LUZBY BERNAL

lunes, 17 de junio de 2013

"Cambia Los Pensamientos Negativos".-Hablando de Conciencia

Hablando de Conciencia


Posted: 17 Jun 2013 11:02 AM PDT

Cuando estar enamorada significa sufrir, estamos amando 
demasiado. 

 Cuando la mayoría de nuestras conversaciones con amigas 
íntimas son acerca de él, de sus problemas, sus ideas, sus sentimientos, y 
cuando casi todas nuestras frases comienzan con “el”...estamos 
amando demasiado. 

Cuando disculpamos su mal humor, su mal carácter, su 
indiferencia o sus desaires como problemas debidos a una niñez infeliz y 
tratamos de convertirnos en su psicoterapeuta, estamos amando 
demasiado. 

Cuando leemos un libro de autoayuda y subrayamos todos los 
pasajes que lo ayudaran a él, estamos amando demasiado. 

Cuando no nos gustan muchas de sus conductas, valores y 
características básicas, pero las soportamos en la idea de que, si tan 
solo fuéramos lo suficientemente atractivas y cariñosas, el querría 
cambiar por nosotras, estamos amando demasiado. 

Cuando nuestra relación perjudica nuestro bienestar emocional, e 
incluso, quizá, nuestra salud e integridad física, sin duda estamos 
amando demasiado. 

A pesar de todo el dolor y la insatisfacción que acarrea, amar 
demasiado es una experiencia tan común para muchas mujeres que 
casi creemos que así deben ser las relaciones de pareja. La mayoría de 
nosotras hemos amado demasiado aunque sea una vez, y para muchas 
de nosotras ha sido un tema recurrente en nuestra vida. Algunas nos 
hemos obsesionado tanto con nuestra pareja y nuestra relación que 
apenas podemos funcionar como personas. 

En este libro examinaremos a fondo los motivos por los que tantas 
mujeres, en busca de alguien que las ame, parecen encontrar 
inevitablemente parejas nocivas y sin amor. Analizaremos porque 
también porque, una vez que sabemos que una relación no satisface 
nuestras necesidades, nos cuesta tanto ponerle fin. Veremos que el 
amor se convierte en amar demasiado cuando nuestro hombre es 
inadecuado, desamorado o inaccesible y , sin embargo, no podemos 
dejarlo; de hecho, lo queremos y lo necesitamos aún más. 

Llegaremos a entender cómo nuestro deseo de amar, nuestra ansia de amor, nuestro amor mismo, se convierte en adicción. 

“Adicción” es una palabra que asusta. Evoca imágenes de 
consumidores de heroína que se clavan agujas en los brazos y llevan 
una vida obviamente autodestructiva. No nos agrada la palabra y no 
deseamos aplicar el concepto a nuestra forma de relacionarnos con los 
hombres. Pero muchas de nosotras hemos sido “adictas a los hombres” y, al igual que cualquier otro adicto, necesitamos admitir la seriedad del 
problema antes de poder empezar a curarnos. 

Si usted alguna vez se vio obsesionada por un hombre, quizás 
haya sospechado que la raíz de esta obsesión no era el amor si no el 
miedo. Quienes amamos en forma obsesiva estamos llenas de miedo: 
miedo a estar solas, miedo a no ser dignas o ano inspirar cariño, miedo 
a ser ignoradas, abandonadas o destruidas. Damos nuestro amor con la 
desesperada ilusión de que el hombre por quien estamos obsesionadas 
se ocupe de nuestros miedos. 

En cambio, los miedos—y nuestra obsesión—se profundizan hasta 
que el hecho de dar amor para recibirlo se convierte en la fuerza que 
impulsa nuestra vida. Y como nuestra estrategia no da resultado, 
tratamos, amamos aún más. Amamos demasiado. 

La primera vez que reconocí este fenómeno de “amar 
demasiado” como síndrome de ideas, sentimientos y conductas fue 
después de varios años de asesorar a alcohólicos y drogadictos. 

