LAS CARTAS ENTRE BORGES Y BEN GURIÓN
LAS CARTAS ENTRE BORGES Y BEN GURIÓN: “Creo que más allá de los azares de la sangre todos somos griegos y hebreos” son palabras dignas de ser consideradas si parten de la pluma de Jorge Luis Borges, sin dudas el escritor argentino más reconocido a nivel internacional, traducido a más de 25 idiomas y cuya obra es reflejo de la complejidad y profundidad de su pensamiento. Esta frase forma parte del intercambio epistolar que mantuvo el autor con la principal figura política de Israel en sus primeros 20 años y dos veces Primer Ministro, David Ben Gurión.
“Sería para mí un gran placer, si usted podría visitar nuestro país, y encontrarnos en mi hogar, en el Kibutz Sde-Boker en el Neguev” le responde Ben Gurión el 17 de noviembre de 1966.
En 1969, tres años más tarde, el autor de Ficciones va a cumplir ese deseo en un viaje cuya fascinación va a inspirar el poema titulado “A Israel” que forma parte de su libro El elogio de la sombra editado ese mismo año. Ésta no va a ser la única visita de Borges al Estado hebreo ya que, en 1971, le fue otorgado el Premio Jerusalem. Este galardón se otorga cada dos años y no sólo destaca la calidad literaria sino también su aporte a la libertad individual. En 1989 Ernesto Sábato se convirtió en el segundo autor argentino en recibir tan distinguida mención.
El Aleph, tal vez el cuento más afamado de Borges, sigue escondiendo secretos e historias maravillosas. Aleph es la primera letra del abecedario hebreo y su elección evidencia la fascinación del autor por la cultura hebrea. Cuando en 1969, seis meses después de la primera visita de Borges, Ben Gurión viaja a la Argentina, se va a reunir con él en la realización de un curso de Cábala, disciplina judía que estudia los misterios de la Biblia.
La histórica presencia del ex mandatario israelí, también dejó imágenes indelebles como su emoción durante un acto realizado en la Escuela Bialik y su presencia en la inauguración del Heijal Ha’ Tarbut (Palacio de la Cultura) de AMIA en el edificio de Ayacucho 632, donde fue el encargado de cortar la cinta inaugural.
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