TESTIMONIOS DE LA REALIDAD DE SOMALIA |
Tres testigos, Joice, Ibrahim y Jacintha, originarios de la región de Garbatulla, en el centro de Kenia, una de las regiones más afectadas por la sequía y donde Acción contra el Hambre implementa sus proyectos, nos cuentan sus historias.
Joice Karambu, madre de Elisabeth
"En nuestro pueblo ya no hay nada de qué comer. Nada de lluvia, nada de cosechas: ya no tenemos suficiente comida. Intento vender un poco de leña que recojo pero no es suficiente. Hace algunas semanas, Elisabeth empezó a perder mucho peso. Mírela: tiene dos años y pesa seis kilos: ¡es el peso de un niño de seis meses! Tuve que dejar a mis otros hijos para llevarla al hospital. Le dan de comer por medio de una sonda en pequeñas cantidades. Me han dicho que, en su estado, el simple hecho de ingerir demasiada comida a la vez podría provocarle un paro cardíaco... Está tan delgada que se le ve el latido del corazón por debajo de la piel. Es tan frágil..."
Ibrahim Borou Roba, pastor
"Tengo 64 años y nunca había visto una sequía así. La sequía está por todas partes, ¡no sabemos a dónde ir! Muchos de nosotros han perdido su ganado. En el pueblo teníamos 100 cabras, perdimos 90. Las que sobreviven están en tal mal estado que casi no dan leche. Nadie quiere comprarlas. Así la gente no tiene dinero para comprar alimentos ni tiene leche. Lo único que comemos es maíz. La desnutrición aumenta. Hace algunas semanas, Acción contra el Hambre hizo una encuesta nutricional aquí. ¡Había muchísimos niños desnutridos! Les dimos sobres que contienen alimentos nutritivos y ya están mucho mejor. Pero, ¿qué va a pasar después? La lluvia no llega, los animales siguen muriendo...
Cuando pienso en lo que era esta región en los tiempos de mi niñez... había pastos por todas partes, animales en buen estado de salud, frutas salvajes. No conocíamos el hambre. Las cosas son muy diferentes ahora. Las lluvias son más escasas desde hace años, pero no había visto nunca una situación así. No sé cómo podremos salir adelante."
Jacintha, nutricionista de Acción contra el Hambre en Kenia
"Mi trabajo en la región de Garbatulla, en el centro de Kenia, consiste en detectar la desnutrición infantil. Tenemos equipos móviles que van de pueblo a pueblo para identificar los casos de desnutrición. Durante estos últimos meses han aumentado mucho. Antes, a los niños se les daba leche, pero ahora la situación es distinta. Los animales mueren o se les lleva a otras regiones porque aquí está todo seco y no hay pastos, pero es dramático para la salud de los niños. Acabo de visitar a una niña que estamos tratando. ¡Pesa sólo 6 kilos y tiene 11 meses! Su abuela me contó que no tenía leche para dar a su nieta: ya no hay ganado y la leche comprada en los mercados tiene precios exorbitantes. Cuando la madre de la niña se va para buscar agua, le dan té por falta de leche. No es increíble, ¿un bebé alimentado con té? Todo en ella está afectado. En primer lugar, a nivel físico: está muy delgada, con la piel estirada, el pelo disperso... Por otra parte, ¡es tan frágil y apagada! No sonríe, no se despierta como los otros niños... Saben, a parte de la amenaza de muerte, la desnutrición afecta también al desarrollo general de un niño. Es una verdadera plaga
FUENTE: CADENA SER
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