Después de llevar a cabo cientos de entrevistas con adictos y sus 
familias, hice un descubrimiento sorprendente. A veces, los pacientes a 
quienes entrevistaba se habían criado en el seno de familias con 
problemas, y a veces no, pero sus parejas casi siempre provenían de 
familias con problemas severos, en las cuales habían experimentado 
tensiones y sufrimientos mayores que los comunes. Al luchar por salir 
adelante con sus compañeros adictos, estas mujeres (que en el área de 
tratamiento se conocen como coalcohólicas) inconscientemente 
recreaban y revivían aspectos significativos de su niñez. 

Principalmente a través de las esposas y novias de adictos, 
comencé a entender la naturaleza del hecho de amar demasiado. Sus 
historias personales revelaban la necesidad de superioridad y sufrimiento 
que experimentaban en su papel de “salvadoras” y me ayudaron a 
comprender la profundidad de su adicción a un hombre que a su vez, 
era adicto a una sustancia. Obviamente, en esas parejas, ambas 
parejas necesitaban ayuda por igual, y que ambos estaban 
literalmente muriendo por sus adicciones: el por los efectos del 
consumo de sustancias químicas; ella por los efectos de una tensión 
extrema. 

Esas mujeres coalcohólicas me clarificaron el increíble poder y la 
influencia de sus experiencias infantiles sobre sus patrones adultos para 
relacionarse con los hombres. Ellas tienen algo que decirnos a todas 
quienes hemos amado demasiado acerca de la razón por la cual 
hemos desarrollado nuestra predilección por las relaciones 
problemáticas, como perpetramos nuestros problemas y, lo más 
importante, como podemos cambiar y mejorar. 

No pretendo afirmar que las mujeres sean las únicas que aman 
demasiado. Algunos hombres desarrollan esta obsesión con las 
relaciones con tanto fervor como podría hacerlo una mujer, sus 
sentimientos y conductas provienen de la misma dinámica y las mismas 
experiencias infantiles. Sin embargo, la mayoría de los hombres que han sido dañados en la niñez no desarrollan una adicción a las relaciones. 

Debido a una interacción de factores biológicos y culturales, por lo 
general tratan de protegerse y evitar el dolor mediante objetivos más 
externos que internos, más impersonales que personales. Tienden a
obsesionarse con el trabajo, los deportes o los hobbies, mientras que 
una mujer, debido a las fuerzas biológicas y culturales que las afectan, 
tienden a obsesionarse con una relación, tal vez con un hombre así 
dañado y distante. 

Es de esperar que este libro sea útil para cualquiera que ame 
demasiado, pero esta escrito en especial para las mujeres porque el 
hecho de amar demasiado es un hecho principalmente femenino. Su 
propósito es muy específico: "ayudar a reconocer ese hecho a las 
mujeres que tienen patrones destructivos de relacionarse con los 
hombres, comprender el origen de esos patrones y obtener las 
herramientas necesarias para cambiar sus vidas". 
 Pero si usted es una mujer que ama demasiado, me parece justo 
prevenirle que es no será un libro fácil de leer. Por cierto, si el concepto 
le llama la atención y aún así lee este libro en forma superficial, sin que 
la afecte o la conmueva, o si se encuentra aburrida o enojada, o no 
logra concentrarse en el material aquí presentado, o si solo piensa en lo 
mucho que esto podría ayudar a otra persona, le sugiero que pruebe 
volver a leerlo dentro de un tiempo. Todos necesitamos negar lo que nos 
resulta demasiado doloroso o amenazador para aceptarlo. La 
negación es un medio natural de autoprotección, que obra en forma 
automática y espontánea. Tal vez en una lectura posterior usted podrá 
enfrentar sus propias experiencias y sus sentimientos más profundos. 

 Lea despacio, permítase reflexionar tanto intelectual como 
emocionalmente con estas mujeres y sus historias. Las historias 
presentadas en este libro podrán parecerle extremas. Les aseguro que 
son todo lo contrario. Las personalidades, las características y las 
historias que he encontrado entre las cientos de mujeres a quienes he 
conocido personal y profesionalmente y que entran en la categoría de 
amar demasiado no están en absoluto exageradas aquí. Sus historias 
reales son mucho más complicadas y llenas de dolor. Si los problemas 
de ellas le parecen mucho mas graves y angustiosos que los suyos, 
permítame decir que su reacción inicial es típica de la mayoría de mis 
pacientes. Cada una cree que su problema no es tan grave, aún , 
cuando se compadece de la situación de otras mujeres que, en su 
opinión, tienen verdaderos problemas. 

