LUZBY BERNAL

viernes, 29 de marzo de 2019

GAD ELBAZ, SALMO 121, TEHILIM 121, SHIR LAMALOT, SUBTITULOS

ESHET CHAYIL Mujer Virtuosa canta Yaakov Schwekey

אברהם פריד סינגל חדש: הנני בידך | Avraham Fried New Single - Riboin Haol...

לכה דודי/Lecha Dodi- אסף נוה שלום

Kabalat Shabat Shemini 5779.

miércoles, 27 de marzo de 2019

Kabbalah: Secretos del Zohar - clase 119 Shemini

ESHET CHAYIL Mujer Virtuosa canta Yaakov Schwekey

Secretos de Purim con el Admur de Biala

Parashat Shemini El Motivo de la Comida Kasher rab natan menashe

Parashat Shemini El Codigo de la Guerra de los 6 Dias rab natan menashe

EXALTACION HEBREA Shema Israel

ANA BECOAJ - TE RUEGO Ovadia Chamama, Yitzik Eshel and Heaven and Earth

SALMOS CANTADOS EN HEBREO HATIKUN HAKLALI. EREZ YEHIEL. SUBTITULOS.

שירי שבת \ אסף נוה שלום - שעה שלימה של עונג SHABBAT SONGS

Yeshiva Darchei Torah Choir - Shalom Aleichem

POR QUE VIENEN LAS PLAGAS? -ESTUDIOS DEL TANAJ 11 (ISAIAS 3)

Kabbalah ¿Cuál es la diferencia entre Rabino y Kabbalista?

viernes, 22 de marzo de 2019

Documental el universo - La fórmula definitiva: ¿De que está hecho el un...

SALMOS CANTADOS EM HEBRAICO - TRADUZIDOS PARA O PORTUGUÊS - EREZ YEHIEL ...

Ana Becoach - Alabanza Hebrea - Fonetica y Traducción al español

Purim La Meguilat Esther Dios Dirige todo de manera Oculta rab natan men...

Yaakov Shwekey ft. Shlomi Shabat - VEHI SHEAMDA

Yeshiva Darchei Torah Choir - Shalom Aleichem

שירים לקראת שבת Canciones para shabbat

jueves, 21 de marzo de 2019

Reflexiones sobre la Parashá Tzav - Ordena



Torá desde Jerusalem



Parashá Tzav - Ordena
Libro Vayikrá / Levítico (6:1 a 8:36)
Reflexiones sobre la Parashá

"Ordénales a Aharón y a sus hijos, diciendo: 'Esta es la ley concerniente a la ola'" (Vayikrá 6:2)
Imagínate que vas caminando por un campo. Detrás de ti hay unas cuantas vacas masticando pasto.  Delante de ti hay un cerco.  En el cerco hay una puerta angosta.  Tú vas  en dirección a la puerta y sin prestar demasiada atención, sales del campo.  Estás a punto de darte vuelta para ir a cerrar la puerta, cuando ves que una de las vacas te ha  estado siguiendo se va arrimando a la puerta.  De pronto, un flash enceguecedor.  La vaca se convulsiona en paroxismos.  Miles de voltios atraviesan su cuerpo.  Unos cuantos segundos, y todo ha acabado.  La vaca esta quieta, muerta.  No se oyen más que los pájaros cantando,  completamente indiferentes a la escena. 
¿Cómo te sentirías?  ¿No es cierto que pensarías “¡Di-s mío!  ¡Podría haber sido yo! ¡Debería haber sido yo!”?  El Korbán era el ejemplo más clásico de la denominada "realidad virtual".
Todo el propósito del korbán era que la persona que hubiese cometido un pecado pudiera ver la muerte del animal. Que viera como su sangre vital se derramaba en las esquinas del altar.  Que viera sus miembros quemándose y pensara: "Debería haber sido yo.  Yo soy el  que debería estar quemándose".
Por la fuerza nos envían a este mundo, y por la fuerza nos sacan de él.  No somos dueños de nuestras vidas. 
Nuestras vidas están siempre en las Manos del Hacedor.  Cuando hacemos el mal, nos privamos de nuestra razón de ser.  Es como si rompiéramos nuestro contrato con Di-s.  Di-s tiene un convenio con cada uno de nosotros: Él nos da la vida y la capacidad de sustentarnos.  Lo único que Él pide es que usemos el mundo del modo correcto.  Al renegar el convenio, nos estamos separando del mundo.
Sin embargo, Hashem, en Su infinita bondad, nos deja un camino de retorno.  A través del proceso de teshuvá podemos retornar a Él como si jamás hubiésemos pecado. 
Todo el propósito del korbán es despertar en el corazón  pensamientos de arrepentimiento por las malas acciones  cometidas: pensamientos de retorno a Hashem.  El korbán era la realidad virtual por excelencia.  Tu vida está en peligro.
(Rambán)


"Se mantendrá ardiendo un fuego continuo  sobre el; no será apagado" (Vayikrá 6:6)
La Torá prohíbe apagar el fuego del Altar.  Por el  contrario: el fuego debe ser atendido constantemente, agregándole leña tanto como haga falta, de modo tal que la llama se eleve en forma constante.  Y si está prohibido apagar siquiera una sola brasa del Altar físico (Zevajim 91), cuanto más grande será la prohibición de apagar siquiera una sola brasa ardiente del Altar espiritual, que es el corazón judío.  El ansia de santidad, la llama del corazón que siempre aspira a elevarse más y más, hacia arriba, hacia su fuente, siempre deberá alimentarse y fortalecerse, a través del razonamiento, la sabiduría y el discernimiento, con la  iluminación de las mitzvot y la luz de la Torá.
(Orot ha Kodesh, Zevajim 91)


