LUZBY BERNAL

martes, 14 de septiembre de 2010

SUSURROS


Envuelto en la manta de las esperanzas terrenales,
me quedé dormido largo tiempo y soñé que estaba
sentado sobre un trono y mi cara era un torrente de sonrisas,
pero pronto se marchitaron y uno a uno se desprendieron
los pétalos de la alegría.

Después me vi andrajoso, vestido de harapos, tumbado sobre
las desdentadas piedras de la pobreza;
en la inflexible garra de las adversidades,
sollocé amargamente, y mis légrimas se derramaban a raudales,
pero nadie me hacía caso, el mundo pasaba junto a mi
en irónico y burlón silencio.

Mi corazón gimió por Tu venida.
Movido por la fuerza espritual de mi incesante ruego,
Tú me despertaste por fin.
En gozo me encontré seguro en Ti,
muy lejano del alcance de las tortuosas dualidades.

Despierta, Señor, a todos los hombres,
para que salgan de sus sueños de sonriente opulencia
o lamnetable pobreza.
Libéralos,
¡ Oh Fabricante de Sueños!, de las horribles pesadillas
de la muerte; revive en ellos la conciencia de la inmoralidad.
Bendícelos para que, por la invioblable calma de la meditación,
comprueben que los miedos y temores de las ilusiones mundanas
son solo sueños,
nada mas que sueños.


Paramahansa Yogananda

CUSI HUASI

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