Una de las ironías de la vida es que las mujeres podemos 
responder con gran compasión y comprensión a la vida de otros y 
mostrarnos ciegas (y por) el dolor en nuestra propia vida. Conozco eso 
muy bien, pues la mayor parte de mi vida fui una mujer que amo demasiado hasta que el efecto nocivo sobre mi salud física y emocional 
fue tan severo que me vi forzada a examinar a fondo mi forma de 
relacionarme con los hombres. He pasado los últimos años trabajando 
mucho para cambiar ese patrón. Han sido los años más gratificantes de 
mi vida. 

Espero que, a todas ustedes que aman demasiado, este libro las 
ayude a cobrar mayor conciencia de la realidad de su situación, pero 
también las aliente a empezar a cambiarla, reencauzando su afecto, 
no hacia su obsesión por un hombre, sino hacia su propia recuperación 
y su propia vida. 

Aquí cabe una segunda advertencia. En este libro, al igual que en 
tantos libros de autoayuda, hay una lista de pasos a seguir a fin de 
cambiar. Si usted decide que realmente decide seguir esos pasos, 
necesitará – como en todo cambio terapéutico- años de trabajo y 
nada menos que su dedicación total. No hay atajos para salir del patrón 
de amar demasiado en el que usted esta atrapada. Es un modelo 
aprendido a temprana edad y muy bien practicado, y el hecho de 
abandonarlo será temible, amenazador y un constante desafío. Con 
esta advertencia no pretendo desalentarla. Después de todo, si usted 
no cambia su patrón de relaciones, sin duda enfrentará una lucha en 
los años venideros. Pero en ese caso, su lucha no será por crecer sino 
simplemente por sobrevivir. Si elige iniciar el proceso de recuperación, 
dejará de ser una mujer que ama a alguien con una intensidad tal que 
resulta dolorosa para empezar a ser una mujer que se ama lo suficiente 
a si misma para evitar el dolor. 

Libro "Las Mujeres Que Aman Demasiado", Robin Norwood. 


"El Poder de Elegir". Eckhart Tolle.

Posted: 17 Jun 2013 10:42 AM PDT

El corazón sangrante 

¿Cómo hacen las mujeres que aman demasiado para encontrar 
a los hombres con quienes pueden continuar los patrones perjudiciales 
de relación que desarrollan en la niñez?.

¿Cómo, por ejemplo, hace la mujer cuyo padre nunca estuvo emocionalmente presente para 
encontrar un hombre cuya atención ella busca constantemente pero 
no puede ganar?.

¿Cómo es que la mujer que proviene de un hogar 
violento se las ingenia para formar pareja con un hombre que la 
golpea?.

¿Cómo es que la mujer que se crió en un hogar alcohólico 
encuentra un hombre que ya padece o pronto desarrollará la 
enfermedad del alcoholismo?.

¿Cómo hace la mujer cuya madre siempre dependió de ella emocionalmente 
para encontrar un esposo que necesita que ella lo cuide?. 

De todas las posibles parejas que encuentran, ¿cuáles son los 
indicios que llevan a estas mujeres hacia los hombres con quienes 
pueden continuar el baile que conocen tan bien desde la niñez?.

¿Y cómo reaccionan (o no reaccionan) cuando se encuentran con un 
hombre cuya conducta es más sana y menos necesitada, inmadura o 
abusiva de lo que están acostumbradas, cuyo estilo de baile no 
concuerda tan bien con el de ellas? 

