El doctor Rodolfo Llinás Riáscos,
(Bogotá, 16 de diciembre de 1934, MD, Ph. D. ODB),
es el colombiano con mayor posibilidad de ser Premio Nobel de Medicina.
Es tal vez el médico que más ha estudiado y que más sabe del cerebro en
el mundo. Es el actual jefe de neurociencia del Hospital de Nueva York.
Esta entrevista sirve para cuantificar el pensamiento de este gran
científico bogotano.
¿Será posible algún día hacer trasplantes de cerebro?
No, absolutamente imposible. Y no porque si a uno le trasplantan un
cerebro, no le estén trasplantando un cerebro, que a alguien se le tomó
de su cuerpo. Es que usted desaparece como tal cuando le quitan el
cerebro para ponerle uno nuevo. Una mano o el corazón
pueden trasplantarse, pero el cerebro, nunca. Si yo me quito mi cerebro
y me pongo el suyo, ya no soy yo, sino que soy usted.
¿Es posible en el futuro descubrir una vacuna contra el Alzheimer y el mal de Parkinson?
Sí, no sólo una vacuna, hay muchos tratamientos, de eso he venido
hablando últimamente. Eso ya es mucho más real, porque el Parkinson es
una enfermedad degenerativa, y el Alzheimer es una enfermedad
degenerativa. Trabajamos la proteína de una persona como antes
experimentamos con el cerebro de un calamar. Ya conocemos el mecanismo
de la enfermedad, y [la solución] es muy factible.
¿Pronto o muy lejana todavía?
Creo que es probable que en los próximos diez años haya una solución,
que pueda encontrarse la curación. Tenemos una droga que sirve aunque no
es perfecta, y porque sirve es que ya uno tiene más o menos arrinconada
la enfermedad.
¿Usted ha señalado la posibilidad de una especie de vacuna para incitar el amor?
Me han preguntado mucho sobre eso, ¡pero cómo voy a decir semejante
cosa! No existen vacunas contra una situación de ese calibre. El amor no
es una enfermedad, no es un virus, ¿entonces a quién se va a atacar? ¿Y
entonces qué es el amor? Es un estado funcional
del cerebro. Y las bases del sentimiento no las entiendo aunque sé
dónde están.
Además de las drogas y el alcohol, ¿es cierto que ser negativo también
deteriora el cerebro? Es decir: ¿es dañino ser pesimista o amargado?
Ser pesimista o amargado es un estado del cerebro. No se puede ser
triste sin cerebro. Entonces usted me pregunta si el estado general de
la tristeza o la amargura deterioran el cerebro. Yo le diría que no,
porque el cerebro ya está dañado: por eso es que está
triste todo el tiempo, son funciones del cerebro que han evolucionado.
Cuando uno está feliz es porque está relacionado con algo bueno. Es
conveniente hacer cosas que le mejoren a uno la vida. Es importante la
capacidad de reproducirse, la sensación de no
sentir dolor. Aunque parezca obvio, generalmente uno se siente bien
cuando deja de sentirse mal. Después de un dolor de cabeza, yo me siento
fantástico porque ya no tengo dolor de cabeza.
¿A qué edad es más importante en el cerebro la educación?
La educación debe hacerse tan tempranamente como sea posible. A los
niños hay que enseñarles a pensar, a que generen sus propias soluciones.
Hay que enseñarles a que entiendan, pues el saber se pierde. ¿Acaso
usted recuerda los afluentes del Caquetá? ¿Los estudió?
Es inmensa la cantidad de cosas que aprendimos pero que no sabemos
porque no tuvieron contexto. En la educación le queman a uno el cerebro.
A los niños hay que enseñarles a pensar, es decir, enseñarles en
contexto.
¿Se podrá llegar a leer alguna vez la mente humana, la de los demás?
Sí, ya lo hablamos: cableándolo, o con estímulos. Una vez trabajé en
París y teníamos que llegar por la noche y el celador cerraba con llave,
y entonces debíamos timbrar, y el celador nos echaba unas vaciadas
tremendas: que ya estaba en la cama, que qué desgracia,
y escupía y gritaba. Entonces dije: Vamos a hacer un experimento
interesante: le llevamos una botella de vino. Entonces el celador cambió
y cada noche nos recibía como a unos príncipes. Le cambiamos el modo de
pensar, pues cambiar la manera de pensar es de
lo más pendejo que hay! Ahora: que la gente se lo deje cambiar, es otro
asunto, pues hay cosas que no son negociables. Es muy difícil, por
ejemplo, convencer a otro para que mate a su mamá, aunque alguien
existirá que lo haría muy fácilmente
Usted, que ha estudiado el cerebro, ¿cree que el suyo funciona mejor ahora que cuando era joven?
