Nada retengas.
Nada trabes.
Nada mezquines.
Déjalo ser.
La Existencia es un eterno transcurrir.
Un eterno dejar ser.
Allí donde la mezquindad humana irrumpe
se desata el dolor y el sufrimiento.
Allí donde el temor se instala
no deja prosperar ni evolucionar
cosas ni seres hacia
su plenitud posible.
Has abierto las manos
y has sanado unas alas cubiertas con alquitrán,
apelmazadas con viejos rencores,
remotos episodios de odios y venganzas.
Así como has soltado esa noche,
sigue soltando cada día, más y más,
hasta desprenderte sinceramente
de todo intento de control,
manipulación,
o dominio sobre algo o alguien.
Conviértete en un estado prístino
de conciencia clarificada,
en un mar extenso
y transparente,
pleno,
y entrégate a la
simpleza de Ser.
Nada trabes.
Nada mezquines.
Déjalo ser.
La Existencia es un eterno transcurrir.
Un eterno dejar ser.
Allí donde la mezquindad humana irrumpe
se desata el dolor y el sufrimiento.
Allí donde el temor se instala
no deja prosperar ni evolucionar
cosas ni seres hacia
su plenitud posible.
Has abierto las manos
y has sanado unas alas cubiertas con alquitrán,
apelmazadas con viejos rencores,
remotos episodios de odios y venganzas.
Así como has soltado esa noche,
sigue soltando cada día, más y más,
hasta desprenderte sinceramente
de todo intento de control,
manipulación,
o dominio sobre algo o alguien.
Conviértete en un estado prístino
de conciencia clarificada,
en un mar extenso
y transparente,
pleno,
y entrégate a la
simpleza de Ser.
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