En el área de la terapia hay un viejo cliché que dice que la gente 
a menudo se casa con alguien que es igual a la madre o al padre con 
quien lucharon mientras crecían. Este concepto no es absolutamente 
acertado. No es tan cierto que la pareja que elegimos sea igual a 
mamá o a papá, sino que con esa pareja podemos sentir lo mismo y 
enfrentar los mismos desafíos que encontramos al crecer: podemos 
repetir la atmósfera de la niñez que ya conocemos tan bien, y utilizar las 
mismas maniobras en las que ya tenemos tanta práctica. Esto es lo que, 
para la mayoría de nosotras, constituye el amor. Nos sentimos en casa, 
cómodas, exquisitamente “bien” con la persona con quien podemos 
hacer todos nuestros movimientos conocidos y experimentar todos 
nuestros sentimientos conocidos. Aún cuando los movimientos nunca 
hayan dado resultado y los sentimientos resulten incómodos, son los que 
conocemos mejor. Experimentamos una sensación especial de que 
realmente es lo correcto estar con ese hombre que nos permite, como su pareja, bailar los pasos que ya conocemos. Es con él con quien decidimos tratar de hacer funcionar una relación. 

Esa sensación de misteriosa familiaridad surge cuando se juntan 
una mujer y un hombre cuyos patrones de conducta, encajan como 
piezas de un rompecabezas. Si, además de esto, el hombre ofrece a la 
mujer la oportunidad de abordar y tratar de triunfar sobre los 
sentimientos infantiles de dolor y desamparo, de no ser amada ni 
necesitada, entonces la atracción se vuelve virtualmente irresistible para 
ella. De hecho, cuanto más dolorosa haya sido la niñez, más poderoso 
será el impulso de recrear y dominar ese dolor en la adultez. 

Veamos porqué se da esto. Si una criatura ha experimentado 
cierto tipo de trauma, este volverá a aparecer una y otra vez como 
tema de sus juegos hasta que haya cierta sensación de haber llegado a 
dominar la experiencia. Una criatura que debe someterse a una 
operación quirúrgica, por ejemplo, puede recrear el viaje al hospital 
usando sus muñecas u otros juguetes; puede convertirse en el médico 
en un juego y en el paciente en otro, hasta que el miedo ligado al 
acontecimiento disminuye lo suficiente. Como mujeres que amamos 
demasiado, nosotras hacemos algo muy parecido: recreamos y 
volvemos a experimentar relaciones infelices en un intento de hacerlas 
manejables, de dominarlas. 

De aquí se deduce que en realidad no hay casualidades en las 
relaciones. Cuando una mujer cree que inexplicablemente “tuvo que 
casarse” con cierto hombre, alguien a quien jamás habría elegido 
deliberadamente como esposo, resulta imperativo que ella examine por 
qué eligió una relación íntima con ese hombre en particular, por qué 
corrió el riesgo de quedar embarazada de él. Del mismo modo, cuando 
una mujer afirma que se casó por capricho, o que era demasiado 
joven para saber lo que hacía, o que no estaba del todo en sus cabales 
y no podía tomar una decisión responsable, éstas también son excusas 
que merecen un análisis más profundo. 

En realidad ella sí eligió, aunque en forma inconsciente, y a 
menudo con gran conocimiento sobre su futura pareja aún desde el 
principio. Negar esto es negar responsabilidad por nuestras decisiones y 
nuestra vida, y tal negación impide la recuperación.

Pero, ¿cómo lo hacemos? ¿Cuál es exactamente el misterioso 
proceso, la fascinación indefinible que enciende la chispa entre una 
mujer que ama demasiado y el hombre que la atrae?. 

Si replanteamos la pregunta de otra forma-¿qué señales se 
encienden entre una mujer que necesita ser necesitada y un hombre 
que busca a alguien que asuma la responsabilidad por él? 

¿O entre una mujer que es extremadamente sacrificada y un hombre 
extremadamente egoísta?.

¿O entre una mujer que se define como víctima y un hombre cuya 
identidad se basa en el poder y la agresión? 

¿O una mujer que necesita controlar y un hombre que es inadecuado?

- entonces el proceso comienza a perder parte de su misterio. Porque hay señales definidas, indicios que son enviados y registrados por cada uno de los participantes del baile. 

Cabe recordar que en cada mujer que ama demasiado hay dos factores en juego:

1) el hecho de que sus patrones conocidos concuerden con los de él 
como una llave en una cerradura; 

2) el impulso de recrear y vencer los patrones dolorosos del pasado. 