"Si lo ofreciere por una ofrenda de gracias"  (Vayikrá 7:12)
No hay nadie que pueda decir gracias por ti, excepto tú mismo.
Una de las ofrendas mencionadas en la parashá de esta  semana es el korbán toda, el sacrificio que traía el pueblo cuando quería agradecer a Hashem. 
Los Sabios nos dicen que, en el futuro, cuando todos los otros korbanot dejen de existir, el korbán toda seguirá ofreciéndose, porque siempre existirá la necesidad de decir "gracias".
En la repetición de la Amidá, el rezo que se dice de pie, únicamente el shalíaj tzibur, quien lidera el servicio, repite las plegarias.  La congregación responde, pero no repite las bendiciones.
Con una sola excepción: la bendición de Modim, "Gracias".
Para todas las bendiciones de la Amidá podemos enviar un Shalíaj, un mensajero.  Cuando le rezamos a Hashem para que nos cure, podemos enviar un mensajero; cuando le pedimos que nos dé nuestro sustento, podemos enviar un mensajero.
Pero hay una sola cosa que ninguna otra persona puede decir por nosotros: "Gracias". Gracias es algo que uno tiene que decir por sí mismo.
(Midrash, Avudraham, Rabí Isajar Frand)


"Y elevará la ceniza" (Vayikrá 6:3)
A primera vista, hay algunas cosas en el judaísmo que parecen muy raras.  Recuerdo a alguien que no era religioso al momento de descubrir la halajá que dice que hay que atar el zapato izquierdo antes que el derecho.  Esa persona me dijo: "La verdad es que me cuesta creer que a Di-s Le importe qué zapato ato primero".
Yo le podría haber explicado que atamos primero los cordones del zapato izquierdo en muestra de respeto a la tira de cuero del tefilín que se pone en el brazo izquierdo.  Sin embargo, me di cuenta de que lo que le molestaba era algo mucho más básico.
Los que nacimos en el mundo occidental crecimos en un mundo en el que la religión era una actividad de fin de semana.  Para la mente occidental, si hay un Di-s, es como un invitado de fin de semana.  Cualquier intrusión adicional en la vida es considerada extremadamente fastidiosa.
En 1898, Lord Melbourne señaló, tras oír un sermón evangélico: "Las cosas han llegado a un estado tal en que se permite que la religión invada la esfera de la vida privada".
Sin embargo, para el judío, el judaísmo no constituye un pasatiempo.  No es un aspecto más de la vida.  Para nosotros es la vida.  El judío percibe cada actividad como una oportunidad de acercarse a Di-s.  Lo que comemos.  Lo que pensamos.  Lo que decimos.  Lo que hacemos.  Lo que no hacemos.  En este mundo, nada está privado del potencial de espiritualidad.  Nada es neutro.  Si el propósito de la creación es que reconozcamos a Di-s, entonces todo debió haber sido creado con ese fin.  La alternativa sería que existen amplias áreas de este mundo que no forman parte del propósito de Di-s, y que estaríamos acusando al Amo del mundo de extremo descuido.
En el versículo citado, la palabra hebrea que significa "ceniza" es “deshen”.  “Deshen” puede entenderse como un acrónimo de “davar shelo nejshav”, "algo sin importancia".  Cuando la Torá dice: "Y elevará la ceniza", nos está diciendo que tomemos todo, incluso las cosas que nos parecen insignificantes como cenizas, y las coloquemos junto al altar.  Elevar los pequeños pensamientos de la vida, usándolos para servir a Di-s.  Porque en este mundo no hay nada que no pueda utilizarse para servir a Di-s.  Ni siquiera el más humilde cordón de zapatos.
(Admor Rabí Tzvi HaKohen MiRiminov en Iturei Tora)


"Separará las cenizas de lo que consumió el fuego... y las colocará junto al altar" (Vayikrá 6:3)
Si hubieses pasado años enteros tomando clases de piano, te sentirías muy desilusionado si una mañana te despertaras y no pudieras tocar "Para Elisa".  Si hubieses ahorrado un millón de dólares y los hubieses depositado en el banco, te enojarías mucho si al día siguiente el millón se hubiese esfumado...
Los logros físicos tienden a no desaparecer de un día para otro.  Sin embargo, en lo que respecta a los logros espirituales, cada día se empieza desde cero.  No se puede asumir que los triunfos espirituales de ayer nos protejan de los desafíos de hoy.  Cada día trae su propio Everest espiritual que escalar.
Suena difícil, ¿no?
Es difícil.
Pero hay un consuelo.  Aunque cada día enfrentemos nuevamente nuestros desafíos espirituales, nos hemos transformado en un ser diferente.  Y salimos a escalar esos picos espirituales, no como éramos ayer a la mañana, sino como una persona nueva.
Esta idea la podemos percibir al comienzo de la parashá de esta semana: cada día el Cohén quitaba las cenizas de la ofrenda diaria y las colocaba en la base del altar.  Milagrosamente, las cenizas eran tragadas por el suelo alrededor de la base del altar.  Por lo tanto, la ofrenda diaria era una ofrenda diferente cada día, pero sus cenizas, la evidencia del servicio de ayer, eran ahora parte integrante del altar sobre el cual se llevaba a cabo el servicio.
(Rabí Shimshon Rafael Hirsch, Rabí Mordejai Perelman)
Shabat Shalom

