Por Ingº Mario A Olcese
Los últimos días---¿qué dice la Biblia?
Hoy en día se escucha a los predicadores
y evangelistas anunciando que ya estamos viviendo en los últimos días
de este mundo o siglo impío. Nos dicen que las señales que Yahshúa nos
dejó se están cumpliendo al pie de la letra, y que ellas nos indican de
que estamos viviendo los últimos días de la historia del mundo.
Con el aumento de las convulsiones
sociales, las epidemias, las guerras, y las hambrunas en el mundo, etc,
se hace notorio que la sociedad está sufriendo los dolores de parto, los
cuales darán a luz una nueva era o edad de justicia y de paz para
todos los hombres de buena voluntad. Muchos equivocadamente consultan
con “profetas” y “visionarios” para encontrar una tenue luz al final del
túnel, pero ignoran que sólo la Biblia puede brindarles respuestas
seguras ya que es la mismísima revelación de Dios---¡el Dios vivo!
Yahshúa, el Mashíaj predijo que habría un nuevo amanecer después de la tormenta cuando dijo: “Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguios y levantad vuestra cabeza porque vuestra redención está cerca” (Lucas 21:28).
Sí, Yahshúa predijo acontecimientos
terribles pero llevarían finalmente a la redención de la humanidad que
ama la paz y la justicia. Será una Era que vendrá después que haya
finalizado la actual Era o época de maldad regida por las fuerzas
oscuras de las tinieblas. Pablo llama esta Edad o Era presente: “el presente mundo malo” (Gál. 1:4), y Juan dice que “todo el mundo está bajo el poder del maligno” (1 Juan 5:19).
Los Siglos I , X y XX :
En el siglo I durante el nacimiento de
la iglesia de Cristo, los cristianos ya hablan que sus días eran los
últimos días. El apóstol Pablo escribió a los Hebreos: “En estos postreros días Dios nos ha hablado por el Hijo”
(Hebreos 1:2). De modo que Pablo creyó que sus días---los de Cristo y
sus apóstoles---eran los últimos o postreros días. Ellos creyeron que
todo lo prometido por el Señor vendría a su consumación en su tiempo, y
así vivieron alentándose unos a otros.
Sin embargo, sabemos que el tiempo ha
pasado y el mundo sigue igual de caótico y perverso. Los hombres se
volvieron más impíos, y el reino de Dios aún no se ha establecido en el
mundo para traer la justicia y la paz duraderas.
Cuando se acercó el año 1,000 los
hombres de esa época pensaban que el mundo pasaría por una
transformación sobrenatural y divina, y que vendría una edad dorada de
justicia y paz universales. Pero tampoco nada pasó en esa época, y el
mundo siguió estando cada vez más convulsionado y caótico. Muchos
hombres se desilusionaron y no vieron nada nuevo bajo el sol y pensaron
que tal vez Yahshúa se había equivocado en su promesas y predicciones.
Pasaron otros mil años, y entramos al
año Y2K (2,000) y tampoco nada pasó. El mundo sigue igual desde que
Yahshúa apareció en la historia. ¿Se equivocó el Señor? De ningún modo!
Él aseguró que habría una era o siglo venidero glorioso, en donde los
justos ya no morirían nunca más (Lucas 18:30). Esa era también la llamó
él: “tiempos de la restitución o restauración de todas las cosas”
(Hechos 3:19-21), porque en esa era Yahshúa transformaría el mundo a la
medida de Yahweh, Su Padre. Un mundo en donde imperaría la paz, el amor
y la justicia sin la influencia maléfica de Satanás y sus demonios. Una
edad milenaria en donde las promesas de Yahweh se harán efectivas y
palpables.
Los últimos Días--- ¿han cumplido ya 2,000 años?:
Habíamos dicho que Pablo había creído
que estaba viviendo en los postreros días. ¿Estaba él errado?¿Fue acaso
una idea muy propia de él y no de Dios? La respuesta es asombrosa, pues
fue Yahweh mismo quién había anunciado que los postreros días serían los
tiempos de Su Hijo y sus apóstoles. En Joel hay una profecía dada por
Yahweh la cual se cumpliría en los últimos o postreros tiempos---¿cuál?
