REVISTA BRASILEÑA VEJA REVELA LA LUCHA SECRETA DE CHÁVEZ CONTRA SU CÁNCER
noviembre 19, 2011 6:10 pm
Hinchazón
y cansancio / El presidente participa en una ceremonia militar en
Caracas, el seis de noviembre. Cáncer de próstata con metástasis en los
huesos y un tumor maligno en el colon
La revista semanal brasileña Veja
es la más importante de América Latina y una de más importantes del
mundo. Desarrollar un tema como el que a continuación les traemos les
toma un mes en promedio. Por la importancia del tema y la precisión en
sus referencias, creemos que su lectura ayudará a comprender la
encrucijada en que se encuentra el presidente Chávez, su gobierno y el
país.
Lea a continuación el trabajo de Veja en traducción libre de lapatilla.com:
La lucha secreta de Chávez contra el cáncer
El
presidente venezolano declaró estar curado del cáncer, sin embargo,
fuentes en su país afirman que no puede sobrevivir hasta las elecciones
del 2012
Hace
un mes, el presidente venezolano, Hugo Chávez besó la imagen de yeso
del médico José Gregorio Hernández (1864-1919), idolatrado como un santo
en su país, agradeciendo la “curación” de su cáncer. Pantomima. La foto
de arriba, hecha dos semanas atrás, muestra otra realidad. El rostro
hinchado, la piel reseca, la falta de cabello y el aspecto cansado
componen el retrato de un hombre enfermo, muy enfermo. “ Su apariencia
muestra que el tratamiento continua, y que el cáncer está activo o
podría volver”, dice el oncólogo Ademar Lópes de São Paulo. Ese criterio
es reforzado por una serie de informes detallados de la evolución del
cáncer de Chávez, generados por fuentes en Venezuela, a los que la
revista Veja tuvo acceso.
Según
estos informes, Chávez no sólo sigue enfermo, sino que su cuadro
clínico se complica cada día que pasa. El cáncer, que estaba
restringido a la próstata y al colon, hace tiempo se esparció, con
metástasis en los huesos. Las Fuentes en Venezuela, apoyadas en exámenes
médicos, afirman que Chávez viviría poco más de un año. El tirano que
gobierna a Venezuela por doce años, presiente con amargura un crepúsculo
anticipado. En las elecciones presidenciales de octubre del año
próximo, Chávez podría no estar presente.
El
primero en alertar al propio Chávez sobre la gravedad de su problema de
salud fue un médico español, en enero pasado. Para entonces, Chávez ya
convivía hace más de un año con síntomas que indicaban la existencia de
un tumor en la próstata. A pesar de ello, el venezolano postergó la
realización de los exámenes sugeridos. En mayo, el primer síntoma
indicando una salud frágil, ya era visible. Chávez apareció en público
apoyado en una muleta.
La
versión oficial aseguraba que la causa real era una lesión en la
rodilla. Pero la dificultad para caminar tenía otro motivo, según las
informaciones obtenidas por Veja la razón era un avanzado estado de
cáncer en los huesos. Al mes siguiente, Chávez fue internado en un
hospital en la Habana (Cuba) para extirpar el tumor en la próstata. La
cirugía, no recomendada para casos de neoplasia en esa glándula con
metástasis, puede haber sido un error médico gravísimo que aceleró la
propagación del cáncer. Una segunda cirugía se realizó a los diez días
conforme aseguró Chávez. Desde ese momento en adelante, la terapia fue
dirigida por médicos europeos, con equipos importados. Los cubanos
fueron relegados al papel de observadores.
La
imagen hinchada de Chavez en los últimos días, con la quijada hundida
en el pecho, puede interpretarse como un síntoma de que el tumor de
próstata ya habría alcanzado el recto, (la parte final del intestino)
comprimiendo las vías urinarias, o como efecto de los esteroides usados
en la quimioterapia. El urólogo, Fernando Almeida, de la Universidad
Federal de São Paulo y los oncólogos Sergio Azevedo de la Universidad
Federal de Rio Grande del Sur y Samuel Aguiar Jr, del Hospital A.C.
Camargo de São Paulo, hicieron un análisis crítico de los informes
obtenidos por Veja. Según los especialistas, algunos de los
procedimientos citados no se aplican en los casos regulares de un cáncer
de próstata. Los tumores originados en esta glándula, por ejemplo, no
requieren quimioterapia, y Chávez ya enfrentó cuatro sesiones.
