El Sagrado Número PI y las PI-rámides de Egipto
Mucho antes de que se pusieran de moda las teorías sobre la construcción de las pirámides de Egipto que hablan de alienígenas o habitantes de la Atlántida, se pensaba que éstas eran obra de Dios. Los primeros cristianos y musulmanes creían que las pirámides eran refugios construidos para sobrevivir al Diluvio Universal.
Ya en el siglo XIX, algunos descubrimentos sugirieron que la construcción de las pirámides estuvo influenciada por alguna entidad superior. Estas teorías llevaron a la creación de nuevas pseudociencias: “matemáticas de las pirámides“, “numerología” y de tipo astrológico que relacionan la constelación de Orion con las pirámides de Gizah, entre otras. Desde entonces, muchos han creído que las misteriosas conexiones numéricas encontradas en estas obras magnas forman parte de un gran plan. La más famosa de estas conexiones numéricas es la omnipresencia del misterioso número Pi en el monumento más grande jamás construído por el hombre en piedra, la pirámide de Keops.
¿Qué es Pi, y cómo puede encontrarse en la Gran Pirámide?
Pi, en si mismo, no es ninguna invención mágica o misteriosa. Se trata simplemente del valor por el que tenemos que multiplicar el diámetro de un círculo para obtener su circunferencia. El valor aproximado de Pi (3,141592…) se puede obtener a partir de experimentos simples. Cogemos por ejemplo una rueda de un metro de diámetro, la hacemos girar hasta que toda su superficie haya tocado el suelo, y no es ningún secreto que el recorrido que habrá hecho la rueda estará alrededor de los 3,14 metros. O igual de sencillo, podemos rodear la superficie de la rueda con una cuerda, y medir su longitud. Nos dará 3,14 metros igualmente.
Pi es un número irracional con infinitos decimales, y puede ser calculado hasta un mínimo de dos decimales, si tenemos el suficiente conocimiento teórico de geometría –cosa que los antiguos egipcios nunca tuvieron– Es imposible conseguir con el experimento de la rueda un resultado más preciso de Pi que “3.14 +/- 0.05″, así que si encontramos un valor mucho más preciso en las dimensiones de un edificio nos encontramos con una irrefutable prueba de un conocimiento matemático muy avanzado.
Pi-rámide
La Gran Pirámide de Keops tiene una base de 230,38m de longitud y una altura de 146,6m. Si tomamos dos veces la longitud de la base, y la dividimos por su altura, obtenemos el valor de “3.14297…”. Es una gran aproximación al valor de Pi, mejor que el valor que los antiguos egipcios pudieron haber estimado con su medida de 3, por lo que… ¿estamos ante el signo evidente de un diseño por parte de una entidad superior? La respuesta de los científicos es un claro ‘No’. ¿Por qué no, tienen una mejor explicación que darnos?
Algunos dicen que este valor de Pi en la pirámide es simple coincidencia –bastante coincidencia, igualar el valor de Pi al cuarto decimal–. Además, hay otras muchas pirámides dimensionadas con el valor de Pi, incluso con mayor precisión. ¿Más coincidencias?
Los científicos sugieren que el uso de cuerdas sería impracticable en estos casos (las cuerdas de estas dimensiones se romperían o cambiarían su longitud debido a la enorme presión ejercida para mantenerlas en tensión). Entonces, lo más probable es que los egipcios utilizaran ruedas del diámetro de un codo real para medir las distancias, haciéndolas rodar y contando las revoluciones (cada giro completo de la rueda). Y, como hemos visto en el ejemplo de la rueda de antes, es aquí donde Pi dejaría su impronta en las medidas finales. Cuando los egipcios querían medir la altura de la pirámide, simplemente tenían que apilar unas ruedas encima de las otras y contarlas.
Parece una teoría muy plausible y razonable, y puede explicar la relación entre Pi y las medidas de pirámides como las de Keops y Medum, así que la teoría ha tenido gran repercusión y ha pasado a ser la explicación más aceptada sobre el tema. El problema es que no es válida para explicar el resto de pirámides. Para la pirámide de Kefren, este cálculo da un resultado de “3″, mientras que para la de Micerinos el valor de Pi resultante es de “3,26″. No son valores de Pi aceptables, y finalmente, de las 90 pirámides que hay en Egipto la teoría sólo explica satisfactoriamente las medidas de dos o tres de ellas. Así que ¿por qué aceptar una teoría que sólo explica unas poquísimas pirámides?, ¿no es probable que los antiguos egipcios construyeran todas sus pirámides con técnicas similares?