Echemos un vistazo a los primeros pasos vacilantes de ese dúo que informa a cada integrante que allí hay alguien con quien va a funcionar, a encajar bien, a sentirse bien. 

Las siguientes historias ilustran con claridad el intercambio casi subliminal 
de información que tiene lugar entre una mujer que ama demasiado y 
el hombre que la atrae, un intercambio que de inmediato establece la 
escena para el patrón de su relación, de su danza, de allí en adelante. 

MARY: estudiante universitaria de veintitrés años; hija de un padre violento. 

Crecí en una familia realmente loca. Ahora lo sé, pero cuando 
era niña nunca pensé en ello salvo para desear que nadie se enterara 
jamás de la forma en que mi padre golpeaba a mi madre. Nos 
golpeaba a todos, y creo que así llegó a convencernos a mí y a mis 
hermanos de que merecíamos que nos pegara. Pero yo sabía que 
mamá no. Yo siempre deseaba que me pegara a mí y no a ella. Sabía 
que yo podía soportarlo, pero no estaba tan segura de que mamá 
pudiera hacerlo. Todos queríamos que ella lo abandonara, pero ella no 
quería. Recibía tan poco cariño…Yo siempre quería darle suficiente 
amor para fortalecerla y que pudiera salir de eso, pero nunca lo hizo. 
Murió de cáncer hace cinco años. No he vuelto a casa ni hablado con 
mi padre desde el funeral. Siento que él la mató en realidad, no el 
cáncer. Mi abuela paterna nos dejó a cada uno de los nietos un dinero, 
y así fue como pude ir a la universidad, donde conocí a Roy. 
Estuvimos juntos en una clase de arte durante todo un semestre y 
nunca nos hablamos. Cuando comenzó el segundo semestre, varios de 
nosotros volvimos a estar juntos en la misma clase, y el primer día 
empezamos una gran discusión sobre las relaciones entre hombres y 
mujeres. Bueno, este sujeto se puso a decir que las mujeres eran 
totalmente malcriadas, que siempre querían salirse con la suya y que 
sólo utilizaban a los hombres. Mientras decía todo eso exudaba veneno, 
y yo pensé:”Oh, realmente lo han lastimado. Pobrecito”. Le pregunté: 
“¿De veras crees que eso es verdad?” y empecé a tratar de 
demostrarle que no todas las mujeres eran así…que yo no era así. ¡Mire 
cómo me metí! Más tarde en nuestra relación, yo no podía exigir nada a 
ni cuidarme de ninguna manera, o de lo contrario estaría demostrando 
que él tenía razón en su misoginia. Y toda mi preocupación de aquel 
primer día de clase dio resultado. El también se “enganchó”. Me 
dijo:”Volveré. ¡No pensaba quedarme en esta clase, pero quiero hablar 
más contigo”. Recuerdo que en ese mismo instante sentí algo 
estupendo, porque yo ya sentía que era diferente para él. En menos de dos meses, estábamos viviendo juntos. En cuatro meses, yo pagaba el alquiler, y casi todas las demás cuentas, además de comprar los comestibles. 

Pero seguí intentándolo, dos años más, para demostrarle lo buena que era, que no iba a lastimarlo como ya lo habían hecho. Yo sí salí bastante lastimada en el proceso; al principio, 
sólo emocionalmente, pero después también físicamente. Nadie podía 
tener tanta furia como él contra las mujeres y no querer maltratar a una 
de ellas. Claro que yo estaba segura de que la culpa también era mía. 

Es un milagro que haya salido de eso. Conocí a una ex novia suya y ella 
me preguntó enseguida: “¿Te pega?”. Le respondí: “Bueno, en realidad, 
no.” Lo estaba protegiendo, por supuesto, y tampoco quería quedar 
como una imbécil. Pero sabía que ella lo sabía, porque había pasado 
por eso antes que yo. Al principio sentí pánico. Era la misma sensación 
que había sentido cuando niña: no quería que nadie viera lo que había 
detrás de la fachada. Todo en mí quería mentir, actuar como 
si ella hubiera sido muy descarada al hacerme esa pregunta. Pero me 
miró con tanta comprensión que ya no tenía sentido fingir. 

