¿SE ACABA LA MANO DE OBRA BARATA EN CHINA? |
Con el objetivo declarado por Beijing de que la mayoría de los nuevos trabajadores serán universitarios garantizando que las personas que se incorporen a su fuerza de trabajo reciban un promedio de 13,3 años de educación para el año 2015, ¿Qué pasará con la competitividad del gigante asiático?
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Dábamos ayer (29/03) la noticia de las intenciones del gobierno de Beijing de garantizar que las personas que se incorporen a su fuerza de trabajo reciban un promedio de 13,3 años de educación para el año 2015 (ver nota relacionada).
De tener éxito el plan, en lo sucesivo China tendrá que atender a la demanda de más trabajadores altamente calificados como exige la industria nacional. Sin embargo, no son pocos los expertos que consideran que la fuerza de trabajo barata continuará siendo el motor del desarrollo económico chino.
Desde que se implementó la política de reforma y apertura hace 3 décadas, el desarrollo económico sostenido y acelerado de China se ha beneficiado de las ventajas que le ofrece el flujo continuado de una mano de obra rural redundante.
Antes de 2003, el salario mensual de un joven trabajador emigrante se mantenía en unos 600 yuanes (US$ 91.5). Después de 2005, sus salarios medios mensuales sobrepasaron los 1.000 yuanes (US $152.5), un aumento de más de 60 por ciento en cerca de dos años. En medio de la crisis financiera global, los salarios mensuales de los trabajadores emigrantes chinos experimentaron un aumento interanual de entre 10 a 20%.
Por consiguiente, muchos analistas afirman que China está perdiendo su ventaja de oferta laboral barata y que la competitividad de la nación está comenzando a declinar. ¿Cuánto hay de cierto en ello?
Para Zhang Libin, investigador del Instituto de Estudios de Ciencia Laboral, del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social, las ventajas derivadas de una mano de obra barata seguirán vigentes en las 2 próximas décadas, durante las cuales, además, el país mantendrá su estatus como nación en vías de desarrollo y economía dual.
Como parte de ese panorama no se puede descartar que la mano de obra rural barata siga siendo una ventaja, sobre la cual florezca el crecimiento de la nación.
Aunque en la actualidad se elevan los salarios nominales, lo cierto es que no aumentan los costos laborales, pues el índice de crecimiento de la productividad laboral supera al de los pagos.
Desde la reforma y apertura, la productividad del trabajo de China se ha estado elevando rápidamente, especialmente en el sector industrial. La productividad del conjunto de las empresas estatales y privadas, por ejemplo, arrojó un aumento promedio anual de 16,27 % de 1998 a 2006. Durante el mismo período, el aumento anual promedio de los salarios de los empleados fue de 12.85 %, casi 4 % más bajo que el índice de crecimiento de la productividad laboral. Por lo tanto, el aumento en los salarios no causó incrementos en los costos laborales, sino que, por el contrario, propició una reducción de los costos y un alza en la competitividad económica.
Según la actual tendencia del país, las industrias dependientes de mano de obra serán transferidas gradualmente a las áreas centrales y occidentales, donde continuarán desarrollándose por las próximas 2 décadas. En consecuencia, los trabajadores emigrantes que marchaban al este pueden encontrar empleo cerca de sus ciudades natales.
La cantidad absoluta de recursos laborales de China es enorme. Para 2014, la población total en edad laboral de la nación podría alcanzar los 997 millones, número que ningún otro país puede lograr.
En resumen, de lo que China carece, o puede llegar a carecer, no es de mano de obra, sino de una fuerza laboral de calidad.
Para solucionar las contradicciones que se forjan a la sombra de mercado de mano de obra, a la vez que se promueve el desarrollo económico, será menester eliminar las barreras institucionales y sistémicas, así como consolidar la protección de los derechos de los trabajadores.
Sin embargo, para otros en el mediano plazo y con la creciente inserción de China en los mercados globales, el trabajo barato se acabará. Es interesante resaltar que de acuerdo con una encuesta anual del clima de negocios de la Cámara Americana de Comercio (AmCham-China) dada a conocer hace dos semanas, el 83 % de los entrevistados está planeando incrementar su inversión y ampliar sus operaciones en China este año, 4 por ciento más que hace un año.
La encuesta, que entrevistó a 434 miembros de la AmCham-China, indica que hasta 85 por ciento de los entrevistados tuvo mayores ingresos en sus operaciones en China en 2010.
"Al contrario de la noción común de que las compañías extranjeras llegan a China por un mercado de mano de obra barata y para exportar a USA y a otros mercados, los miembros expresan firmemente un fuerte deseo de ingresar en el mercado de consumo chino y de prestar servicio al consumidor chino", muestra la encuesta.
"Hace 10 años vinimos a China por la mano de obra barata, ahora ya no es un atractivo", declaran al unísono varios de los encuestados.
En lugar de los bajos costos, las ventajas que mantienes a las compañías extranjeras en el país incluyen los servicios eficientes del gobierno y las mejores instalaciones, aducen.
Fuente: www.urgente24.com
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