Foto: OIEAEl Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) reconoció que apenas ha podido avanzar en la investigación sobre si Irán intenta o intentó producir armas nucleares y volvió a pedir a Teherán que colabore para poder despejar las dudas.
El OIEA "no está en posición de dar garantías creíbles sobre la ausencia de material y actividades nucleares no declaradas y, por tanto, de concluir que todo el material nuclear en Irán es para acciones pacíficas", señala un informe realizado por este organismo de la ONU.
Aunque las autoridades iraníes y los inspectores del OIEA han mantenido varias reuniones y los técnicos internacionales han visitado varias instalaciones y científicos en Irán, la investigación prácticamente no ha avanzado desde que el organismo, emitió su último informe, a mediados de febrero.
En el texto se señala que la resolución de los asuntos pendientes puede producirse si "Irán aumenta su cooperación y facilita oportunamente acceso a toda la relevante información, documentos, instalaciones, materiales y personas" solicitados.
El OIEA vuelve a insistir en que considera creíbles la información aportada por los servicios secretos de algunos países en la que se indica que Irán llevó a cabo actividades relacionadas con el "desarrollo de un dispositivo explosivo nuclear".
En noviembre de 2013, el OIEA e Irán acordaron un plan de trabajo para ir resolviendo las numerosas dudas acumuladas durante los años en los que Teherán desarrolló un programa atómico clandestino.
Hace un año, ambas partes acordaron una serie de medidas prácticas para despejar varias cuestiones, especialmente el uso de explosivos de alta potencia aplicados a un arma atómica.
Aunque Irán ha aportado "alguna información" nueva en relación a una de esas medidas, el OIEA sigue sin poder concluir que el programa atómico iraní es exclusivamente pacífico.
Con todo, un diplomático muy cercano a la investigación no quiso referirse a la
investigación como paralizada.
"Se mueve despacio pero no está parado", indicó esa fuente, que no entró en detalles sobre esa nueva explicación pero la calificó de "útil".
"Es una señal positiva pero limitada, no sacaría grandes conclusiones de esto aún", matizó esa fuente.
"Nos gustaría ver más avance", añadió ese diplomático, que pidió no ser identificado.
Así, el informe señala que el "OIEA sigue preocupado sobre la posible existencia en Irán de actividades nucleares no reveladas que incluyen organizaciones con vínculos militares, incluidas actividades relacionadas con el desarrollo de una carga nuclear para un misil".
Además, en el informe se vuelve a destacar la necesidad de que los inspectores tengan acceso a instalaciones relacionadas con el programa atómico iraní, en especial a la base de Parchín, donde algunos servicios de inteligencia sospechan que se realizaron experimentos para la construcción de armas nucleares.
El OIEA sí reconoce en este informe que Irán está cumpliendo su compromiso de no producir uranio enriquecido con una pureza superior al 5 % y que ha seguido eliminando sus reservas de este combustible al 20 %, una concentración desde la que es más fácil el salto técnico para fabricar una bomba atómica.
Ese parón en la producción de combustible atómico es una de las condiciones pactadas entre Irán y las grandes potencias en noviembre de 2013 para iniciar la negociación de un acuerdo que limite el programa nuclear iraní de forma que pueda tener aplicaciones militares a medio plazo.
Las partes se han puesto un plazo de aquí al 30 de junio para cerrar los detalles legales y técnicos de un acuerdo, cuyos principios fueron pactados el pasado 2 de abril en Lausana (Suiza).
El OIEA trata desde hace trece años de aclarar si el programa atómico iraní esconde una dimensión militar, algo que Teherán niega, asegurando que sólo desarrolla la energía nuclear con fines científicos y energéticos. EFE