Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)
Los Testigos de Jehová tocan trompeta
diciendo que sólo ellos, sin excepción alguna (los “ungidos” y la grande
muchedumbre), santifican el nombre de Dios, al cual todos ellos llaman
"Jehová", y por eso muestran ser, según su criterio, el verdadero pueblo
de Dios. Sostienen, además, que sólo ellos (los ungidos y la grande
muchedumbre) están unidos proclamando alegremente el mensaje del reino, y
lo están constantemente buscando y pidiendo para que venga a la
tierra en sus oraciones diarias, tal como Jesús lo enseñó y ordenó en la
oración modelo del “Padre Nuestro” de Mateo 6:9-13.
El punto que quiero tocar ahora es que
según la teología de la organización de la Watchtower de los Testigos de
Jehová, sólo los llamados ungidos son hijos de Dios, y sólo ellos
tienen a Jehová como Padre, y no así la llamada grande muchedumbre.
Ahora bien, si esto es así, entonces la llamada “oración modelo” Jesús
en realidad la enseño a sus ungidos y no a la grande muchedumbre, puesto
que dicha oración empieza diciendo así: “Vosotros, pues, oraréis así: PADRE NUESTRO que estás en los cielos, santificado sea tu nombre (Mateo 6:9).
Tomen nota que Jesús manda a orar al
“Padre nuestro” ---¿Y quiénes son éstos que tienen a Dios como Padre,
según los Testigos de Jehová? Pues sólo los ungidos y punto!! Por lo
tanto, si lo que los TJ afirman es verdad, es decir, que sólo los
llamados ungidos son hijos de Dios, entonces definitivamente sólo estos
estarían llamados a orar a Dios y a dirigirse a Él como Padre Celestial,
y sólo ellos podrían santificar su nombre (“Jehová”) y no así la
llamada Grande muchedumbre. Y es más, serían también sólo a los ungidos a
quienes en realidad Jesús les estaría mandando pedir y hacer lo que
sigue:
1.- Pedir por la venida del reino
6:10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
2.- Pedir por el pan de cada día
6:11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
3.- Pedir el perdón por las deudas o pecados cometidos
6:12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
4.- Pedir para protección contra la tentación
6:13 Y no nos metas en
tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y
la gloria, por todos los siglos. Amén.
Ahora tomen nota que Jesús sigue
hablando de “VUESTRO PADRE” en los versos 14 y 15, para recalcar que son
sus hijos los que deben proceder así:
6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; 6:15 mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.
Realmente si uno acepta a pie juntillas
esta falsedad de la Watchtower, de que sólo los ungidos son los hijos de
Dios, entonces la gran mayoría de Testigos de Jehová o las
llamadas “otras ovejas” simplemente estarían perdidas, ya que no podrían
esperar recibir el pan de cada día, el perdón de sus deudas o faltas, y
menos aún, la protección divina contras las tentaciones. Sin duda un
desafortunado destino les espera a estos pobres “hermanitos” de la
llamada “grande muchedumbre” si aceptaran como bobos la diabólica
enseñanza de la Watchtower.
Pero si los Testigos de Jehová insisten
en que todos sus miembros, sin excepción alguna, deben pedir por la
venida del reino, por el pan de cada día, por el perdón de las deudas o
faltas, y por la protección divina contra las tentaciones, y sobre todo,
santificar el nombre de Dios, entonces también éstos deberían dirigirse
a Dios como Padre, lo cual haría de ellos sus hijos---los hijos de
Dios. No queda otra opción!!!
¿Pero qué vemos en realidad en los
cultos de los salones del reino? Que personas de la llamada grande
muchedumbre abren la reunión orando y dirigiéndose a Dios, y diciendo:
“Padre Celestial...”, frase que no pueden evitar, porque todos saben que
si oran a Dios, le están orando en realidad también al Padre de todos
los creyentes. Y este es otro dilema que no pueden resolver los miembros
del llamado “esclavo”, , pues ya es una costumbre que no se atreven a
prohibir dentro de sus congregaciones, aunque se esperaría que lo
hicieran, ya que ninguno de la clase de las “otras ovejas” es un hijo de
Dios, según la enseñanza del “esclavo” mismo.
Ahora bien, yo les pregunto a mis
detractores latinoamericanos, caribeños, y los de la madre patria: ¿Es
para ustedes el llamado “Padre Nuestro” de Mateo 6? Si su respuesta es
un rotundo “Sí”, entonces ustedes son hijos de Dios que pueden abrir o
iniciar sus oraciones llamando confiadamente a Dios como “Padre
celestial”.
¿Entendéis mi punto, hijitos míos? Espero que sí!
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