Enfoques sobre la Parashá Tzav - Ordena


Torá desde Jerusalem



Parashá Tzav - Ordena
Libro Vayikrá / Levítico (6:1 a 8:36)
Enfoques sobre la Parashá

"Un fuego continuo debe quemar en él; no debe ser extinguido" (Vayikrá 6:6)
No solo está prohibido apagar el fuego en el Altar, sino que además el fuego debe ser cuidado y se le debe agregar madera siempre que se necesite, para que las llamas asciendan constantemente.  Si está prohibido apagar siquiera un solo carbón en el Altar físico, cuanto más está prohibido apagar un simple rescoldo en el Altar espiritual, el corazón Judío.  El ansia por la santidad, la llama en el corazón que aspira nostálgicamente de arriba hacia dentro, debe ser constantemente acrecentada; ayudada y reforzada a través de la razón, la sabiduría y el discernimiento - con la iluminacion de las mitzvot y la luz de la Torá.
(Orot Hakodesh, Zevajim 91)


"Tzav..." (Vayikrá 6:1)
Son las últimas horas de la tarde.  Reubén decide que desde la puesta del sol ese día hasta la puesta del sol del día siguiente, se abstendrá de comer y tomar.  Él hace esto como un espontáneo regalo de devoción hacia Di-s.  Dos semanas más tarde, Shimón se da cuenta que el día siguiente es Yom Kipur, y no podrá ni comer ni tomar por 25 horas.  Interiormente se queja pensando en esas largas horas, la garganta seca, y el dolor de cabeza que tendrá, pero a pesar de esto cumple con el ayuno.  ¿Quién es más grande - Reubén, que actúa voluntariamente, por propia inspiración, o Shimón, que lo hace porque lo tiene que hacer - porque se le es ordenado?  Uno puede pensar que alguien que actúa voluntariamente está en un nivel más alto, pero nuestros Sabios nos enseñan que "Es más grande al que se le ordena y cumple que al que no se le ordena y cumple" (Tratado Kidushin 31).  La razón es que psicológicamente una persona se resiste a hacer lo que tiene que hacer.  Por eso, es más difícil para alguien a quien se le ordena y hace, que para alguien a quien no se le ordena y hace.  La primera palabra de la Parashá semanal es "Tzav" - "Orden".  Rashi nos dice que la palabra "Tzav" está siempre asociada con el concepto de disponibilidad.  Donde hay una orden, hay una gran necesidad de entusiasmo, ya que es mucho más difícil hacer...
(Basado en Maiana shel Torá)


"Si lo ofreciere por ofrenda de gracias..." (Vayikrá 7:12)
¿Qué significa la palabra "judío"?
"Judío" es la traducción de la palabra hebrea "yehudí", que proviene de la misma raíz que la palabra "lehodot".
"Lehodot" es un término muy interesante.  Posee dos significados.  Significa "agradecer" y tambien significa "admitir".
¿Qué tienen de común "agradecer" y "admitir"?
Al decir "gracias", estamos, esencialmenteadmitiendo.  Estamos admitiendo que estamos endeudados con la otra persona, por la bondad que hizo con nosotros.  A menos que admitamos que recibimos un favor, no podremos decir "gracias".
Si se nos llama "judíos", si eso es lo que somos, entonces debe ser que esas dos cualidades, la de admitir, y la de agradecer, son componentes integrales de nuestro pueblo.
Cuando una persona se salva de un peligro que amenazaba con su vida, la costumbre judía es hacer una comida especial en agradecimiento a Hashem.
Pero, ¿por qué Le damos gracias a Hashem de esta manera?  ¿Por qué no damos fondos para caridad, por ejemplo?
En la parashá de esta semana, se estudia una categoría especial de ofrendas que se llevaban al Beit ha Mikdash, y que se llamaban Korban Shlamim (ofrenda pacífica).  Esas ofrendas las comían, una parte los cohanim, y la otra, las personas que las ofrendaban.
La regla general era que las ofrendas debían comerse en su totalidad dentro de 36 horas, dos días y una noche. Pero el Korbán Todá era la excepción.  ?En que consistía? El Korban Toda era la ofrenda que se Le llevaba a Hashem en agradecimiento por haberse salvado de un peligro.
El lapso permitido para consumir el Korbán Todá eran solamente 24 horas: un día y una noche, hasta la medianoche.
¿Por qué el lapso para comer el Korban Toda era tanto más corto que el de los otros shelamim? Y este interrogante cobra fuerza si tenemos en cuenta la inmensa cantidad de comida que se debía consumir con el Toda: cuarenta panes.
La respuesta es que cuando la persona que traía el Toda veía todo lo que habia para comer, invitaba a sus amigos a celebrar y regocijarse junto a él en una comida compartida.
Por cierto que el tema principal de conversación era la gran salvación que habia sido causa del encuentro, y el anfitrión solía narrar las milagrosas circunstancias de su rescate.
Y, en especial, se le pedía que dijera palabras de Torá y de agradecimiento a Hashem por su salvación.
Cuando una persona tiene que levantarse y hablar frente a una multitud, lo normal es que se le acelere el pulso, se le humedezcan las palmas de las manos y se le seque la boca.  Se ve forzado a pensar con sumo cuidado lo que está a punto de decir, y cómo va a decirlo.
A través de ese proceso de reanalizar, la persona que recibió el milagro volvía a examinar cada uno de los detalles de su salvación, con el resultado de que no solamente inspiraba a su auditorio con el relato, sino que el mismo alcanzaba la concientización de todo la bondad  que le habia conferido Hashem.
(Abarbanel, Rabí Itzjak Ezraji en Mizmor le Todá)


"Se mantendrá ardiendo un fuego continuo sobre él; no será apagado" (Vayikrá 6:6)
La Torá prohíbe apagar el fuego del Altar.  Por el contrario: el fuego debe ser atendido constantemente, agregándole leña tanto como haga falta, de modo tal que la llama se eleve en forma constante.  Y si está prohibido apagar siquiera una sola brasa del Altar físico (Zevajim 91), cuanto más grande será la prohibición de apagar siquiera una sola brasa ardiente del Altar espiritual, que es el corazón judío.
El ansia de santidad, la llama del corazón que siempre aspira a elevarse más y más, hacia arriba, hacia su fuente, siempre deberá alimentarse y fortalecerse, a través del razonamiento, la sabiduría y el discernimiento, con la iluminacion de las Mitzvot y la luz de la Torá.
(Orot ha Kodesh)


"Ordena a Aharón y a sus hijos, diciendo: 'Esta es la ley de la ofrenda de elevación..." (Vayikrá 6:2)
Cada uno de los órganos de los sentidos tiene una cubierta que lo protege de las cosas indeseables.
La boca tiene labios, capaces de evitar que la boca emita frases fuera de lugar. Los oídos cuentan con lóbulos que pueden emplearse para bloquear la entrada de malas palabras. Los ojos tienen párpados y cejas. Y asi con todos los órganos de la percepción.
Con una sola excepción.
La mente no tiene protección.  Los pensamientos no tienen visor.  Van y vienen como quieren.  Por eso hace falta una medida extra de presteza y de vigilancia a fin de protegerla de los malos pensamientos.
Acerca del versículo citado, Rashi comenta que cuando la Torá emplea el termino "ordenar", siempre implica "presteza".  En el Talmud, Rabí Shimón afirma que cuando hay un "jisaron kis", la Torá exige una medida extra de vigilancia.
Literalmente, "jisaron kis" significa "pérdida de bolsillo", una pérdida monetaria.  En la mayoría de las ofrendas, los cohanim recibían parte del animal como comida.  Sin embargo, en el caso del korbán olá, en que se quemaba toda la ofrenda y el Cohén no recibía nada, los cohanim precisaban de una medida extra de vigilancia.
No obstante, "jisaron kis" también puede significar "que le falta una cubierta".  La ofrenda de elevación se llevaba como expiación por los malos pensamientos.  La mente no tiene barrera, no tiene cubierta.  Por eso, donde falta la protección, hace falta una medida adicional de vigilancia y de cuidado.
(Sijot Tzadikim en Maiana shel Torá)


"Ordénale a Aharón" (Vayikrá 6:2)
"¡Lo descubrieron!"  "¡La verdad salió a flote!"  "¡Revelación única!"  Vivimos en un mundo en el que la falta de cubierta es endémica; un mundo en el que todo debe revelarse.  Por  carecer nuestra sociedad de un verdadero centro espiritual, la única cualidad que se cotiza es la revelación. 
La revelación lo es todo.  Lo que no se ve o lo que no puede verse no vale nada, no sirve para nada. 
Las cosas sagradas, por necesidad, tienen que estar cubiertas.  Su propia naturaleza exige una cubierta.  En  todas las épocas han existido treinta y seis tzadikim por cuyo mérito existe el mundo.  Están ocultos.  Tienen que estar ocultos.
El domingo 19 de febrero de 1995 falleció en Jerusalem  Rabí Shlomó Zalman Oierbaj, a la edad de 84 años.  A la  tarde siguiente, 300.000 personas, una cantidad aproximadamente equivalente a la población adulta judía  de Jerusalem, lo escoltó en su último viaje.
La prensa israelí fue tomada desprevenida.  No tenían preparados obituarios, porque nunca habían oído hablar de él.  Fue una persona frágil y humilde ya desde joven. 
No se sentó en un concejo de Sabios.  No creó un imperio de publicaciones.  No distribuyó cassettes con clases. 
Durante 45 años encabezo una respetada Yeshivá de  Jerusalen que le proporcionaba su unico salario.  Y 300.000 personas escoltaron a este hombre, al que la prensa jamás llegó a conocer, a su último descanso. 
Lo sagrado debe estar cubierto.
Rashi comenta, con respecto al versículo citado: "La palabra 'ordénale' siempre connota diligencia y vigilancia.  Rabí Shimón dijo que la Torá necesita un  grado extra de vigilancia allí donde hay una falta de cubierta".
Al pensar en las ofrendas del Templo, pocas veces recordamos que, en la mayoría de las ofrendas, parte del korbán lo consumían el Cohén y la persona que lo habia traído.  Podríamos pensar que se trataba de un simple beneficio adicional para quien traía una ofrenda.  De hecho, el acto de comer, aparentemente, un mero acto físico, cubría la santidad más profunda del korbán.  Sin embargo, había un korbán que no era consumido ni por el Cohén ni por la persona que habia traído la ofrenda: el korbán olá o la "ofrenda de elevación".  El korbán olá debía ser consumido por el fuego en su totalidad.  No se comía ninguna parte de él.
En otras palabras, la santidad del korbán olá era algo revelado.  No poseía la cubierta; el camuflaje místico que se producía cuando el Cohén y el suplicante comían el korbán.
Es por ese motivo que el korbán olá necesitaba un grado extra de vigilancia y diligencia.  Porque lo que es revelado necesita extra protección y vigilancia.
(Jidushei ha Rim)
Shabat Shalom