Hablamos mucho tiempo. Ella me habló de un grupo de terapia al 
que asistía, donde todas las mujeres se parecían en el hecho de que 
todas se veían atraídas hacia las relaciones infelices ,y trataban de 
aprender a no hacerse eso. Me dio su número telefónico, y después de 
pasar dos meses más en aquel infierno la llamé. Me convenció de que 
fuera con ella al grupo y creo que eso tal vez me salvó la vida. Aquellas 
mujeres eran iguales a mí. Habían aprendido a soportar cantidades 
increíbles de dolor, por lo general desde la niñez. 

De todos modos, tardé unos meses más en dejarlo, y aún con el 
apoyo del grupo fue muy difícil. Yo tenía aquella increíble necesidad de 
demostrarle que era digno de ser amado. Y pensaba que si tan sólo yo 
pudiera amarlo lo suficiente él cambiaría. Gracias a Dios que superé 
eso; si no, estaría haciéndolo otra vez. 

La atracción de Mary hacia Roy .

Cuando Mary, la estudiante de arte, conoció a Roy, el misógino, 
fue como si ella conociera a la síntesis de su madre y su padre. Roy era 
irascible y odiaba a las mujeres. Ganar su amor era para Mary como 
ganar el de su padre, que también era irascible y destructivo. Cambiarlo 
por medio de su amor era cambiar a su madre y salvarla. Mary veía a 
Roy como una víctima de sus malos sentimientos y quería amarlo hasta 
que se pusiera bien. Además, al igual que todas las mujeres que aman 
demasiado, ella quería ganar en su lucha con él y con las personas 
importantes que él simbolizaba para ella: su madre y su padre. Eso hizo 
que fuera tan difícil acabar con esa relación destructiva e 
insatisfactoria. 

Libro "Las Mujeres Que Aman Demasiado". Robin Norwood. 

"El Poder de Elegir". Eckhart Tolle.



Posted: 17 Jun 2013 09:37 AM PDT

Las palabras como los pensamientos son energías que tienen mucha fuerza. Comencemos a re-programar nuestra terminología cerebral. 

Reprogramarnos significa: cambiar la intención de nuestras acciones, obras y pensamientos. Verán y sentirán, cómo la Intención del pensamiento y la palabra transformará el verdadero sentir de la fuerza emitida, lo negativo desaparece y sale la fuerza interior. Cuando el cerebro manda una orden exacta, la mente no se prepara para afrontar el pensamiento o la palabra pronunciada, sino que se confrontará con lo que exactamente entendió y al comprenderlo, se comportará de acuerdo a la intención de esa fuerza. 

Tratemos a partir de hoy de usar el PENSAMIENTO Y PALABRA de acuerdo a nuestro trabajo y elevación espiritual. 

Cambia tus expresiones negativas del día a día, por positivas, por ejemplo: 
Es un problema = Es un desafío. 
No lo conseguiré nunca = Trataré de conseguirlo. 
No puedo = Me atreveré. 
Es imposible = Puede ser posible. 
Nunca lo haré = Lo Intentaré. 
No creo = Abriré mi mente. 
No entiendo = Trataré de comprender. 
Soy inútil = Soy capaz. 
Si tuviera más apoyo = Buscaré ayuda. 
Si tuviera más dinero = Trabajaré para conseguirlo.
No se puede hacer = Otros lo lograron ¿Por qué yo no? 
No hay manera = Buscaré la forma. 
Todo me sale mal = Lo intentaré otra vez. 
No podré hacerlo = Voy a tratar. 
Va a ser un día pésimo = Pensaré en positivo. 
Esperaré lo peor = Esperaré lo mejor. 
Otros pueden, yo no = Otros pueden, ¿Por qué yo no?
Jamás ganaré el premio = Si gano … ¡Bienvenido!. 

Por: EL SER UNO - Camino del Ser.



Posted: 16 Jun 2013 07:56 PM PDT

Todas las religiones tienen calendarios sagrados que contienen días de poder o fechas asociadas con divinidades, los practicantes de la Wicca no somos la excepción. 