Mucho mejor cuando era joven. Lo que pasa es que ahora sé más. Bien se
dice que el diablo sabe más por viejo que por diablo. El ideal es que yo
pudiera tener el cerebro joven sabiendo todo lo que sé ahora. Si al
cerebro le quitamos el conocimiento, sería botar
a la basura un gran capital que me ha costado tanto trabajo.
¿Existe alguna fórmula para mejorar el cerebro?
Hay muchísimas. La principal: úselo. Si uno no usa el cerebro, éste se
atrofia, como los músculos y como todo lo demás. Por ejemplo, no se meta
esas borracheras espantosas ni consuma drogas. A mí me preguntan que si
he consumido drogas. No he tomado droga de
ninguna especie, lo máximo que me he tomado es un vino, drogas no,
porque no me interesa, porque si yo veo los colores muy bien y no quiero
que sean más claros, pues no me interesa. Esas gentes que se están
metiendo ese tipo de drogas, ¡qué horror!, van a
tener el cerebro podrido cuando tengan sesenta años, si es que llegan a
los sesenta.
¿Se puede afirmar que algunas personas tienen el cerebro tan poderoso como para dominar a otras?
Es una buena pregunta sobre lo que es un cerebro poderoso. Si uno mira
los animales, hay unos que son animales Alfa, líderes, y eso quiere
decir que piensan un poco más rápido, que ven mejor, que oyen mejor, que
para ciertas cosas son mucho mejores. Entonces
todos los siguen. Una persona que realmente es un líder puede hacer las
cosas mejor. Mire usted la importancia del liderazgo en las fuerzas
armadas. El liderazgo es importantísimo, pero no es que sea más fuerte
el cerebro. De pronto sí piensa mejor. Entonces
cambie la pregunta: Si uno tiene un cerebro que piensa mejor, ¿puede
convencer a las personas? Pues claro, ese es el concierto humano.
¿Qué opina de tantos negociantes que ofrecen vitaminas y medicinas para el cerebro?
Que quieren plata. La gente vende porquerías por plata, desde el
principio de la vida. Es como el cuento de los tres judíos que están en
un tren y llega un ruso y les pregunta: ¿Ustedes por qué son tan
inteligentes?, y le contestan: Es que nosotros comemos
cerebro de pescado, y si nos paga por estas cabezas, se las vendemos.
El ruso se las come y piensa que de inmediato se va a poner más
inteligente. Al rato regresa y dice: Pues me comí el cerebro de los
pescados y nada; yo creo que eso no sirve. Entonces los
judíos le responden: Le sirvió para que se diera cuenta de algo de lo
que antes no se había dado cuenta: de que eso no sirve. ¡O sea que su
cerebro empezó a funcionar!
Usted dijo que la plata es importante pero que el negocio es la vida…
Lo que dije es que el negociar, la capacidad de interactuar socialmente,
es sumamente importante porque somos animales sociales. La plata es una
manera muy sencilla de facilitar los negocios. Uno puede hacer una
pregunta muy sencilla que yo le hago a la gente:
¿Cuánta plata tengo que darle para que me deje matarlo? Y responden:
“¡Cómo así!”. El dinero es una metodología para mejorar ciertas cosas,
pero no es la vida.
En esa perspectiva, ¿cómo explica usted la muerte? ¿Tanto luchar para morirse?
Es que si no quiere luchar, pues no luche. Pero si alguien no lucha,
entonces no entendió la vida. La vida no es para que le paguen a uno
para trabajar, qué cosa tan triste. Y si cree que el trabajo es para
burros, si cree eso, fue que le dañaron el cerebro.
Vivimos para trabajar, para pensar, para cambiar, eso es la vida.
¿Entonces usted no le tiene miedo a la muerte?
¡Pero cómo voy a tenerle miedo a la muerte! Qué le voy a tener miedo a
la muerte si nunca voy a conocerla. La única muerte que yo no voy a
conocer es la mía. La muerte para mí no existe. De todas maneras me voy a
morir. Yo les digo a mis estudiantes: Estar
vivo es sumamente peligroso; si no quiere peligro, muérase, porque a
los muertos no les pasa nada.
¿Usted sueña?
Sí, con detalles y con sonidos y colores. Sueño en colores, oigo a las
personas y le hablo a la gente en todos los idiomas, y pasan toda clase
de situaciones, pasan cosas interesantes y la mayoría de ellas son
verdad.
¿Cómo puede mejorarse la memoria?
La memoria es un estado funcional del cerebro. Si usted me pregunta cómo
determina la masa muscular la fuerza, le respondo que la fuerza es la
masa muscular. Haga ejercicio. Venden productos que pueden mejorar la
memoria, como programas de computadora, y sudokus,
y no solamente eso: viva más. Esos aparatitos son buenos y fuerzan a la
gente a utilizar la memoria. A mí me dicen: Usted dejó de hablar
castellano durante veinte años, ¿y cómo es que no se le olvidó? Pues es
que si yo hablo el castellano y sueño en castellano,
¿cómo se me va a olvidar?