Comentario sobre la Parashá Tzav - Ordena



Torá desde Jerusalem



Parashá Tzav - Ordena
Libro Vayikrá / Levítico (6:1 a 8:36)


Comentario sobre la Parashá

“He aquí... (Vayikrá 29:1)”
En el contexto de la parashá de esta semana, Parashá Tzav, en la que la Torá nos relata las obligaciones de los sacrificios, con tantos detalles que llegamos a preguntarnos qué relevancia podrían tener estos sacrificios en nuestra era.  Una época donde los países desarrollados entre comillas, se enorgullecen de sus sociedades protectoras de animales, en lucha por las especies en peligro de exterminarse y vaya a saberse por cuáles otros intereses también luchan. 
Pero qué interesante resulta, cuando se trata del derecho de un indefenso humano como lo es el feto de una mujer embarazada; de pronto los derechos de los débiles se borran de la conciencia.  ¿No será que no luchamos por los derechos ajenos sino que queremos tranquilizar nuestra conciencia a través de la protección de aquello que no nos incumbe?
Cuando escuchamos que existen países donde la Shejitá ha sido prohibida por crueldad, eso nos demuestra la equivocación sobre los conceptos, en la que nos encontramos.  ¿Podríamos pensar que la Torá permite sufrir innecesariamente, cuando el Talmud nos relata, que Rabí Yehudá Hanasí recopilador de la Mishná estando en su liská del Sanhedrín en el Santuario, vio escapar un animal que era llevado para su sacrificio y esconderse debajo de su silla, y al verlo Rabí Yehudá se dirigió al animal y le criticó por qué huía del sacrificio para el que había sido elegido?, por ello él fue criticado y castigado a doce años de enfermedad, por no entender el espíritu del animal que huía de la muerte.
 La Torá critica el no comprender y el hablar mal a un animal y no le critica haciéndole sufrir innecesariamente.
La Torá posee escalas de valores y pone el valor de la vida humana por encima del valor de la vida animal, por lo que se nos permitió sacrificar la vida de un animal para nuestra comida, para nuestra medicina y hasta para realizar estudios médicos.
La Torá comenta cómo el Cohén preparaba la ceniza que debía usar todo aquel impuro, para purificarse.  Sobre este precepto dijo el Rey Salomón: “Me acerqué para entenderla y ella se apartó de mí”.  No dijo que no se podía entenderla, sino que no llegó a entenderla.
En la Torá no existen misterios ni tabúes, todo es entendible y debe ser entendido, pues la falta de conocimiento aparta a la persona de su buen cumplimiento. Así como todo lo material tiene sus leyes físicas que la definen, donde sólo conocimientos muy profundos llegan a entender con muchas limitaciones el comportamiento de dichas leyes y las fuerzas que la dirigen, ya que es más lo desconocido que lo conocido, mucho más lejano se encuentran de nosotros los conocimientos de las leyes que rigen el mundo espiritual.
Sólo mentes atrofiadas intentarían enseñar a un niño ingeniería, ya que éste no cuenta con los conocimientos previos para entenderla, así mismo la Halajá critica a quien intenta entender las leyes de la pureza espiritual y su comportamiento, sin antes de entender las leyes que rigen la vida cotidiana y material del humano.
En días tan indecisos como los actuales, por los que atraviesa el mundo, debemos apoyarnos en la seguridad que da la Torá a quien la estudia y la alegría que obliga la Halajá en especial en este mes de Adar, concluiremos con las palabras de nuestros Sabios: “Una gran obligación es estar siempre en alegría” y “No hay alegría como el esclarecimiento de la duda”.
Shabat Shalom.
Rab Shlomó Wahnón

Parashá Tzav - Ordena



Torá desde Jerusalem



Parashá Tzav - Ordena
Libro Vayikrá / Levítico (6:1 a 8:36)
Resumen de la Parashá

A los cohanim les fue otorgado la mitzvá de t´rumat hadeshenrecoger las cenizas de las olot (ofrendas consumidas) diarias. También se les encargó mantener el fuego del altar encendido permanentemente. Aharón, el Cohén Gadol, recibió instrucciones de llevar diariamente una ofrenda de comida en la mañana y otra al anochecer.
Se promulgaron otras leyes que detallaban los deberes de los Cohanim y las partes de ofrendas que debían recibir.  Debían comer de las ofrendas en lugar puro y dentro del atrio del Santuario.
El Todopoderoso dijo a Moshé que Aharón y sus hijos fueran puestos en sus cargos con sus vestiduras, con todos los elementos ubicados en el Santuario (el Arca, la mesa del pan de proposición, los candelabros, el altar del incienso, etc.), y que convocara a toda la congregación a la puerta del Tabernáculo.  Los Cohanim se bañaron y Moshé vistió a Aharón su túnica, el manto, el efod, el pectoral; le colocó en la cabeza el turbante que tenía en el frente una lámina de oro.  Tomó Moshé aceite de unción y lo vertió sobre la cabeza de Aharón y lo santificó. Luego vistió a los hijos de Aharón, con sus ropas especiales. 
Moshé llevó luego, la ofrenda de expiación, un novillo, y posteriormente la ofrenda quemada, un carnero.  Durante siete días Aharón y sus hijos moraron en el Tabernáculo y se repitieron durante esos días los mismos rituales.

Feliz Purim de Breslev Israel!

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martes, 19 de marzo de 2019

Jag Purim

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lunes, 11 de marzo de 2019

informaciones sobre emailmarketing

Buenos dias

Mi nombre es Fabián Torre y soy técnico en EmailMarketing.
Me agradaria saber si les interesa recibir informaciones sobre
productos y servicios de EmailMarketing, y a que email puedo enviarlas.

Muchas gracias

Whatsapp: +55 719 9313-1792
Skype: chronskype

jueves, 7 de marzo de 2019

Vea el Cruce del Mar Rojo GRATIS por Michael Rood

Vea el Cruce del Mar Rojo GRATIS por Michael Rood

Casa donde se cree que vivió Isaí Padre del rey David

Recorrido por el barrio judio y Tumba del Rey David en Jerusalén

Reflexiones Parasha Pekude.


Torá desde Jerusalem



Parashá Pekudé - Recuento
Libro Shemot / Éxodo (38:21 a 40:38)
Reflexiones sobre la Parashá

"...el Tabernáculo del Testimonio..." (Éxodo 38:21)
El Tabernáculo era en sí mismo testimonio de la precisión del recuento de Moshé, porque si hubiera habido hasta la menor malversación de fondos, ciertamente la Presencia Divina no se habría posado sobre él.
Por ese motivo, se lo llama el Tabernáculo del Testimonio.
"Moshé erigió el Mishkán; colocó sus zócalos y puso en su lugar sus tablones, e insertó sus listones y erigió sus columnas" (Éxodo 40:18)
¿Dónde están los secretos ocultos del mundo?  ¿En qué parte de la Creación habremos de hallarlos?
Al estudiar el Mishkán y sus vasijas, sus sogas, la Menorá, la descripción de su armado y desarmado, estamos contemplando los secretos del mundo.
Pocos son los que son capaces de penetrar en la profundidad del Mishkan. Tal vez un solo hombre sabio y santo en cada generación. Tal vez unos pocos más individuos excepcionales con la instrucción de un gran sabio de la Torá logren tener una idea de esos secretos ocultos.
Sin embargo, es deber de cada judío ahondar y profundizar y rezarle a Hashem para que le abra los ojos aunque sea un poquito, a fin de contemplar aunque sea un solo instante dichos misterios.
Porque cuando la persona se esfuerza, encuentra.  La Torá está casada con el pueblo judío. La Torá quiere impartirles sus secretos a los que son dignos de ellos, porque "más que el ternero quiere mamar, la vaca quiere dar de mamar".
Cada uno de nosotros es capaz de descubrir constantemente nuevas ideas de la Sagrada Torá, siempre y cuando dirija su corazón al Cielo.  Con tan solo mirar hacia arriba, Él mirará hacia abajo e iluminará nuestros ojos con la luz de Su Torá.


"Él debe hacer el lavabo de cobre... de los espejos de las legiones..." (Éxodo 38:8)
Cuando miras a otra persona, ¿qué ves?  Notas todos los defectos de carácter que el tanto trata de ocultar.  Cuando miras a otra persona, piensa que estás mirando al espejo.  Asi como el espejo nos revela nuestras características físicas feas, cuando nosotros veamos en otros defectos en sus características personales, debemos revisar esas mismas características en nosotros mismos a modo de erradicarlos.  Eso es lo que el dicho quiere decir "¿Quién es sabio?  Aquel que aprende de toda persona" (Pirké Avot).
Cuando los cohanim (sacerdotes) se preparaban para el servicio a Hashem en el Mishkán, ellos se lavaban sus manos y pies.  En un nivel místico, este lavado era para quedarse ellos mismos limpios de cualquier impureza espiritual, de cualquier defecto, inclinación o parcialidad.  El lavabo en el que se limpiaban estaba hecho enteramente de espejos.  Ellos recordaban a los cohanim que a modo de distinguir sus propias imperfecciones, ellos debían primero mirar a su vecino, que él sea su espejo espiritual.  Ellos debían revisarse esas faltas en el carácter que ellos encontraban en otras personas.  Porque si fuera que debían mirarse solo a sí mismos, les sería muy difícil identificar sus propias faltas.
(Toldot Yaacob Yosef)


"Este es el recuento de los gastos del Tabernáculo" (Éxodo 38:21)
El cuerpo es como un traje de astronauta.  Es lo que permite que existamos en este mundo. Ese es su único propósito.  ¿Quién podría confundir el traje de astronauta con la persona que hay adentro?
Con anterioridad al pecado de Adam y Javá, no existía la vergüenza, y, por consiguiente, no habia necesidad de ir vestido. Ellos eran capaces de percibir con claridad que la esencia de la persona es su neshamá, su alma, y que el cuerpo es solamente el "traje de astronauta". Pero, tras el pecado, esa distinción ya no fue tan clara, e hizo falta  demostrar que el cuerpo tiene importancia únicamente en la medida en que asiste a la neshamá. Por ser el cuerpo algo visible, es muy fácil equivocarse y asumir que es la parte principal del ser humano. Es por ese motivo que la ropa, al cubrirlo, pone énfasis en el hecho de que el componente fundamental del individuo es su neshamá, su esencia espiritual interna.
El Midrash (Tanjumá Bamidbar 3) nos enseña que cuando se construyó el Mishkán, Hashem dijo que correspondía que hubiera allí tzniut (ocultamiento, recato).  El propio Mishkán estaba cubierto igual que una kalá (novia), con un velo adelante y una cola por detrás.  La esencia del Mishkán es la Shejiná, la Presencia Divina, que allí habita.  Si solo somos capaces de percibir la gloriosa estructura externa, atribuyéndoles santidad intrínseca a los meros materiales, olvidándonos de la esencia espiritual, el Mishkán se transforma en algo asi como un ídolo.
Del mismo modo, la Torá exige un grado extra de tzniut (recato) para la mujer judía.  En las culturas seculares, las mujeres están desvaloradas, y a veces, no son más que meros objetos físicos.  Se pone énfasis en lo que ven los ojos, en el "traje de astronauta".  Por el contrario, la mujer judía se viste de un modo tal que enfatiza su esencia interior. "Toda la gloria de la hija del Rey está adentro".
Shabat Shalom.

