CHILE: REGIÓN SOPORTÓ 224 TEMBLORES EN 53 DÍAS |
Registro telúrico de enero y febrero confirma
alta actividad sísmica en la zona
alta actividad sísmica en la zona
Prácticamente no pasa un día que no tiemble en la Región de Antofagasta: durante el año 2011 se han registrado 224 sismos en la zona, algo así como 4,2 sacudidas cada 24 horas.
Esta frecuencia ubica a la región como el área con mayor dinamismo telúrico del país, junto con el sector afectado por el terremoto del 27 de febrero pasado, en el sur. Es la "zona roja" del mapa.
Así lo revela el detallado registro del Servicio de Sismología de la Universidad de Chile, el organismo que trabaja con el gobierno en la investigación y análisis del fenómeno.
Pero a pesar de esta intensa actividad, la seguidilla de movimientos no aminora la energía acumulada en el norte chileno, por ende, la llamada "laguna sísmica", aquella ventana de 130 años sin grandes eventos en esta parte del planeta, sigue intacta. En otras palabras, las placas tectónicas continúan en constante estrés y la amenaza de un terremoto de 9 grados más vigente que nunca.
TENDENCIA
El primer sismo del año se registró el 1 de enero a las 19:05 horas y su hipocentro estuvo ubicado 69 kilómetros al norte de Calama. Ese mismo día ocurrieron otros cinco temblores, todos en el interior de la región, en las localidades de Socaire y Ollagüe específicamente.
Lo ocurrido ese día resume el comportamiento sísmico regional: un movimiento constante en el interior, mientras que en la costa temblores más espaciados. De las 224 sacudidas registradas hasta ayer en la tarde, 197 ocurrieron en la zona cordillerana y 27 en el litoral.
El director del Centro de Ingeniería y Mitigación de Catástrofes Naturales de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antofagasta, el geógrafo e hidrólogo Jorge Ramírez, asegura que la actividad permanente de los volcanes en la zona andina explica esta mayor sismicidad.
En la costa, por el contrario, los temblores son provocados por el ajuste de las placas de Nazca y Continental.
VOLCANES
El caso de Ollagüe es emblemático. En los primeros 53 días del año ya anota 83 sismos en sus inmediaciones, los que tienen explicación en la microsismicidad volcánica.
El caso de Ollagüe es emblemático. En los primeros 53 días del año ya anota 83 sismos en sus inmediaciones, los que tienen explicación en la microsismicidad volcánica.
En la lista de mayor actividad luego viene Calama (55 temblores), Socaire (26), San Pedro de Atacama (15), Quillagua (12), Tocopilla (10), Antofagasta (9), Mejillones (7), María Elena (3), sector de Minera Escondida (3) y Taltal (1).
Los movimientos no han sido de elevada intensidad. De los 224 episodios, sólo ocho han sido "sensibles", es decir, perceptibles para las personas.
Jorge Ramírez explica que las características sísmicas de la región, con un suelo rocoso y focos siempre a más de 30 kilómetros de profundidad, hacen que la mayoría de los temblores pasen inadvertidos, pese a ser de 5 grados, por ejemplo.
"En Nueva Zelandia hubo un terremoto grado 6,3 que dejó a decenas de muertos, ese movimiento fue superficial, a sólo tres kilómetros de profundidad, algo que acá afortunadamente no ocurre", comentó.
TSUNAMI
El experto en desastres asegura que esta actividad está dentro de los rangos normales para una zona de reconocida sismicidad. "Me empezaría a preocupar si no temblara", dice el investigador.
Sobre el esperado terremoto en el norte de Chile, Ramírez asegura que es una catástrofe que, según los datos estadísticos y científicos, debe ocurrir en algún momento.
El experto detalla que desde el Siglo XV la zona soportó cada 100 años un terremoto de grandes proporciones, con tsunamis de carácter destructivo. El último fue el de 1877, que hizo desaparecer Cobija.
"Pasó el 1900 y no ocurrió nada, los terremotos de 1995 y 2007 no responden a las características de estos grandes movimientos", asegura.
Un antecedente no menor en ese sentido -expone- es que las dos zonas que no liberaban energía en el país por décadas eran el norte y el área centro sur del país. El 27 de febrero pasado "rompió" una zona que acumuló energía por 150 años. Ahora queda esta área.
Y, contrario a lo que muchos piensan, los temblores pequeños no ayudan a liberar ese estrés. "Mil sismos de intensidad 5, por ejemplo, no alcanzan a liberar la energía de un terremoto 7", advierte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario