LUZBY BERNAL

sábado, 17 de septiembre de 2011

EL COLIBRI DE NAZCA (RELATO)



El colibrí de Nazca

La vida de los Nazca era de paz y esplendor, como cultura habían logrado una perfecta sincronicidad con las fuerzas climáticas y telúricas de la madre tierra. Este pacto con los elementos de la naturaleza fue celebrado siempre con la realización de grandes ceremonias, fiestas y diseños gigantes de figuras antropomorfas y zoomorfas sobre el terreno desértico, de modo tal que la cosmovisión Nazca perdurace en la eternidad.

Los hombres sabios y de medicina Nazca que poseían conocimientos astronómicos precisos, predijeron una gran sequía, que duraría siete largos años y que pondría en riesgo la agricultura que desde ya era siempre amenazada por la áridez del terreno. Para prevenir esta catástrofe ecológica proveniente de las irregulares corrientes oceánicas tuvieron que prepararse, a fin de dar continuidad a la civilización y evitar una migración forzada. Los hombres sabios y de medicina convocaron al pueblo Nazca y a todos los seres vivos: los animales y otras fuerzas naturales menores a realizar una gran limpieza minuciosa de los canales de regadío que alimentan el valle principal y sobre todo conservar en buen funcionamiento los pequeños afluentes del Río que surgen desde las altas cumbres andinas.
Para este trabajo sin precedentes de ingeniería hombres, mujeres y niños se pusieron manos a la obra desde mucho antes de la normal llegada de lluvias en la sierra. Se cuenta entre los Nazca que muchos animales de la Región acudieron en ayuda de este megaproyecto, de tal modo que llegaron animales de carga como llamas, alpacas y vicuñas, como se había decretado un estado de tregua hasta pumas, zorros y vizcachas andinas comenzaron a colaborar con la limpieza. Las aves no se quedaron a observarde y llegaron representantes de las aves palmipedas, flamencos y patos andinos, perdices y cóndores. Para sorpresa de los presentes llegaron numerosos colibrís de todo tipo, tamaño y color, nunca antes se habían visto tantas variedades juntas, de diferente aspecto y dimensión. Su labor de repente no era proporcional al de la labor del cóndor, pero los hombres y mujeres Nazca admiraron la capacidad infatigable de trabajo de estas pequeñas aves, que se contaban en miles. Los colibrí eran los más entusiastas con esta empresa titánica.
Cuando las inclemencias climáticas azotaron la civilización Nazca, se dice que el valle principal gozó siempre de agua procedente de las reservas, puquios y las altas lagunas andinas, y que el trabajo de prevención fue muy eficaz, de modo tal que los años que se esperaba serían secos, la población y los seres vivos del entorno pudieron sobrevivir afrontando esta dura prueba. En agradecimiento a la participación laboriosa del colibrí, los hombres y mujeres Nazca celebraron rituales en memoria de estas entusiastas aves y diseñaron sobre el desierto un colibrí gigante en honor de su labor desprendida y solidaria.
Arnaldo Quispe. Cuentos 2011© En Icaroterapia.org

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