Enfoques Parasha Pekude.


Torá desde Jerusalem



Parashá Pekudé - Recuento
Libro Shemot / Éxodo (38:21 a 40:38)
Enfoques sobre la Parashá

"...piedras de recordación a los Hijos de Israel" (Éxodo 39:7)
Pregúntale a cualquiera que no haya tenido educación religiosa que sintió cuando se puso por primera vez kipá en publico.
Te dirá que es como transformarse en embajador.  Embajador del pueblo judío.  Embajador del propio Di-s.  Ahora todo el pueblo judío y Hashem pueden ser juzgados de acuerdo con el modo en que te comportas.  Hace cinco minutos decían: "¡Eh! ¡Miren a ese que se está colando!".  Ahora dicen: "¡Eh!  ¡Miren al judío que se está colando!".
El judío, a diferencia de la persona de color, siempre tiene la opción de entremezclarse con el medio, de acortarse la nariz, de acortarse el apellido.
Pero ni bien "sale" y lleva los signos del judaísmo, sus actos reflejan no solo al individuo que es, sino a todo el pueblo judío, y a Di-s. 
En el joshen, el pectoral, que llevaba el Cohen Gadol, habia doce piedras.  En esas piedras estaban inscriptos los nombres de las Tribus de Israel.  Se llamaban "piedras de recordación ante los Hijos de Israel".
Porque el pueblo judío recordaban que sus nombres estaban inscriptos en esa prenda sagrada, y entonces les daba vergüenza cometer un pecado.


"Y Moshé vio toda la obra (del Mishkán) y he aquí que lo habían hecho tal como había ordenado el Todopoderoso... y Moshé los bendijo" (Éxodo 39:43)
Rabí Moshé Helfan era un recaudador de fondos de la Yeshivá Telz de la ciudad de Cleveland.  Uno de sus donantes habituales era un granjero judío que tenia una granja en Pensilvania.  El granjero solía hacer una pequeña donación anual.  Sin embargo, en los años 70, cuando subió el precio del petróleo, el costo de la gasolina que hacia falta para conducir hasta Pensilvania y de regreso era más que el dinero que solía donar el granjero.
Rabí Helfan se encontró en un dilema.  Por un lado, no podía utilizar los fondos de la Yeshivá para financiar un viaje que sabía que causaría una pérdida.  Pero, por otro lado, no podía privar al granjero del mérito de hacer su donación.  Dijo: "Para el granjero, es un enorme mérito donar para la Yeshivá.  ¿Cómo lo voy a privar de eso?"
Entonces, Rabí Helfan decidió viajar a Pensilvania, pagando de su propio bolsillo el costo de la gasolina.
¿No es cierto que en las cenas de recaudación de fondos para una institución de beneficencia, los miembros de la misma suelen ser los que alaban y bendicen a los donantes?
En realidad, tendría que ser al revés.
Porque a través del esfuerzo de la institución en personal en crear un instituto de beneficencia que vale la pena, les dan a los donantes mucho más que lo que los donantes les dan a ellos.
El instituto de beneficencia les dio a los donantes un depósito en el Banco Nacional del Olam Habá (Mundo Venidero), que es un banco que no sufre ni de inflación ni de mala administración.
Entonces, ¿por qué es al revés, que los miembros del instituto les agradecen a los donantes?
La respuesta es que estamos siguiendo la tradición de Moshé Rabenu, quien tras enumerar todo el detalle del Mishkán, bendijo al pueblo por todo lo que habían traído, si bien ellos deberían haber sido los que lo bendijeran a él.


"Estos son los recuentos del Mishkán..." (Éxodo 38:21)
En el recuento que hace Moshé de los gastos del Mishkán, solamente se calcula la plata, no el oro.
La razón es que la plata se reunió a través de la donación obligatoria del medio shekel, que todos los Hijos de Israel debían entregar.
Moshé se dio cuenta de que, inevitablemente, entre el pueblo habría personas de naturaleza sospechosa, buscadores de cuentas, y por ese motivo hizo el recuento de la plata.
Sin embargo, el oro fue donado únicamente por personas de corazón abierto y generoso, entre las que no había lugar para la sospecha y la búsqueda de cuentas.
Shabat Shalom.

Comentarios sobre la Parasha Pekude.


