PARASHA VAIAKEL

Vaiakel(Éxodo 35:1-38:20)

Vaiakel - Pekudei 5770

 Estas 2 Parashiot se leen generalmente hermanadas (juntas) y marcan el fin del libro de Shemot (nombres), segundo Jumash de La Torá Hakedoshá.

El pasuk en Vaiakel dice así: “Tomen de ustedes Terumá para Hashem, todo bondadoso de corazón que la traiga”, Kol Nediv Libó Yebieha (Shemot 35-5). Nos dice Eben Ezra, que el Keju (tomen) se cambió a Yebieha (traigan), quiere decir que cambia de tomar a traer. Hay dos tipos de personas, las que hay que ir a pedirles (tomar) alguna Terumá, favor o Jesed (Favor), y hay las segundas que con el corazón en la mano están buscando como hacer favores (traer).

Nos cuenta Kohelet Rabá (1-1), y Shir Hashirim Rabá (1-4), que Rabí Janina Ben Dosa, (el cual era esclavo de Hashem y aunque vivía en extrema pobreza todo el mundo se sostenía por su merito), una mañana vio a toda la gente de su pueblo subir a Yerushalaim, para traerle Korbanot a Hashem. Sufría en su corazón y se decia, yo también quiero traer sacrificios Al Beit Hamikdash, sin embargo mi carencia económica no me lo permite. ¿Qué hizo Rabí Janina Ben Dosa?

Salió fuera de la ciudad y buscó qué podía llevar. Encontró una piedra que le pareció muy hermosa y aunque muy pesada, estaba sobre la tierra. Se puso a buscar cargadores que lo ayudaran a llevarla a Yerushalaim. Encontró 5 cargadores y le pidieron cinco monedas de oro para llevar semejante peso hasta Yerushalaim.

“Imposible” les respondió, solo tengo 5 monedas sencillas (no de oro) en mi bolsa, y ellos aceptaron. Con gran esfuerzo físico levantaron la piedra y la cargaron hasta el Beit Hamikdash, así se encontró Rabí Janina con la piedra frente a él y buscó por doquier para pagarles a los cargadores, mas estos habían desaparecido. Entonces corrió Rabí Janina al Lishcat Hagazit y platicó lo sucedido a los Jajamim, y estos le dijeron: “Te mandó Hashem ángeles para ayudarte a traer tu Mitzvá hasta aquí”. (Kol Nedib Libó yebieha)

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En una ocasión, viajaba Rav Elimelej Milizensk (su Yortzait cae el 21 de Adar) por Polonia y sintió la imperiosa necesidad de pararse en una pequeña ciudad y entró al Beit Hakneset. Pidió por favor la palabra para dar una Drashá y la gente sorprendida aceptó. Se paró y dijo: Hay en este lugar un fuerte olor de Nevelot y trefot (impurezas). La gente molesta decidió bajarlo y golpearlo, sin embargo el Rav, cuya identidad era desconocida para ellos, corrió y no fue alcanzado.

En la persecución pasaron por el patio del Shojet de la ciudad y se detuvieron al percatarse de que era cierto. El Forastero tenía razón, habían sido alimentados con todas las Averot (pecados) del mundo. Se dieron cuenta que habían sido notificados por Ruaj hakodesh y que su Shojet era un tramposo y lo corrieron inmediatamente.

Al huir el Rab Elimelej Milizensk, fue alcanzado por un niño el cual le dijo: “Rebí, no fue usted pagado por la Drashá y yo tengo estos ahorros, tómelos”. El Rav sorprendido le dijo: “Eres un menor, el dinero es de tu padre”. “No” dijo el niño, “esto es mío, y mi padre me autorizó a hacer lo que yo quiera con él, y ésta es mi voluntad de todo corazón”. Sin alternativa, el Rav lo tomó y le dijo: “Te bendigo que tus hijos se casen con Guedolei Israel”. Al pasar los años, la hija de éste niño se casó con el hijo del Rav Elimelej, y sus otros hijos también tuvieron esa suerte con otros Talmidei Jajamim, por la Brajá del Rav, y gracias a su “Nedib Leb Yebieha”.

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Nos cuenta la guemará en Masejet Guitin (58a), que Rabí Yehoshua ben Janania (bendita la madre que lo tuvo), en uno de sus viajes a Roma, le dijeron los Yehudim, que habían traído preso los Romanos a un niño de ojos claros, con peot y que parecía Yehudí. Fue hasta la cárcel y desde la calle gritó: “¿Quién puso a que pisen a Yaacob y a Israel como botín de guerra?” (Ishayahu 42-24). De una de las ventanas asomó su pequeña cabeza un niño, y continuó con el pasuk: “Es Hashem al que le pecamos y solo a él, ya que no fuimos en sus caminos y no escuchamos su Torá”. Rabí Yehoshua no descansó hasta liberar a este pequeño con una gran suma de oro (Pidión Shebuim), y logró llevar al pequeño a Eretz Israel. (“Kol Nedib Libó Yebieha”) Este niño creció y fue Rabi Ishmael ben Elisha (nota: no el Cohen Gadol, según la explicación del Maram shif, Rab Meir Shif. 1608-1644).

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La guemará en Brajot (7a), nos cuenta sobre Rabí Ishmael ben Elishá, que era de la casa de Aharón Hacohén y llegó a ser Cohen Gadol. Y en nuestro día sagrado (Yom Hakipurim), entró a traer nuestra Teruma más sagrada por todo Klal Israel, nuestra plegaria por la vida, para servir a Dios. En ese momento vio a Hashem sentado en su trono. Hashem le dijo: “Ishmael hijo mío bendíceme”. Entonces Rabí Ishmael le dijo así a Hashem: “Que sea Tu voluntad Padre Bendito delante Ti, que conquiste Tu piedad al enojo y que supere la compasión a Tus decretos. Que te comportes con Tus hijos en la medida de la piedad y penetres a ella más allá de llegar al juicio (Midat HaDin)”. Hashem movió su cabeza en señal de aceptación. Éste Cohen Gadol, Rabí Ishmael ben Elishá, sabía cumplir el pasuk: “Kol Nedib Libó Yebieha”

Le pido modestamente a Hashem que la petición de Rabí Ishmael Cohen Gadol sea escuchada para todas las generaciones hasta la llegada del Mashiaj Tzidkeinu.

Leilui nishmat aví morí vaateret roshí Eljanan Refoel ben Tzvi Hirsh Halevy z''l. Que estas palabras sean para su Zejut.