Torá desde Jerusalem
Parashá Balak - Balac
Libro Bamidbar / Números (22:2 a 25:9)
La parashá comienza relatando que Balak, rey de Moab, vio que el Pueblo de Israel había vencido a los emoritas, y se atemorizó. Sabía que era un pueblo numeroso y temía ser invadido por ellos y para evitarlo se alió a los midianitas. Asimismo, envió mensajeros a Bilham, que vivía en Petor, quien era nigromante, para que los maldijera.
Bilham pidió a los enviados que pernoctaran allí, pues él consultaría con Hashem sobre si podía hacerlo, y habiéndosele aparecido durante la noche, el Todopoderoso le indicó no hacer nada contra ese pueblo, ni que acompañara a los mensajeros. Así lo hizo.
Balak consideró que una segunda invitación surtiría más efecto y envió a otra delegación mayor y prestigiosa que la anterior que llevaba mayores recompensas. Nuevamente Bilham pidió que permanecieran esa noche con él, para volver a consultar al Eterno. En esta oportunidad recibió como respuesta que fuera con los mensajeros, pero que solamente hablaría lo que Él le indicaría.
A la mañana siguiente ensilló su asna y se encaminó hacia Balak. En el trayecto se le apareció un ángel que le obstaculizó el camino. Solamente el asna vio al ángel del Eterno y desvió su camino por lo que Bilham la castigó, pero nuevamente el ángel no le permitió continuar el camino. Luego Bilham vio al ángel y se prosternó y le reiteró que solo hablaría las palabras del Eterno.
Una vez llegado hasta Balak, éste le ofreció una fiesta en su honor. A la mañana siguiente fueron a la colina de Baal, para que Bilham viera de allí al campamento del Pueblo de Israel. Bilham pidió se construyeran siete altares y sacrificaron un carnero y un buey en cada uno de ellos y consultó a Hashem, Quien puso Sus palabras en él, y en su discurso dijo, ¿por qué iba a maldecir a quien Hashem no maldice?, y terminó alabándolo. Esto disgustó a Balak y decidió llevar a Bilham a la cima del monte Pisgá, creyendo tener en ese lugar mejor suerte. Pero nuevamente Bilham lo decepcionó ya que volvió a bendecir al Pueblo de Israel. Balak pidió a Bilham que desistiera de su pedido y finalmente Bilham predijo que ese Pueblo sería soberano y que vencería a Moab, Edom y Amalek.
Los Benei Israel acamparon posteriormente en Shitim, donde mujeres moabitas provocaron a los israelitas para unirse a ellas, adorando a idolatrías e inmoralidades. El Eterno ordenó a Moshé sentenciar de muerte a los pecadores y lo hizo mediante una plaga. Entonces Pinjás, hijo de Eleazar, el Cohén Gadol, vio a un Benei Israel manteniendo relaciones con una midianita, y decidió matarlos a ambos con una lanza. Durante el tiempo que duró la plaga murieron veinticuatro mil israelitas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario