Salve a ti oh árbol generoso
y viviente hecho por el creador;
eres la vida en su esplendor,
la sombra y su frescor,
el pan de vida de la creación.
Liba la abeja tu rico néctar de una flor,
de ella también se alimenta el picaflor,
tu aliento fresco lleva la vida a mi interior,
tus frutos de mil colores,
son tus espermas iridiscentes,
que esparcen la vida con su verdor.
Llora en silencio la Madre Selva
por que sus hijos uno por uno
caen bajo las cierras de destrucción,
mueren las ceibas, los altos robles,
el cedro y el caracolí,
también las lianas, las altas palmas,
muere la selva y con ella
el mismo hombre que la quemo.
Llora en silencio la Madre Selva,
el hombre ciego la destruyó,
de sus entrañas mana la vida
la vida eterna, que dio el creador.
Es su ritmo, ritmo de vida
que representa la Reina de la creación,
en el danza la mariposa
el loro y el perezoso,
la hormiga arriera,
el papagayo y el colibrí.
Ellos en coro cantan un gloria
a Ti reina de la creación,
desde mi interno también lo canto
Gloria por siempre
!Oh¡ Madre Selva,
reina por siempre
Reina de la Creación.
Héctor Durán Rosero
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