¿Los humanos tenemos el mismo cerebro o hay diferencias entre razas, entre hombre y mujer, entre ricos y pobres...?
La similitud de los cerebros es como la de la nariz: todas las personas
la tienen, pero no hay dos iguales. El cerebro es el mismo para todos,
pero se diferencia en la organización de los circuitos, que se da al
azar; aquí la variabilidad es infinita. Hay personas
con mayor capacidad para ver los colores, para interpretar música o
para ser parlanchinas... Y eso depende de las propiedades intrínsecas de
las neuronas, no del color de la piel o del tamaño del bolsillo.
¿Qué nos hace distintos entonces?
Una neurona es como una maraca que suena por su lado, y nunca deja de
sonar. Frente a un estímulo externo, o de manera automática, todas las
neuronas entran en un estado de 'maraquismo' y suenan a la par, después
vuelve cada una a lo suyo... Esa capacidad para
cambiar sus ritmos es distinta. Eso nos hace diferentes, pero la gente
tiende a exagerar esas diferencias.
En definitiva, ¿qué es el amor?
Es un estado funcional, como una golosina, y los enamorados son golosos
("que me ame, que me ame"). Eso hace que se sienta rico y que se activen
los sistemas de gratificación. Por eso gusta. Claro, eso es indistinto
de lo que se ame o a quién se ame. Amar la
plata o a alguien del mismo sexo es, funcionalmente, la misma vaina.
Eso sí, nunca es demasiado, nadie se muere por exceso de amor. No es
como la epilepsia.
¿Y el amor a primera vista?
Funciona como en el cerebro de los pájaros: el patrón de acción fijo
estaba activado, disponible y listo cuando apareció la persona que le
gustó, y listo.
¿Y el amor eterno?
Ese es de inteligentes que estructuran y modulan los patrones de acción
fijos sobre la base de ver al otro como la mano de uno. Cuidarla es mi
responsabilidad y viceversa. Saber que no habrá puñalada trapera es la
norma. ¡Nunca, primero me matan tres veces!
Esa es la clave neuronal del amor eterno, la que mantiene el estado
funcional activo y bloquea cualquier cosa que le sea contraria. Es una
calidad de estado mental. Si se entiende, no hay otra posibilidad que
amar al otro; en cambio, querer acostarse con otro
y pasarla rico no es amor. Amor es compromiso y cerebralmente está en
el cerebro truhán. , porque con él se interactúa y se avanza, con las
tetas no. Amar es cerebralmente un baile y hay que bailar con el que
pueda danzar con el cerebro de uno. Amar es bailar,
no hacer gimnasia. Encontrar eso es muy difícil; hallarlo es un tesoro.
¿Qué es la inteligencia?
Cerebralmente es la capacidad de abstraer para simplificar y actuar
sobre esa simplificación. Cerebralmente está entre un oído y el otro, es
decir en todas partes... Y claro, existen diferentes tipos de
inteligencia.
¿El subdesarrollo es un patrón cerebral?
El país puede estar subdesarrollado, pero yo no. Eso no es contagioso. Ah, no hay cerebros subdesarrollados.
Se dice que solo usamos el 10 por ciento del cerebro...
Esa es una forma estúpida de pensar. Lo usamos todo y nunca se detiene.
El cerebro actúa todo siempre; lo que sí sucede es que unas funciones se
inactivan para que otras puedan marchar. Eso es necesario.
¿Las nuevas generaciones serán más inteligentes?
No hablen caca...
¿Cómo define a una persona inteligente?
La que es capaz de poner en contexto el mundo externo.
¿Se puede ejercitar el cerebro?
Sí, la labor intelectual genera más labor intelectual...
¿Quién es genio?
Aquél al que no le cuesta trabajo.
¿Y nace o se hace?
Nace con patrones cerebrales específicos: por ejemplo, el que es buen
matemático, no es bueno bailando; el que es bueno pintando, se puede
enredar haciendo una cuenta.
¿Por qué los científicos no son políticos?
Porque la política es un arte, no una ciencia.
¿Cree que este país debe seguir siendo manejado por esos artistas?
Desgraciadamente no hay más remedio.
¿Tenemos buenos artistas de la política?
No son artistas de la política pura. La mayoría son fracasados de otras disciplinas.
¿Por qué usted pudo y otros no?
Por suerte. Sea lo que sea, no me hice a mí mismo. Si en el momento en
que uno nace las narices grandes son favorables, y uno viene con ellas,
¡de buenas! El valor que uno tiene es el problema de los demás, uno no
se juzga, lo juzgan los demás.
¿Cómo se sentiría si mañana encuentra la cura de una enfermedad?
¡Colombianísimo!