Torá desde Jerusalem
Parashá Vayakhel - Y reunióLibro Shemot / Éxodo (35:1 a 38:20)
Parashá Vayakhel - Y reunióLibro Shemot / Éxodo (35:1 a 38:20)
"Moshé habló a todos los Hijos de Israel reunidos diciendo, "Esta es la palabra que Di-s ha ordenado, diciendo: Tomen una porción de ustedes para Di-s, todo aquel cuyo corazón lo motive debe traerlo..." (Shemot 35:4-5)
Cuando damos Tzedaká al carente, debe ser en forma discreta y callada, pero cuando damos para alguna causa sagrada tal como el Tabernáculo, el Bet HaMikdash, sinagogas o Yeshivot, es una Mitzvá dar a conocer nuestro nombre en publico. Dar es contagioso. Cuando otras personas ven el honor que se da a los "patrones" de nuestras instituciones los motivarán a donar también para estas causas. La Torá usa la palabra adicional "diciendo" para recordarnos que debemos decir quién hizo la contribución.
"Todo hombre cuyo corazón lo inspiró, vino; y todo aquel cuyo espiritu lo motivó trajo la porción de Di-s para el trabajo de la Tienda de Reunión..." (Shemot 35:21)
Como el Pueblo Judío pasó los últimos cientos de años en esclavitud haciendo trabajos domésticos, ninguno de ellos estaba entrenado para construir las cosas necesarias para el Mishkán. Los únicos que se ofrecieron como voluntarios fueron aquellos que tenían el coraje y la auto-seguridad para adelantarse y decir que estaban dispuestos a intentar hacer algo aunque no tenían experiencia previa.
Si una persona demuestra buena voluntad para tomar nuevas responsabilidades, encontrará que posee muchos talentos latentes.
(Adaptado del Rambam)
"Betzalel construyó el Arca de madera de acacia..." (Shemot 37:1)
Si una persona hace una Mitzvá con las intenciones más puras, solamente para hacer la voluntad de Di-s, entonces tal Mitzvá será tan especial que dejará una marca permanente en el mundo. La mayoría de los artículos del Mishkán que fueron también usados más adelante en el Primer Templo, se perdieron durante la destrucción del Templo. Solo el Arca de Betzalel quedó.
A pesar de que muchas personas participaron en crear otros utensilios sagrados del Mishkán, el Arca fue hecha solo por Betzalel. Como el Arca tenía figuras en ella, solo un hombre extremadamente piadoso podía construirlo. Si el escultor se descuidaba inclusive en un ligero pensamiento de que las figuras podían estar remotamente asociadas con idolatría, la santidad del Arca hubiese sido invalidada. Un tema tan delicado como este solo pudo ser confiado a Betzalel, un artesano piadoso y habilidoso. La familia de Betzalel era conocida por luchar en contra de la idolatría; su abuelo fue matado tratando de prevenir el pecado del Becerro de Oro.
Con su sabiduría y pureza de pensamiento, Di-s dijo en la Torá que Betzalel estuvo encargado de la construcción de todo el Mishkán. Asi él hizo que su trabajo, su sola responsabilidad, la construcción del Arca, fuera protegido por la Providencia a través de la historia.
(Meshej Jojma)
"Estos eran los cálculos del Mishkán..." (Shemot 38:21)
Antes del pecado de Adam y Java, no había vergüenza, y es por eso que no habia necesidad de usar ropas. Ellos percibían claramente que la neshamá (alma) es la esencia de la persona, y el cuerpo no es más que una herramienta de la neshamá. Después del pecado, sin embargo, esta distinción se hizo borrosa, y fue necesario mostrar que el cuerpo es importante solo mientras sostiene a la neshamá. Como el cuerpo es visible, el hombre se equivoca muy fácilmente y le atribuye la importancia principal. Por esta razón, las ropas, al cubrir el cuerpo, acentúan que la esencia espiritual interna, la neshamá que esta oculta de la vista, es la de suprema importancia. El Midrash (Tanjumá Bamidbar 3) relata que cuando el Mishkan fue levantado, Di-s dijo que tzniut (modestia, recato) es extremadamente importante en este lugar. El Mishkán estaba cubierto como una novia, con un velo en el frente y una cola detrás para acentuar que su esencia es la Shejiná, la Presencia Divina, que mora allí. Si uno ve solo la gloriosa estructura, atribuyendo santidad intrínseca solo a los materiales, mientras se olvida de la esencia espiritual, el Mishkán se convierte en algo parecido a un ídolo. Similarmente, la Torá requiere un grado extra de tzniut (modestia, recato) de las mujeres (Bereshit Rabá 18:3). En las culturas seculares, las mujeres son reducidas a objetos físicos, y su énfasis es puesto en donde "mira el ojo". La mujer Judía se viste para acentuar la esencia de su ser interior. "Toda la gloria de las hijas del Rey esta en el interior".
(Adaptado de Rabi Zev Leff ")
"Y luego llegaron aquellos cuyos corazones los motivaron" (Shemot 35:21)
Contemplemos un momento a los ricos. ¿Qué es lo que tienen todos en común? Una enorme iniciativa. Tener iniciativa significa que el individuo no se fija en lo que posee en el presente, sino que tiene la confianza suficiente como para proyectar un posible futuro, y actuar en pos de esa posibilidad.
"Y luego llegaron aquellos cuyos corazones los motivaron". Los obreros que construyeron el Mishkán (Tabernáculo) debían tener el corazón motivado, porque carecían de toda experiencia previa en las áreas en que trabajaban, y no habia nadie que les enseñara... Ellos fueron verdaderos pioneros. Y lograron su propósito gracias a que poseían el coraje interno para ir y ofrecerse a hacer aquello que hiciera falta. No pensaron en sus limitaciones, sino que proyectaron sus sueños.
Asi como hace falta una gran iniciativa para hacerse rico, tambien hace falta una enorme iniciativa para hacer espiritualmente rico. ¡Si sabemos aprovechar esos picos de inspiración para elevar cada vez más nuestros objetivos espirituales, entonces recibiremos la ayuda Divina que nos ha de remontar hasta el Cielo!
(Rambán, Rabí Yerujam Levovitz, Rabí Zelig Pliskin)
"E hizo la jofaina de cobre... de los espejos de las mujeres..." (Shemot 38:8)
Cuando miramos a alguien, ¿qué es lo que vemos? Vemos todos los defectos de carácter que esa persona tanto se esfuerza por ocultar. Cuando mires a otra persona, piensa que te estás mirando en un espejo. Así como el espejo nos revela nuestros rasgos físicos no tan favorecidos, cuando encontremos algún mal rasgo de carácter en otra persona, fijémonos si nosotros mismos no poseemos también ese defecto, para poder asi tratar de erradicarlo. Eso es lo que significa la frase: "¿Quién es sabio? El que aprende de todas las personas" (Avot).
Cuando los cohanim (sacerdotes) se preparaban para el servicio de Hashem en el Mishkán, se lavaban las manos y los pies. En un nivel místico, ese lavado tenia el propósito de lavar sus faltas espirituales, sus defectos, y sus prejuicios. La jofaina en la que se lavaban estaba hecha completamente de espejos. Eso servía para recordarles a los cohanim, que para poder distinguir sus propias imperfecciones, primero debían fijarse en el prójimo; que el prójimo debía ser su espejo espiritual. Debían buscar en sí mismos los defectos que percibían en los demás. Porque si solo se miraban a sí mismos, les costaría mucho identificar sus propias faltas.
(Toldot Yaacob Yosef)
Shabat Shalom.
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