Incluso para los casos como Keops en que la teoría parece cierta, tomando sus 440 codos reales de longitud y empleando una medida como la propuesta habría que hacerlos girar exactamente 140,0564 veces (440/Pi), y habría que apilarlos 130,825 veces para obtener la altura de la pirámide deseada. Sin un conocimiento verdadero del valor de Pi real, que recordemos no se ha podido demostrar que los egipcios tuvieran, no sería posible averiguar estos valores fraccionarios. Además, el sistema numérico egipcio era muy diferente al nuestro y, entre otras diferencias, no manejaba decimales, y la única fracción que manejaba era “uno partido por algo”, marcado por un signo oval encima del número. Un matemático egipcio ni entendía ni podía representar el número “2,537″, por ejemplo.
El ángulo de las pirámides
Hay una explicación todavía más sencilla a todo este misterio, y tiene que ver en cómo los ingenieros egipcios medían los ángulos. Era diferente de nuestro sistema actual de medir la inclinación entre dos planos perpendiculares, desconocido para algunas culturas antiguas. En el caso egipcio se basaba en medir la distancia horizontal de la pendiente necesaria para alcanzar la parte superior de un codo real. Esta distancia se medía en palmos o dedos, y eran necesarios un máximo de 28 de ellos para cubrirla.
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El Sagrado Número PI
Cuando los filósofos pitagóricos enseñaron que Todo es Número y que los números son los jeroglíficos o símbolos sagrados de las Ideas que rigen la Naturaleza es porque pensaban (¿o sabían?) que vivir en el mundo de los sentidos es como vivir en una caverna, limitados y que el único modo que tiene el alma de conocer la realidad, pura es con el ojo de la Inteligencia. Y lo que este percibe no son la sombra de las sensaciones sino las cristalizaciones de la razón, es decir, los números. Platón, heredero de estas enseñanzas insistía en que los números no son abstracción de una cantidad sino que son el único modo que tenemos de tornar inteligible esa cantidad. Los números no derivan de las medidas, sino estas de los números, pues es la razón quien, a través de los números puede medir, pesar...ordenar el caos de las sensaciones en ritmos o en figuras (números, en definitiva).
Existe un número que expresa una relación geométrica, la que existe entre la circunferencia y su diámetro, el número PI: La circunferencia es PI veces el diámetro. Este número (¿es un número o es el Fiat Lux de la Mente Divina que da origen a los números?¿es un número, inmóvil, como son todos los números o es el “Uno que se suma” de la Matemática Sagrada antigua?) es considerado por los matemáticos actuales como un número trascendental, extraños números estos que expresan funciones pero que no pueden ser la solución de una ecuación algebraica.
Existe un número que expresa una relación geométrica, la que existe entre la circunferencia y su diámetro, el número PI: La circunferencia es PI veces el diámetro. Este número (¿es un número o es el Fiat Lux de la Mente Divina que da origen a los números?¿es un número, inmóvil, como son todos los números o es el “Uno que se suma” de la Matemática Sagrada antigua?) es considerado por los matemáticos actuales como un número trascendental, extraños números estos que expresan funciones pero que no pueden ser la solución de una ecuación algebraica.
Santo número PI, que expresa el Fuego primero, el Pilar que sostiene íntegramente la Naturaleza y cuyo símbolo, la letra Π griega, adoptada –más bien divulgada- por el matemático Euler es como la Puerta de un Templo que nos permite penetrar los Misterios de la Creación, pues todo aquello que vive y palpita surge y vive en PI pues Igne Natura Renovatur Integra ( “Toda la Naturaleza –es y- será Renovada por el Fuego”, lema de los Alquimistas que consideraban a Cristo como el Alma Divina crucificada en la Naturaleza, y que tradujeron así las letras INRI), y ese Fuego que crea, transforma, renueva y consume no es sino PI.
http://speculumargenteum.blogspot.com/2009/05/el-numero-pi.html
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