Argentina. Lope, con humor
Argentina. Lope, con humor
Son pocas las veces en que alguien se anima a Lope de Vega, pero cuando se encuentra el modo de ponerlo hoy, es siempre un placer.
Gatomaquia , del grupo uruguayo La Cuarta Colectivo Artístico, viene arrasando con premios en los diez países y treinta festivales internacionales en los que se presentó. Aquí estuvo en los festivales de Mendoza y de San Rafaela de Santa Fe, y en el Cervantino de Azul, y en Buenos Aires pudimos verlo en los teatros Catalinas Sur y El cubo. Desde finales de 2010 y actualmente, se presenta en Timbre 4.
Además de dirigirla, Manuel Vidal adaptó lo que es una novela en verso o epopeya burlesca, escrita hacia el final de la vida del Fénix, en 1634. En sus últimos años, el poeta frecuentó un humor paródico que se burla de los temas y formas propios del teatro. La obra presenta el clásico triángulo, con enfrentamientos por celos, duelos y secuestros en plena boda, pero en el mundo de los gatos y más a favor del amor que de la legitimidad por antigüedad, posesión o costumbre.
Si bien estos personajes gatunos podrían suponer un infantil, es una obra para adultos, aunque no excluye asistir con los hijos. Se cree que Lope la escribió para uno de sus hijos. Vidal aclara que “como pedía Brecht, hay un distanciamiento y seducción que la aleja de la fábula infantil”. Se refiere tanto al texto como a la puesta.
La Cuarta es un colectivo que viene trabajando desde 1996 en Uruguay. Uno de sus fundadores y productor de Gatomaquia , Gustavo Zidan, explica que teniendo ya la dramaturgia realizaron un casting. Y eligieron bien, una tarea difícil porque se respeta el verso con que fue escrita, en la modalidad de silva: una combinación de heptasílabos y endecasílabos. Leonor Chavarría, Natalia Bolani, Santiago Sanguinetti y Fernando Dianesi (egresados de la Escuela de Arte Dramático de Montevideo), además de poner con naturalidad intenciones y matices a lo rimado, bailan, cantan, utilizan instrumentos musicales. A sus aportes se suman el vestuario de Paula Villalba, la composición musical de Fernando Ulivi y la dramaturgia de otra fundadora del Colectivo: Laura Pouso.
Sobre todo, la gracia está en que para cada una de las siete partes en que Lope dividió su epopeya, la puesta propone un estilo distinto, sin perder coherencia: ópera, rap, historieta. Así, el verso no cae en la monotonía que podría encontrar un público no acostumbrado. Y no se traiciona al barroco mezclando géneros. Esta profusión de recursos, puestos sin abusar, da como resultado un Lope como debe haber sido en su tiempo: muy entretenido, que a la vez nos hace pensar en las consecuencias de ser posesivo y del uso de la violencia. Hacia el final de su vida quizá Lope se ordenó sacerdote porque cuanto más conocía a los hombres, más amaba a los gatos.
• Susana Villalba | | 2011-02-23
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