Yo también podría reproducir lo que aseguró el pastor evangélico Yiye Ávila sobre Venezuela. Mientras oraba, Dios le habló y le dijo que vendría un terremoto.
Al respecto, podría yo hablar también de un sueño que tuve hace tres días, para que cada quien sacara sus propias conclusiones. Veía a los lejos, en el cielo, cómo una gran bandada de zamuros (buitres) volaban hacia Venezuela. Eran millares y se veían bien alto en el cielo.
Por supuesto que Dios ha hablado acerca de lo que viene para Venezuela, y por qué causas él envía estos juicios. Sabemos que Dios envía juicios a naciones que permanecen de espaldas a él, intensificando su idolatría.
También sabemos que Venezuela es una de las pocas naciones, tal vez la única en Latinoamérica, cuyo presidente –Hugo Chávez– anatemizó a Israel (el pueblo de Dios). Y lo hizo públicamente, en televisión. Todo el mundo vio lo que hizo y ciertamente aquí, en Venezuela, todo se está viniendo abajo.
Ciertamente, el anatema no llegó a Israel, sino que se ha vuelto contra este país. La Biblia es bien clara cuando habla de aquellos que bendigan a Israel y aquellos que lo anatemicen.
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