cédula en Venezuela

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NTN24

Viernes, Abril 24, 2015

En Venezuela ir al mercado se ha convertido en una carrera de obstáculos, sobre todo para garantizar en la mesa los productos básicos que se encuentran en la categoría de “regulados” en Precio Justo de Venta (PJV) por el gobierno de la República Bolivariana Venezuela.

Como excusa para evitar el contrabando de productos o como lo ha denominado el gobierno venezolano “bachaqueo”, además de la justa distribución de estos productos (según el eslogan asumido por los establecimientos comerciales) las cadenas de expendios de alimentos han optado por realizar una especie de venta controlada de acuerdo a los terminales del número de cédula. 

Con la aplicación de la medida los días lunes serán atendidos los consumidores cuyo número de cédula sea 0-1, los martes 2-3, los miércoles 4-5, los jueves 6-7, viernes 8-9, sábados del 0-4 y el domingo del 5 al 9.

Pero la verdad es que solo la suerte permitirá lograr conseguir todos los productos necesarios que se encuentran escasos o perdidos de los anaqueles.

El martes, aprovechando un espacio libre, y haciendo uso de su “derecho o beneficio” el señor Enrique decidió recorrer una cadena de supermercados tratando de encontrar básicamente los siguientes productos: papel higiénico, aceite, y harina de maíz, si conseguía otros entonces podría considerarlo un regalo de los dioses.

El supermercado estaba solo. Ya eso era una mala señal, así que comenzó a recorrer los pasillos y no había absolutamente nada de lo que estaba buscando. Luego se diridió hasta la nevera de productos congelados y comenzó a hablar con una señora.

Ella le contó que sabe bien cuando no hay nada, y su secreto es que “las bolsas de las personas que salen te hablan sobre el movimiento de los productos”, además de las largas colas que nunca se han terminado.

Ese día el único “producto sensible” que se vendía eran las compotas; teniendo en cuenta que el número de cédula del comprador debía terminar en dos o tres, de lo contrario no podía llevarlas.

En el mercado también se podía ver en los pasillos a varias personas preguntando, a cualquier incauto, si su número de cédula terminaba en 2 o 3 para llevar más productos, en este caso compotas, convirtiendo la experiencia de compra en una especie de investigación policial.

Esta misma señora le dijo que los martes eran días terribles para comprar en ese local comercial porque casi nunca llegaban productos regulados. Esa situación la obligaba a recorrer varios establecimientos para conseguir más productos, pero nunca todos.

Para el señor Enrique surgió la interrogante: ¿Cómo saber que día es mejor para comprar cuando se está atado al terminal de la cédula? 

Al final salió del mercado con productos “no regulados” pero que igual necesitaba. Lamentablemente ni su trabajo y mucho menos su tiempo le permitía seguir recorriendo los mercados. Pero no es el único, millones de venezolanos viven esa misma experiencia.

@Rafarias86 /NTN24 Venezuela