LUZBY BERNAL

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Rabindranath Tagore

 


Oración 2

Que yo nunca rece para ser preservado de los peligros: sino para alzarme ante ellos y mirarlos cara a cara.
Que no pida la extinción de mi dolor: sino el coraje que me falta para sobreponerme a él.
Que no confíe en aliados en la guerra de la vida sobre el campo de batalla del alma: que sólo espere de mí.
Que no implore, espantado, mi salvación: que tenga la fe necesaria para conquistarla.
Dame no ser ingrato: pues a tu misericordia debo mis triunfos. Y si sucumbo, acude a mí con tu brazo fuerte.
¡Y dame la paz, y dame la guerra!

Imagen de la vida

A la flor era semejante mi vida, en su aurora: a la flor que, abierta cuando la brisa
de la primavera viene a golpear en su puerta, deja caer uno, o dos pétalos, e ignorante
de su tesoro, no siente su pérdida.
Ahora cuando pasó la juventud, mi vida se parece al fruto que ya nada tiene que perder:
y espera, espera a alguien, para darse toda entera, con toda su pesadumbre de dulzura.

El aventurero

He pagado mis deudas, he cortado mis ataderas, las puertas de mi casa están
abiertas, he olvidado mis amores: ¡soy libre, y me voy por el ancho mundo!
En cuclillas, agrupados en su rincón, los otros tejen la tela gris de sus vidas,
o cuentan su oro entre el polvo, o beben su triste vino, o cantan lánguidas
canciones: y me llaman para que regrese a su lado.
Pero yo he forjado mi espada y he vestido mi armadura, y mi caballo piafa de
impaciencia.
¡Soy libre, es la mañana y parto a conquistar mi reino.
Diego Arbona Aragón

Publicado por Diego Arbona Aragón el junio 8, 2010 a las 10:12pm en Amigos, Poemas, Cuentos y algo más

CUSI HUASI

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