LUZBY BERNAL

martes, 18 de junio de 2013

Reflexiones diarias #143



 
Reflexiones diarias #143
El amor y la luz sean en vosotros. 
Afinad vuestros oídos al sonido del viento, del agua, del fuego y de la tierrasincronizad vuestros sentidos internos con la música de los elementos, como  yo lo hacia en mi niñez,  me quedaba absorto leyendo sus mensajes, recibiendo sus enseñanzas, cada elemento fue un maestro para mi, observaba el fuego en la cocina cuando mi madre estaba cocinando los alimentos, veía como el fuego hacia sus propias danzas, a veces se elevaban y dentro de él se hacían formas más claras, destellos más brillantes y algunas veces salían chispas al crepitar la madera, estas chispas eran círculos encendidos de vida, nacidos de una naturaleza diferente convertidos en brillos de  energía,  y si observaba el viento, sentía como su calidez acariciaba mi cuerpo lo envolvía en su energía y luego seguía su camino, eran como las olas del mar, meciéndose  en otro nivel de la atmosfera, ahora el agua también hacia su distinción en mi cuerpo, si era al bañarme, sentía como entraba por mi cuerpo y refrescaba mi interior y era como si ella me hablase en un lenguaje de sonidos de onda corta, tenia el poder de relajarme y dejar mi cuerpo  listo para un banquete de alimento espiritual, era como si, seres  hijos del agua me tomaran  en sus brazos y me regalaran toda la armonía que había en ellos, me encantaba tomar largo baños en las riveras de los ríos, porque siempre venían hacia mi seres diferentes a los humanos y me hablaban del amor y la belleza que había en el agua, me decían que ellos eran  la fuente de vida del agua y que ella se sustentaba de la energía que ellos producían a través de su formas, algunas veces pregunté a  amigos si ellos hablaban con los seres del agua, y me respondían que ellos no miraban más que agua  y a veces algunos peces, entonces  estas observaciones me  llevaron a ser más reservado con mis experiencias pues no quería que los amigos me vieran diferente y se alejaran de mi.
Esta interacción desde mi niñez con los elementos, me ayudaron a conseguir el órden, claridad y control en mi vida de algunos aspectos que la naturaleza humana no logra transcender fácilmentecomo son, el egoísmo y la envidia.
Hermanos hoy os insto a que os afinéis más con la esencia de la naturaleza y aprendáis a escuchar sus voces de amor y aprendáis de ella, a entregar con amor, con alegría y sin la intención de recibir una retribución, pues no importa el lugar  o como os  encontréis, siempre habrá vida  para vosotros y llenaos con los frutos que ella lleva consigo. No os disputéis por cosa alguna, pues todo lo que necesitéis  lo tendréis en el momento requerido y no siempre es lo que vosotros pensáis, la vida sabe más que vosotros mismos de vuestras necesidades, lo demás  es generosidad del amor satisfaciéndo vuestros deseos o caprichos.
Observad la naturaleza hermanos y aprended de ella.

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