Cuando veáis a un hombre o a una mujer
sonriendo a la adversidad, que
trabaja en el mundo de la materia con responsabilidad y en el mundo
del espíritu con humildad y perseverancia, que devuelve bien por mal,
que no se irrita, que trabaja intensamente en sí mismo para vencer el
ego, que valora las cosas pequeñas, que se autodenomina "aprendiz del
conocimiento"...estaréis delante de un hermano de la Gran Fraternidad
Cósmica.
Su escudo es la semblanza de la simplicidad, y su identidad espiritual
viene definida por el corazón rojo de su pecho y el Sol de su frente.
Solo poseen un código: "Ayudar al hombre".
Solo tienen un fín: "Servir al conocimiento"
No están disponibles para el cotilleo, las palabras en voz baja o la
pérdida de tiempo. Un segundo para estos hermanos es una vida entera,
pues lo rellenan de acciones positivas y coherentes.
La primera parte del día aman, la segunda vuelven a amar, y por la
noche, sueñan con amar al día siguiente.
Se reparten por todo el mundo porque el mundo les pertenece y lo
cuidan como a un hijo pequeño.
Se rebelan ante el desamor, la tiranía, la violencia, y persiguen un
solo ideal universalista y armónico.
Su Dios Inmediato: EL SOL, El Padre, y estuvieron, están y estarán
para preparar la llegada de los Hijos del Cielo a la Tierra y ponerse
al servicio del Señor de la Luz que instaurará la Era de la Libertad y
del Amor.
Sus aliados son numerosos e invisibles, pues vienen de Oriente y de
occidente, del mundo de la Luz y del mundo de la materia. Ellos son
los primeros de la Tierra y los últimos del Cielo, y son indisualibles
en su ética y propósito.
¡¡Despertad, Hijos de LA LUZ, ha llegado el momento!!
Un hermano en el Camino
ego, que valora las cosas pequeñas, que se autodenomina "aprendiz del
conocimiento"...estaréis delante de un hermano de la Gran Fraternidad
Cósmica.
Su escudo es la semblanza de la simplicidad, y su identidad espiritual
viene definida por el corazón rojo de su pecho y el Sol de su frente.
Solo poseen un código: "Ayudar al hombre".
Solo tienen un fín: "Servir al conocimiento"
No están disponibles para el cotilleo, las palabras en voz baja o la
pérdida de tiempo. Un segundo para estos hermanos es una vida entera,
pues lo rellenan de acciones positivas y coherentes.
La primera parte del día aman, la segunda vuelven a amar, y por la
noche, sueñan con amar al día siguiente.
Se reparten por todo el mundo porque el mundo les pertenece y lo
cuidan como a un hijo pequeño.
Se rebelan ante el desamor, la tiranía, la violencia, y persiguen un
solo ideal universalista y armónico.
Su Dios Inmediato: EL SOL, El Padre, y estuvieron, están y estarán
para preparar la llegada de los Hijos del Cielo a la Tierra y ponerse
al servicio del Señor de la Luz que instaurará la Era de la Libertad y
del Amor.
Sus aliados son numerosos e invisibles, pues vienen de Oriente y de
occidente, del mundo de la Luz y del mundo de la materia. Ellos son
los primeros de la Tierra y los últimos del Cielo, y son indisualibles
en su ética y propósito.
¡¡Despertad, Hijos de LA LUZ, ha llegado el momento!!
Un hermano en el Camino
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