La mayor parte de nosotros ejecutamos rituales religiosos por lo menos 21 veces al año: 13 celebraciones de Luna llena (Esbats) y 8 festividades solares (Sabbats). 


LOS SABBATS
Cuatro de estos días (o más bien noches) están determinados por los solsticios y equinoccios, los comienzos astronómicos de las estaciones. Los Otros cuatro Sabbats están basados en antiguas fiestas populares. 

Los rituales dan estructura y orden al año wiccan y también nos recuerdan el interminable ciclo que continuará mucho tiempo después de nuestra muerte. 

Estos tiempos son tiempos para celebrar; para regocijarse con los dioses y tener un buen momento. En un Sabbat no se hace ningún trabajo de magia, a menos que por ejemplo se necesite una curación. 

Los Sabbats nos cuentan la historia del Dios y la Diosa, de su relación y los efectos que esto tiene sobre la fructuosidad de la tierra. 


Con palabras simples se puede decir que el dios predomina en el invierno (la mitad "oscura" del año) y la diosa predomina en verano (la mitad "clara" del año). 

En ninguna de las dos mitades del año se debe pensar que una deidad es suprema (sin su compañero), la palabra clave es predominante. En otras palabras: se hace énfasis en uno de los dos pero no hay una exclusión total del otro. 

También deberá recordarse que cada deidad (como con todos los individuos) tiene atributos tanto masculinos como femeninos. 

Los Sabbats se dividen en dos grupos. Los Sabbats Mayores y los Sabbats Menores .


SABBATS Mayores Estos Sabbats son festivales de naturaleza estacional, más especificamente solar, y por lo tanto son épocas para la celebración general, con el dios y l diosa debidamente honrados. Los 4 Sabbats mayores son


Samhain

El Wiccan se despide del Dios. Este es un adiós temporal, él no está envuelto en la oscuridad eterna, se prepara para renacer de la diosa en Yule (esto es uno de los misterios wiccanos llamado tomb - womb o sea tumba - matriz, es decir que el Dios al morir regresa a la matriz de la Diosa para renacer). Samhain es el momento del año para liberarse de las debilidades. Los asistentes debían llevar un pedazo pequeño de pergamino sobre el cual habían escrito las debilidades o los malos hábitos que les gustaría perder. Samhin es un tiempo de reflexión, de mirar hacia atrás el último año, de adaptarse al único fenómeno de la vida sobre el cual no tenemos control -la muerte- Los wiccanos sentimos que en esta noche es mínima la separación entre la realidad física y espiritual, recordamos a nuestros ancestros y a todos los que han partido.
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Imbolc

Recuperación de la diosa después de dar nacimiento al Dios. Los alargados días de luz despiertan, el Dios es un joven fuerte y su poder es sentido en los días más largos .El calor fertiliza la tierra (a la diosa) y hace que las semillas germinen. Temprano inicio de la primavera. Este es un Sabbat de purificación después de la vida reclusa del invierno, través del renovador poder del sol, también es una fiesta de luz y fertilidad (se le conoce como "fiesta de las luces"), una vez señalada en Europa con enormes llamaradas, antorchas y fuego en toda forma. Para nosotros el fuego representa nuestra propia iluminación e inspiración tanto como luz y calor. Esta es una de las épocas tradicionales para iniciaciones en congregaciones y de este modo, rituales de auto-dedicación, pueden ser desarrollados o renovados en este tiempo.
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Beltane

Es el surgimiento del joven Dios en la virilidad. Incitado por las energías trabajando en la naturaleza. Él desea a la Diosa. Se enamoran, se acuestan entre las hierbas y flores y se unen. La Diosa queda embarazada del Dios. Los wiccanos celebramos el símbolo de su fertilidad en un ritual. Los mayos (árboles adornados con cintas), símbolos fálicos, eran el punto focal de los antiguos rituales en aldeas inglesas.Beltane marca el regreso de la vitalidad, la pasión y la esperanza consumadas.
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Lughnasadh

Es el tiempo de la primera cosecha, cuando las plantas de primavera se marchitan, y caen sus frutos o semillas para nuestro uso, además de asegurar futuros cultivos. Así también el Dios pierde su fuerza mientras el sol sale más al sur cada día y las noches se hacen más largas. La Diosa observa con alegría y tristeza como el Dios está muriendo y sin embargo vive dentro de ella como su hijo. Esta celebración es conocida también como LAMMAS. Mientras pasa el verano, los wiccanos recordamos su calor y generosidad en el alimento que comemos. Cada comida es un acto de conexión con la naturaleza.
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SABBATS MENORES
Es importante aclarar que los Sabbats Mayores y los Menores son igual de importantes. 