Según
fuentes venezolanas, el uso de la quimioterapia se debe a la apareción
de un cáncer de colon, que perforó la pared del intestino y provocó una
infección. El tumor en el colon también explica la segunda cirugía. La
posibilidad de que surjan dos tumores simultáneamente es rara pero no
imposible. Dado que los síntomas fueron menospreciados por más de un
año, las células cancerosas de la próstata se esparcieron hasta los
huesos, lo que fue detectado en un análisis citológico.
En
agosto, los médicos concluyeron que el tratamiento en dos frentes, con
quimioterapia y radioterapia había fracasado. Se consideró entonces la
transferencia de Chávez para un centro oncológico en Europa. Chávez se
negó y en septiembre realizó una serie de sesiones en La Orchila, donde
se ubica la casa de playa presidencial.
A
finales de octubre, Chávez tomó un decisión sorpresiva, según las
fuentes de Venezuela. Al tanto de la gravedad de su enfermedad, prefirió
no someterse a un tratamiento más agresivo, que con seguridad lo
retiraría de la actividad pública. Optó por recibir entonces una terapia
más leve. Sin embargo, tuvo que abandonar su programa dominical, Aló
Presidente y los discursos interminables. Ahora, difícilmente sale de
Caracas.
Previendo
no participar en las elecciones de octubre por razones de salud, Chávez
ha escogido como sustituto al canciller Nicolás Maduro, el único
integrante del gobierno que conoce toda la verdad sobre la enfermedad
del jefe. En el 2012, Maduro se topará con una oposición fuerte y
organizada.
Siete
candidatos que están en sus 40 años participarán en las primarias de
febrero para escoger el candidato que enfrente a Chávez. A pesar de que
la enfermedad ha elevado la popularidad del gobierno en 8 puntos
porcentuales, esta empatía no se ha expresado en apoyo político, pues
para un 52% de los venezolanos, el ganador preferido de la próxima
contienda electoral será un opositor.
En
la Habana, Chávez fue tratado en el Centro de Investigaciones Médico
Quirúrgicas (Cimeq). Estas camas están reservadas a los miembros del
Partido Comunista, militares y artistas del país. A pesar de ser
considerado el mejor de la isla, el Cimeq cuenta con tomógrafos con diez
años de uso y otros equipos considerados pequeños “frankensteins”,
armados con piezas de equipos viejos, holandeses y franceses.
Hace
tres años un cardiólogo del Cimeq tuvo un tumor en el páncreas y vino a
tratarse en São Paulo. Sus gastos fueron cubiertos por el gobierno de
la isla. Un telegrama de la misión diplomática americana de 2008,
divulgado por Wikileaks, afirma, que el jefe del Cimeq, un
neurocirujano, viajó a Inglaterra a operarse un ojo y desde entonces,
regresa periódicamente para su control.
Como
presidente del país con la quinta mayor reserva de petróleo en el
mundo, Chávez encontraría tratamiento adecuado en su propio país. O
podría seguir el ejemplo del paraguayo Fernando Lugo, quien trata su
cáncer linfático en el Hospital Sîrio-Libanes de São Paulo, desde el año
pasado.
A
principios de julio, el Canciller Nicolás Maduro vino a Brasil para
consultar a médicos brasileños y preparar un posible viaje de Chávez. El
precio a pagar implicaría seguramente, revelar los detalles de la
enfermedad, por lo que el asunto no permanecería en secreto.
En
una democracia consolidada, los secretos prácticamente no existen. La
lucha de la presidenta Dilma Rousseff y ahora del ex presidente Lula son
conocidas en detalle por los brasileños. Chávez se refiera a su
enfermedad del mismo modo como administra su país: sin transparencia e
ignorando los signos de deterioro. El año pasado la inflación fue del
28% y el PIB cayó 1.5%. Caracas tiene la mayor tasa de homicidios de
América Latina, 112 muertos por cada 100 mil habitantes.
Los
caricaturistas son arrestados por hacer una simple broma. Dispuesto a
acelerar lo que él considera ser una revolución sin precedentes y
enamorado de su propia infalibilidad, Chávez acudió a la ideología y a
la medicina cubanas. Con ello no curó a su país ni a sí mismo.
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