Hola.
Por lo general cuando inicia diciembre, en automático comienzo lentamente a hacer mi cierre de año. Es ese momento cuando inicio el recuento de lo vivido y cómo estoy interiormente, más allá de los eventos, es decir, la esencia de lo vivido durante el año.
Creo que tengo un compromiso interno conmigo misma de hacer cierres genuinos; deseo dejar de ver lo superficial, lo aparente o externo. No quiero quedarme sólo en la lista de lo que fueron pérdidas, inicios de proyectos y logros.
Normalmente hago esa lista y a mis grupos les pido hacerla también, sin embargo considero que no es suficiente. Necesitamos recordar consciente y nuevamente lo aprendido en lo intelectual, emocional y espiritual.
Un año son muchos días de caminar, primero con nosotros mismos y después con seres amados que llegan y se van de nuestra vida, por elección o por circunstancias de vida.
Tenemos experiencias en nuestra existencia donde un año no es suficiente para poderlas acomodar o re significar. A veces el tiempo requerido para asimilar el aprendizaje es más largo; por lo general sabemos internamente cuando ya lo acomodamos, entonces la vida continúa; y hasta ese momento se camina en el propio sendero de la existencia, preparado y abierto para tomar la vida completa y plenamente.
No hablo de esa felicidad donde no ocurren cosas difíciles de enfrentar, hablo de la fuerza interna y la certeza de poder con la vida propia.
Al menos en mi experiencia personal he tenido muy buenos años y en otros, lo bueno es poco, el dolor es mucho y el aprendizaje es enorme.
En este valorar y evaluar estos 365 días, me confirmo en cosas. Como por ejemplo en la pasión a mi trabajo, el amor a mis hijos, familia y amigos. Confirmo también que a pesar de que he vivido cosas muy difíciles con personas, sigo creyendo en la sabiduría y grandeza del ser humano.
Lo peor que me podría pasar es que además de la pérdida de personas, yo perdiera confianza en la gente, o mi ingenuidad ante muchas cosas, o la capacidad de amar y entregarme.
Hoy lo puedo separar, hace algunos años no lo lograba hacerlo. Se iba la gente de mí y yo sentía que perdía una parte de mi misma.
Agradezco también los viajes de este año, especialmente valoro la llegada de bellas personas a mi vida. Gente de lugares lejanos que me permitieron tocar su corazón y tocaron profundamente el mío.
Me agradezco haber corrido riesgos aún con el miedo; el padre de mi amiga diría: “con todo y miedo”. Me agradezco haber dudado, porque aunque fuera tambaleándome, creí en mi voz interna; el haber estudiado mucho; el crear proyectos nuevos en diferentes áreas de mi vida; ser optimista y alegre.
Me agradezco el placer que siento en la vida ante la cercanía de la gente. Y valido a la vez mis espacios de soledad donde me encuentro yo conmigo. Me alegra continuar cuestionando algunas de mis creencias.
Me enternece la llegada de amigos a mi vida, donde en ese contacto con el otro me permite descubrirme y verme, porque sólo con esas personas y de esa manera puedo ver ciertas áreas de mí, en el ser y estar.
Como esa amiga que cuando habla, me lleva a recordar frases textuales que mi padre expresaba; o esa otra que siempre llamo cuando algo es confuso y después de un rato ambas nos reímos de mí, o aquella que cuando nos dejamos de ver, la extraño. Ese amigo que escribe cosas bellas y estuvo en un momento difícil de manera incondicional y cuidadosa, en fin, podría mencionar muchas situaciones y personas, sin embargo lo que deseo es agradecer humildemente y expresar mi amor.
Me queda pendiente para continuar trabajando y aprender en mi proceso personal: el miedo que aun tengo ante la posible pérdida de mis seres amados; el luchar dura y abiertamente por lo que quiero; el darme espacios más frecuentes para hacer cosas que me gustan mucho como nadar, escribir, pasear, etc. Visitar y disfrutar a mis amigas queridas que dejo de ver porque “no tengo tiempo” o “no alcanzo”.
Necesito trabajar aun más en mi misma que: el correr riesgos y perder no es tan grave; dejar de exigirme el no equivocarme. Manifestar mi enojo sin irme. Soltar el descuido que a veces tengo en mi salud.
Esta soy yo hoy, al compartirte esto te invito a revisar tu año y lo más significativo para ti. Esto que plasmo en unas líneas hoy; quizá mañana lo viva y piense diferente, ojalá así sea porque esto implicará que voy cambiando y re aprendiendo.
Deseo intensamente “ir a lo externo e interno con amor y profundidad” en mi experiencia de vida.
Me gustaría inquietarte un poco para que te cuestionaras a ti mismo ¿En qué te confirmas? ¿Qué te agradeces? ¿Dónde te queda trabajo interior por hacer? ¿Y tus amigos qué son en tu vida? ¿Eres buen amigo? ¿Qué deseas intensamente en tu experiencia de vida?
Te deseo que luches incansablemente por aquello en lo que crees y a la vez te llena de amor contigo mismo y con los demás…
Atte.
Ma. Gpe. Medina G.
“Quédate quieto, en silencio. Y escucha a tu CORAZÓN... Y cuando él te hable: levántate y ve dónde él te lleve"
Susana Tamaro.
cusi huasi
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