A la diosa se le honra con las fases de la Luna y al Dios con ciertas fases del Sol. Estos son los Sabbats Menores que ocurren en el solsticio de verano y de invierno, y en el equinoccio de otoño y de primavera. 

Cabe destacar que la fecha de estas celebraciones varían cada año. Los Sabbats menores son: 

Yule

La Diosa da nacimiento a un hijo, El Dios, en navidad, hay que aclarar que esta celebración NO es una adaptación del cristianismo. El solsticio de invierno por mucho tiempo ha sido visto como una época de nacimientos divinos. Los cristianos simplemente lo adoptaron para su uso en 273 A.C. Aquí se presenta la mayor oscuridad y es el día más corto del año. Los wiccanos a veces celebramos Yule justo antes del amanecer, luego observamos la salida del Sol como un final apropiado, ya que el Dios también es el sol, esto marca el momento del año cuando el sol también renace. La diosa ha permanecido inactiva a lo largo del invierno de su parto, descansa después del alumbramiento. Para los wiccanos esta celebración nos recuerda que después de la muerte nos espera el renacimiento.
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Ostara

Las energías de la Naturaleza cambian sutilmente, de la inactividad del invierno a la exuberante expansión de la primavera. La Diosa cubre a la tierra de fertilidad, saliendo de su sueño, mientras el Dios crece hasta la madurez. Pasea por los verdes campos y se deleita en la abundancia de la naturaleza. En Ostara las horas del día y la noche son iguales, la luz está reemplazando a la oscuridad; la Diosa y el Dios incitan a las criaturas salvajes de la tierra para que se reproduzcan. Este es un tiempo de comienzos, de acción, de sembrar hechizos para futuras ganancias y cuidar jardines rituales.
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Litha

En Litha los poderes de la naturaleza alcanzan su punto más alto. La tierra está inindada de la fertilidad del Dios y la Diosa. En el pasado, se saltaba sobre hogueras para estimular la fertilidad, la purificación, la salud y el amor. Una vez más el fuego representa al sol, festejado en este tiempo de las más largas horas de luz diurna.
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Mabon

El equinoccio de Otoño es la terminación de la cosecha iniciada en Lughnasadh, una vez más el día y la noche son iguales. El Dios se está preparando para salir de su cuerpo físico y empezar la gran ventur en lo invisible, hacia la renovación y el renacimiento. La naturaleza decae, disminuye su generosidad, preparándose para el invierno y su tiempo de descanso. La Diosa cabecea en el sol que se debilita, aunque el fuego arde dentro de su matriz, siente la presencia del Dios incluso mientras Él decae.
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FECHAS CORRESPONDIENTES A CADA HEMISFERIO
Debido a que los Sabbats son celebraciones de tipo estacional, la fecha en la que se selebran varía de una hemisferio a otro, ya que mientras es verano en el hemisferio norte, el invierno se hace presente en el hemosferio sur. Tomando en cuenta esta situación, la fecha de las celebraciones quedarían así: 

Debido a que los Sabbats son celebraciones de tipo estacional, la fecha en la que se selebran varía de una hemisferio a otro, ya que mientras es verano en el hemisferio norte, el invierno se hace presente en el hemosferio sur. Tomando en cuenta esta situación, la fecha de las celebraciones quedarían así: 
Hemisferio Norte


Hemisferio Sur


Posted: 16 Jun 2013 05:49 PM PDT

Solo el Conocimiento Espiritual 
que se practica en la cotidianeidad 
se puede transformar en Sabiduría.

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