Veamos Hechos 2:16,17: “Mas esto es lo dicho por el profeta
Joel (2:27): Y en los POSTREROS DÍAS, dice Dios, derramaré de mi
Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas
profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos
soñarán sueños...” Estas palabras fueron dichas por Dios a
través de Joel, y Pedro las cita para demostrar que las lenguas de
fuego en aquel Pentecostés del 33DC era el cumplimiento de lo anunciado
por el profeta Joel. Es decir, Dios mismo llamó “Últimos o postreros
días” a aquel tiempo que se celebró el Pentecostés en el año 33
DC---¡hace dos milenios!
Cronómetro Divino:
El apóstol Pedro dice que para Dios mil
años es como un día (2 Pedro 3:8). Es decir, para el cronómetro de
Yahweh, desde Yahshúa (el Mashíaj) hasta nuestros días han pasado un
poco más de DOS días. Recordemos que Dios le dijo a Adán, quien vivió
casi mil años, que moriría ese mismo día si comía del fruto prohibido.
¡Y eso ocurrió! Adán murió a la edad de 930 años (casi 1,000), o sea, en
el mismo día de su pecado según el cronómetro de Dios. Por tanto,
nosotros seguimos viviendo en los últimos días de este mundo bajo el
cronómetro divino. Sólo han pasado dos días desde que Yahshúa murió y
resucitó glorioso.
Fin del Mundo y Parusía:
En Mateo 24:2 los discípulos le preguntan al Señor Yahshúa sobre qué señal habría de su venida y del fin del siglo.
Es decir, el fin del presente siglo malo, según Pablo (Gál. 1:4). Los
llamados preteristas sostienen que los últimos días se referían a los
días de los judíos, de los judaizantes, los que vivían en el Antiguo
Pacto. Pero, la pregunta de los discípulos fue clara, ellos querían
saber cuál sería la señal de la parusía de Yahshúa y del fin del siglo o
era maligna. Ese fin del siglo maligno daría paso al la era venidera de
justicia y de vida eterna (Lucas 18:30). Tomen nota, pues, de este
aspecto de la profecía: El fin del siglo malo daría paso al siglo
venidero que se caracterizará por la inmortalidad de los santos. Esto
supone que en esa era, los muertos en Cristo habrán sido resucitados de
sus tumbas para recibir la inmortalidad prometida. Yahshúa, como “las
primicias” es nuestro paradigma. Así como él resucitó de la tumba,
literalmente hablando, así también nosotros resucitaremos a su
semejanza.
Los 6 días del hombre sobre la Tierra:
Según la creencia de muchos rabinos, los
primeros 6 días de la creación tienen que ver con la historia de la
humanidad, y el séptimo, con el reposo milenario de la iglesia y su
Mashíaj. Ellos calculan que desde Adán a Yahshúa hay aproximadamente
4,000 años (=4 días) y de Yahshúa a la fecha 2,000 años (2 días). Es
decir, la tercera parte del tiempo del hombre corre desde Adán hasta la
fecha--- ¡son los dos últimos días o los días postreros predichos por
los profetas! Sin embargo, existe mucha discusión sobre si estos 6000
años del hombre ya se consumaron o todavía no. En todo caso, si no se
han consumado, el tiempo es muy estrecho, pequeñísimo, para arribar a
los 6,000 años. Por tanto, si esta interpretación rabínica es cierta,
entonces Yahshúa está a las puertas, listo para aparecer para establecer
su reino milenario de reposo.
Conclusión:
Durante muchos siglos la iglesia ha
supuesto que ha vivido en los últimos días o los tiempos postreros. Y es
que en cada siglo, en cada generación pasada, se han dado de alguna
manera las “señales” predichas por Yahshúa en Mateo 24. Eso alentó a la
iglesia a estar siempre alerta, con sus ojos abiertos y no durmiendo.
¿Se imagina si la iglesia que Yahshúa sintiera o percibiera que su Señor
aún tardará muchos siglos para llegar? ¡bajaría la guardia! Siempre
hubo guerras, pestes, hambres, falsos profetas, señales en el cielo,
etc...¡y las seguirán habiendo hasta la venida visible y personal del
Mashíaj! Dios nos libre de carecer de esas señales...estaríamos sin
brújula y creyendo que Yahshúa aún no regresará porque nada de lo que
predijo se está cumpliendo ante nuestros ojos. ¡necesitamos ver las
señales!¡necesitamos creer que estamos ya en los “últimos días”!
|
|
|
|
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario