertar la conciencia?
Practicando, especialmente la auto-observación y la muerte psicológica, y también:
la meditación.

La muerte mística y la meditación son los medios definitivos para el despertar
de la conciencia.





La Única respuesta esta en tu interior, meditación es otro de los caminos para ese despertar.



Para las disciplinas internas la meditación desempeña un papel central como activo método para obtener la conexión con el
ser interno y la naturaleza. Esta experiencia práctica a veces se explica como
forma de relajación; como un primer escalón que libera a la mente de las
tensiones y los enraizados condicionamientos. En occidente o en el mundo actual
mejor dicho, se considera a la meditación como un proceso de reflexión de una
idea en particular o palabra. En las Ciencias PRE-Colombinas se define como un
proceso del desarrollo de la percepción,
a través del cual, nos unimos a
nuestro Ser superior, buscando y conectándonos con el ser interno y el Uno… el
Tao, el principio...
En la meditación se trata de obtener completo conocimiento directo y vivencial
de la mente y desarrollar sistemática y regularmente sus potenciales. Todas las
técnicas meditativas tienen como meta llevar al individuo a través de la
interiorización de los sentidos y la focalización de la conciencia en donde el
estado de contemplación puro puede ocurrir. Los Chamanes del México antiguo
llamaron a este estado de meditación Silencio Interno. La meditación es un
estado que se presenta espontáneamente, pero para que esto ocurra hay que pasar
por el proceso de relajación y respiración, el cual se logra retirándose del
medio ambiente exterior y profundizando dentro de si mismo.
Buscar o dejar que se manifieste el Pensamiento Absoluto, más allá del
pensamiento y del no-pensamiento. Mas allá de las dualidades, de las
oposiciones, de los contrarios. Mas allá de todos los problemas de la
conciencia personal. Es nuestra Naturaleza Original o Inconsciente Cósmico.
Cuando el intelecto se vacía y se vuelve sereno, apacible, nada puede detener
la corriente de vida profunda, intuitiva, ilimitada que surge desde lo más
profundo de nuestro ser y que es anterior a cualquier pensamiento. Este es el
flujo eterno de la actividad del Todo. El espíritu contiene todo el cosmos. La
conciencia es más rápida que la luz.
La práctica de la meditación no está en contradicción con nuestra vida diaria
y, sobre todo, no es una evasión ante las dificultades que el vivir diario nos
presenta. Por el contrario, gracias a la práctica asidua podemos encontrar la
lucidez, la calma y la energía necesarias para resolver con soltura y eficacia
las situaciones cotidianas.


 TU ERES LO QUE ES EL PROFUNDO DESEO


                        QUE TE IMPULSA.


TAL COMO ES TU DESEO ES TU VOLUNTAD.


TAL COMO ES TU VOLUNTAD SON TUS ACTOS.


TAL COMO SON TUS ACTOS ES TU DESTINO.

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