LUZBY BERNAL

sábado, 4 de septiembre de 2010

LA TIERRA PURA

Espacios Sagrados
tierrapura
Como su nombre indica, La Tierra Pura se basa en la creencia de que ciertos Budas míticos o celestiales establecieron unas moradas puras bajo su custodia en la Tierra. Estos Budas, por medio de su poderosa compasión hacia el sufrimiento de los seres, se sacrifican ellos mismos, por amor a la humanidad.  Con su sacrificio brindan a  las personas la oportunidad de renacer o de vivir en una de estas Tierras Puras, donde se dan unas condiciones perfectas para alcanzar la iluminación.  El más popular de los Budas era Amithaba, el Buda de la luz, infinita descrito por la corriente budista de Jakushitsu.

Esta corriente de pensamiento no contradice el punto de vista budista clásico donde la iluminación se alcanza por el esfuerzo y el perfeccionamiento. En las Tierras Puras el candidato debe esforzarse continuamente, pero está bajo el amparo del campo electromagnético que forma la radiación del cuerpo etérico del Buda que se sacrifica. Así  cada hombre que busca la iluminación bajo la tutela de esta Tierra Pura se sentirá protegido y con más facilidades para avanzar en su camino pero deberá el mismo perfeccionarse.

Esta idea no es exclusiva del Budismo. En el Cristianismo también se ha hecho uso de estos conceptos, pero eso sí cambiándoles el nombre. Los Gnósticos clásicos describían la Tierra Pura como una nube que les envolvía y llenaba de luz y amor.  Los Rosacruces también se refieren al mismo fenómeno con su “Morada Santi Espiritus”, y para ellos el Buda que se sacrifica etéricamente es Cristián Rosacruz. Esta sublime entidad genera un campo de fuerza invisible del que se pueden nutrir todos aquellos que sean dignos para ello.

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