Ponga, si fuese posible, una música calma y colóquese en una posición bien confortable. Relájese, relájese, relájese. Respire profundamente algunas veces.
Concentre su atención en las diversas partes de su cuerpo y vaya relajándolas una por una. Usted se estará relajando si siente, en esa parte, una especie de hormigueo, o levedad, o como si no existiese esa parte del cuerpo…
Ejemplo: "Mi cuero cabelludo está bien relajado; mi cabeza está bien relajada; mis párpados están relajados; mi rostro está bien relajado; mi cuello está bien relajado; mi garganta está bien relajada; mis pulmones están bien relajados; mi corazón, está bien relajado; mi estómago, abdomen, intestinos y todos los órganos internos están bien relajados; mis caderas están bien relajadas; mis muslos están bien relajados; mis rodillas están bien relajadas; mis piernas están bien relajadas; mis pies, plantas de los pies y dedos de los pies están bien relajados; mis brazos están bien relajados; mis manos y dedos de las manos están bien relajados. Mi mente está ahora despejada, límpida, en paz y calma; mi corazón sede de mis afectos, está en paz, iluminado, feliz, lleno de buenas emociones positivas. Ahora hay una perfecta interacción entre mi mente, mi corazón y mi cuerpo. Estoy sintiéndome más liviano, más liviano, como flotando en un mundo maravilloso. Siento en mí la serenidad de un lago azulado…"
Relájese más y más.
Ahora usted está en condiciones de programarse, de enviar alguna orden a su subconsciente; está en condiciones de estudiar y de resolver problemas.
Si usted está embarazada, entre en alfa y hable con su bebé: dígale que lo ama, que lo espera con entusiasmo; manifieste su cariño por él; desee que se desarrolle sano, feliz e inteligente
Una persona en nivel alfa es mucho más receptiva. Si usted desea, por ejemplo, irradiar energías de salud para su hijito, mándele que diga cualquier oración –basta que una criatura rece y ya está en alfa- y en ese momento irradie hacia él lo que usted desea.
SOY ESPIRITUAL
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