Torá desde Jerusalem



Parashá Pekudé - Recuento
Libro Shemot / Éxodo (38:21 a 40:38)


Comentario sobre la Parashá

“Mi Se Ninjás Adar Marbim Besimjá”
“Desde el comienzo del mes de Adar se aumenta la alegría”, así dictamina el Shuljan Aruj en las halajot de Purim.  El significado de “la alegría” es un concepto muy importante entre nuestros Sabios que llegaron a implantar como precepto la obligación de la misma.  “Miztvá Gedolá Lihyot Besimjá Tamid”, Gran obligación es el estar siempre alegre.
Pocos preceptos encontramos que no dependen del tiempo ni de la situación, como en la semana de luto por la destrucción del Templo, la semana de Tisha Be’Ab, no nos prohibieron la alegría sino que obligaron a disminuirla.  La alegría es una situación obligatoria, pues la alegría es el catalizador de la potencia humana a realizar hechos.
Cuatro perashot, deben ser leídas en este mes, además de las correspondientes a las semanas, y existe una discusión entre nuestros Sabios sobre si todas estas lecturas son obligatorias de la Torá, o solamente la parashá Zajor, y hay quien dice también parashá Pará Adumá, entonces si la obligación proviene de la Torá, esto nos indica la importancia del mensaje de las mismas.
Parashá Shekalim que leímos y hablamos de ella en la parashá Ki Tisá, hace dos semanas, sobre la obligación de participar con medio shekel en expiación por el censo o en la participación para la construcción del Tabernáculo y para la compra de los sacrificios obligatorios del año que comienza con el mes de Nisán.
Parashá Zajor que debe ser leída el sábado anterior a Purim, en la que la Torá nos obliga a recordar lo que nos hizo Amalek en nuestra salida de Egipto, cuando estábamos cansados y desgastados, no teniendo temor de Hashem.  “Todo el que se apiada del cruel, llegará a ser cruel con los débiles”, así nos enseña la Torá a relacionarnos con el mundo que nos rodea, no ser piadosos con los crueles; Chamberlain se apiadó cuando pudo ser cruel, y al final la historia nos demostró que hicieron falta dos bombas atómicas, decenas de millones de muertos para terminar con la crueldad de un sádico que se enorgullecía de haber matado a seis millones de indefensos niños, mujeres y ancianos.  La parashá Zajor debe ser leída todos los años, pues la historia solamente cambia de escenarios, y la crueldad en el hombre ya fue advertida por la Torá, cuando luego del diluvio, dijo el Creador: “Ya no volveré a maldecir la tierra a causa del hombre, pues todo designio del corazón del hombre es malo desde su juventud”.  Llegó la Torá hasta lo más profundo del ser humano, esta es la expresión con la que definen nuestros Sabios la relación y el entender del hombre.  Nuevos vientos soplan en nuestros días, y quizás la lectura de este año nos recuerde lo que el mundo no quiso ver en los años 30.
Parashá Pará Adumá, sobre la que dijo el Rey Salomón: “Quise entenderla y se apartó de mi”; el sabio de todos los sabios no llegó a comprender el comportamiento de los conceptos espirituales de la pureza y la vaca roja, sobre la que la Torá advirtió que todo impuro deberá purificarse tras todo un proceso que incluye las cenizas de esa vaca.  Hoy en día en la búsqueda por lo desconocido, donde los límites de la estratosfera se quedaron chicos frente a nuestras ambiciones, queremos romper las barreras del conocimiento y navegar mas allá de la lógica en mundos y realidades fuera de nuestro alcance.  En esa ilógica hay quien quiere profundizarla místicamente sin saber leer el abecedario, y esto es parte de los efectos de una generación soñadora en el más allá, sin conocer la realidad cercana.
Parashá Hajodesh, última de las cuatro perashiot, ha de ser leída el último sábado del mes, y nos señala el comienzo del año, en el que el mes de Nisán, mes de la primavera, es el primer mes del año, pero este tema lo trataremos, “Bli Neder”, con más amplitud por el concepto y la importancia de las fechas incluidas en dicha parashá.
Shabat Shalom.
Rab Shlomó Wahnón

Parashá Pekudé - Recuento



Torá desde Jerusalem



Parashá Pekudé - Recuento
Libro Shemot / Éxodo (38:21 a 40:38)
Resumen de la Parashá

Se realizó el recuento de todo lo gastado para la construcción del Tabernáculo, según ordenó Moshé.  Se recontó todo el oro empleado, como así la plata, el cobre, y demás objetos.
Se confeccionaron los vestidos de Servicio, como también los vestidos sagrados para Aharón, todo de acuerdo a lo ordenado por el Eterno a Moshé.  Se utilizaron hebras de oro, tejidos teñidos de colores celeste, púrpura y carmesí y los engarces de piedras de ónix con oro, grabados en ellas los nombres de las doce tribus de Israel.  Otras piedras preciosas utilizadas para el pectoral fueron rubí, topacio, ágata, turquesa, zafiro, diamante, ópalo, amatista, berilo y jaspe.  Todo fue inspeccionado personalmente por Moshé.
Se terminó la construcción del Tabernáculo y el primero de Nisán, fue instituido el Mishkán por Moshé quien ordenó colocar todos los elementos y utensilios, el candelabro y su encendido.  Moshé tomó el Testimonio y lo colocó en el Arca.
Una nube cubrió el Mishkán, que era la gloria del Todopoderoso.  Cada vez que la nube se elevaba, era una señal que indicaba que el Pueblo de Israel debía continuar su marcha.  Por la noche la nube se convertía en fuego, que era visto por toda la casa de Israel.

2019 El Acuerdo del Siglo: PAZ Y SEGURIDAD

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