 | NUEVA CRISIS POR AGUA SE AVECINA EN TEGUCIGALPA |
El nivel de los embalses baja estrepitosamente por uso irracional del líquido.
Las altas temperaturas y el uso irracional del agua ya comienzan a pasar la factura en los embalses Los Laureles y La Concepción que abastecen a la capital.
Una vez más, la ciudad se encuentra entre la espada y la pared por la creciente demanda de agua y la estrepitosa caída del nivel de sus principales represas que, tras haber alcanzado su máxima altura en el invierno de 2010, comienzan a sufrir los efectos del verano. El mayor impacto se registra en el embalse Los Laureles que, tras haber obtenido -meses atrás- su máxima capacidad de 10.5 millones de metros cúbicos, registra actualmente una cantidad de 4.3 millones de metros cúbicos de agua, que representan el 41.6 por ciento del volumen existente, dice en su página digital el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados, Sanaa.
Los Laureles es el embalse que distribuye agua al 25 por ciento de la capital y, de acuerdo con las proyecciones que maneja el Sanaa, si no se toman medidas “disciplinarias” en la administración del líquido, el embalse podría dejar de funcionar antes de junio próximo.
Una situación diferente es la del embalse La Concepción que almacena 24.6 millones de metros cúbicos que representan el 68 por ciento del volumen existente. La capacidad máxima de la represa La Concepción, que abastece de agua al 60 por ciento de la capital, es de aproximadamente 36 millones de metros cúbicos de agua.
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