La Torá nos ordenó contar cuarenta y nueve días a partir del segundo día de Pésaj. En el quincuagésimo día celebramos la fiesta de Shavuot, conmemorando el recibimiento de la Torá. Este período de 50 días se llama “Cuenta del Ómer”.
El Ómer era una ofrenda que se traía al Templo de Jerusalem en el día que comenzaba el conteo, o sea, el segundo día de Pésaj.
Lag Baomer es el día treinta y tres de la cuenta del Ómer- La palabra “Lag” significa “treinta y tres”, ya que el valor numérico de la letra “lamed” es 30 y el de la letra “guimel” es 3.
El período del Ómer es una época de sensibilidad y aumento en el crecimiento espiritual. La cercanía de Shavuot, a medida que crecen nuestras esperanzas que culminan con la celebración del recibimiento de la Torá, dibuja este acontecimiento como la línea divisoria de las aguas de la historia del Pueblo Judío.
Sin embargo, cuanto mayor es el potencial de crecimiento y construcción, también es mayor el potencial de destrucción. Consecuentemente, en épocas en que el Pueblo Judío no vive ese crecimiento espiritual, el período del Ómer se transformó en tragedia.
En tiempos de Rabí Akivá, quien presenció la destrucción del Segundo Templo y siendo el mayor sabio de Torá de su generación, veinticuatro mil de sus discípulos murieron a raíz de una epidemia. La causa espiritual subyacente de la epidemia, era la carencia de los estudiantes del respeto mutuo. Este triste acontecimiento, como otros, ocurrió durante la cuenta del Ómer. Por ello, el período del Ómer se ha convertido en semi-luto, en el cual no se llevan a cabo bodas ni fiestas, ni nos afeitamos, ni nos cortamos el pelo. Pero, como la epidemia se detuvo el día treinta y tres, Lag Baomer, y este día se ha convertido en un día de celebración.
Después de que todos sus estudiantes murieran, Rabí Akivá “volvió a empezar” y comenzó a enseñar a otros estudiantes. Uno de los primeros estudiantes fue Rabí Shimón Bar Yojai, el autor del Zóhar. El Zóhar, que significa “la luz brillante”, es la base de las enseñanzas secretas de la Torá. Algunas personas, en el día de Lag Baomer, encienden hogueras y cantan canciones en honor de Rabí Shimón Bar Yojai, quien reveló al mundo las enseñanzas del Zóhar en Lag Baomer.
Según la tradición, el día en que Rabí Shimón Bar Yojai murió, era Lag Baomer, el 18 de Iyar. Aunque la muerte de tan grande sabio es un acontecimiento triste, hay también alegría que rodea el hecho de que él logró su recompensa final (como explica el Zóhar), y el hecho de que él reveló muchos secretos profundos de la Torá a sus estudiantes el día en que moriría.
El fuego que rodeó la casa, evitando que cualquiera de sus más cercanos estudiantes se aproximara, sirve como base para la costumbre de encender las hogueras que iluminan Lag Baomer.
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