Sábado, 21 de abril, 2012 9:31 A.M.
Esto dice ahora la Watchtower en su
revista La Atalaya del 15 de diciembre del 2010 sobre el asunto de la
predicación de las buenas nuevas y sobre la imposibilidad de establecer
una fecha del fin del mundo, después de aproximadamente 1o0 largos años
de constantes metidas de pata dando fechas apocalípticas erradas:
"En vista de lo importante que es la predicación, merece que le dediquemos todo el tiempo y energías que podamos. Y esta es la loable actitud que demuestran muchos cristianos. Las personas suelen actuar con un mayor sentido de urgencia cuando ven que se aproxima la fecha límite o el fin de un plazo. Nosotros vivimos precisamente en el tiempo del fin, y existen abundantes pruebas bíblicas e históricas que lo demuestran (Mat. 24:3, 33; 2 Tim. 3:1-5). No obstante,
ningún ser humano sabe la fecha exacta en que llegará el fin, como dejó
claro Jesús al hablar sobre “la señal [...] de la conclusión del
sistema de cosas”. Él dijo: “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre”
(Mat. 24:36). Siendo así las cosas, a algunos cristianos —sobre todo a
los que llevan muchos años esperando— se les hace difícil a veces
mantener el sentido de urgencia (Pro. 13:12). ¿Es ese su caso?
WT10 15/12 1:3, 4 (www.tjutil.com)
Comentario de Apologista:
Es increíble escuchar ahora a líderes de
la WT, aunque francamente ya era de esperarse, admitir abiertamente que
no están guiados por el Espíritu Santo, y que sólo interpretan las
Escrituras privadamente y dan sus opiniones personales de lo que ellos
entienden de ellas. Claro, con tantas fallas en sus fechas para el fin,
no les puede quedar otra cosa que reconocer sus limitaciones. Pero
bueno, de esto nos dedicaremos a comentar más en otra ocasión.
Ahora bien, los Testigos de Jehová
sostienen que es importante la predicación, y por eso dicen que es
trascendental que sus correligionarios dediquen todo su tiempo y energía
posibles a ella. Sin embargo, también es cierto, aunque el “esclavo” no
insista mucho en esto, que es necesario que todo buen cristiano se
consagre a la oración a la par con la predicación, tal como lo dice
Hechos 6:4 “Y nosotros persistiremos en la ORACIÓN y en el ministerio de la palabra”. Pero bueno, cualquiera puede tener un lapsus, no?
Pero por qué insisten los Testigos de
Jehová en la predicación? ¡Muy simple! Porque para ellos tras el
pretexto del anuncio urgente de las “buenas nuevas” a todas las naciones
está el negocio de su literatura impresa, la cual se produce por
millones todos los meses en sus modernas imprentas en E.U, la cual es
distribuida y vendida inmediatamente sin tener que pagarles ni un solo
centavo a sus millones de publicadores ambulantes. Y aunque es cierto
que estos publicadores lo hacen “de buena gana”, y sin esperar
retribución monetaria alguna a cambio, salvo la promesa de heredar el
reino, son ellos mismos, los esforzados publicadores, los que
prácticamente terminan pagando por las revistas “colocadas” (Atalaya y
Despertad) que van regalando en su recorrido agotador casa por casa.
Así que a estos pobres publicadores no
sólo no se les paga un salario justo por su trabajo arduo, sino que,
además, se les exige el pago de dichas revistas que “colocaron” gratis
en el servicio del campo. Para esto está el “siervo de literatura” quien
está estratégicamente encargado de exigirle a la congregación entera el
pago total por la cuota de las revistas que recibieron y que todos los
TJ se ven forzados a “colocar” para no ser considerados o tildados de
“tibios”. ¡Un negocio redondo, sin duda!
Por supuesto que los líderes Testigos de
Jehová siguen usando como carnada la idea de que el fin está cerca, y
que se hace cada vez más necesaria la predicación de las buenas nuevas,
vía publicadores quienes son los que distribuyen su literatura impresa a
medio mundo.
Antes los TJ establecían descaradamente
fechas para el fin (recuérdese 1914, 1925, y 1976) para impulsar así sus
ventas, y al mismo tiempo animar más a sus ingenuos publicadores a
trabajar duro y gratis como esclavos para la sociedad WT. Pero esa
estrategia de poner fechas para el fin no podía ser eterna, ya que cada
vez que llegaba la fecha y no pasaba nada los evidenciaba como falsos
profetas. Ahora simplemente están mudos (por el momento) y sólo afirman
que el fin está muy cerca. Ojalá sea así, pues hasta el mismo apóstol
Pablo creía que vivía en los últimos días (Rom. 13:12).
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