Publicado 30/07/2011
Cerca
de un
centenar
de médicos residentes acamparon
en Jerusalén
ante la
oficina del
primer
ministro,
Biniamín Netanyahu, tras concluir una
marcha a pie desde Tel Aviv en protesta por el deterioro de la sanidad pública.
La acampada de los médicos se suma a la ola de protestas de diversos sectores sociales que en las últimas semanas se ha extendido por Israel y en la que participan estudiantes, jóvenes "indignados" que reclaman viviendas asequibles, lecheros (tamberos) y padres de familia.
Los médicos -que han recorrido en los últimos días con temperaturas cercanas a los 40 grados los cerca de 60 kilómetros que separan Tel Aviv de Jerusalén- reclaman mil nuevos puestos de trabajo, un millar de camas más en los hospitales, un incremento salarial para los residentes y la mejora del sistema sanitario en la periferia.
El presidente de la Asociación Médica, Leonid Eidelman -que se encuentra desde el pasado lunes en huelga de hambre- expresó la voluntad de los acampados de mantener su protesta en Jerusalén durante meses, si es necesario, si no son atendidas sus reivindicaciones.
Los facultativos pretenden entregar a Netanyahu decenas de miles de firmas de ciudadanos recogidas en los últimos días en defensa de la sanidad y la medicina pública.
"Lo que pasa aquí es sólo una fase. Estamos preparados para meses de lucha y nos quedaremos aquí tanto como haga falta", avisó el presidente de la Sociedad de Anestesistas, Azriel Perel.
"Nuestra nación se siente olvidada en la salud, en la vivienda,
de un
centenar
de médicos residentes acamparon
en Jerusalén
ante la
oficina del
primer
ministro,
Biniamín Netanyahu, tras concluir una
marcha a pie desde Tel Aviv en protesta por el deterioro de la sanidad pública.
La acampada de los médicos se suma a la ola de protestas de diversos sectores sociales que en las últimas semanas se ha extendido por Israel y en la que participan estudiantes, jóvenes "indignados" que reclaman viviendas asequibles, lecheros (tamberos) y padres de familia.
Los médicos -que han recorrido en los últimos días con temperaturas cercanas a los 40 grados los cerca de 60 kilómetros que separan Tel Aviv de Jerusalén- reclaman mil nuevos puestos de trabajo, un millar de camas más en los hospitales, un incremento salarial para los residentes y la mejora del sistema sanitario en la periferia.
El presidente de la Asociación Médica, Leonid Eidelman -que se encuentra desde el pasado lunes en huelga de hambre- expresó la voluntad de los acampados de mantener su protesta en Jerusalén durante meses, si es necesario, si no son atendidas sus reivindicaciones.
Los facultativos pretenden entregar a Netanyahu decenas de miles de firmas de ciudadanos recogidas en los últimos días en defensa de la sanidad y la medicina pública.
"Lo que pasa aquí es sólo una fase. Estamos preparados para meses de lucha y nos quedaremos aquí tanto como haga falta", avisó el presidente de la Sociedad de Anestesistas, Azriel Perel.
"Nuestra nación se siente olvidada en la salud, en la vivienda,
Los facultativos anunciaron que se manifestarán el próximo domingo ante el Parlamento (Kneset).
La líder de la oposición, Tzipi Livni, se unió el jueves a las decenas de médicos que marchaban hacia Jerusalén e instó al primer ministro a intervenir inmediatamente para ayudar a poner fin a la huelga.
Netanyahu, que desempeña también el cargo de ministro de Sanidad, ha rechazado hasta el momento intervenir en las negociaciones, de las que se encarga el Ministerio de Finanzas y que llevan una semana bloqueadas.
Representantes de los médicos han recogido más de 1.000 cartas de dimisión de los residentes en los hospitales en todo el país.
Hace una semana los jóvenes médicos residentes iniciaron su propia protesta y amenazaron con dimitir en masa si no se atienden sus peticiones.
Los psicólogos clínicos en prácticas se unieron el jueves también a la protesta en el bulevar Rotschild de Tel Aviv, donde otro grupo de médicos permanece acampado desde hace días.
Los psicólogos consideran que el Gobierno está intentando destruir el servicio de salud mental público en el marco de su proceso de privatización de la sanidad y aseguran que los pacientes deben esperar meses a una cita con un terapeuta porque no se emplea a suficientes psicólogos.
EFE
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