LUZBY BERNAL

miércoles, 5 de enero de 2011

LA TENDENCIA A OLVIDARSE DEL EVANGELIO VERDADERO SE REMONTA AL PRIMER SIGLO

Por Ingº Mario A Olcese (Apologista)

Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio DIFERENTE” (Gal. 1:6).
En el pasaje de arriba (Gálatas 1:6) el apóstol Pablo hace un fuerte reclamo a sus correligionarios porque sin tardanza se habían apartado del Señor para seguir un evangelio diferente. Sí, mis amigos, seguir un evangelio diferente es APARTARSE del Señor, y apartarse del Señor lógicamente es apartarse de la salvación. De allí la importancia crucial de cuidar y conservar el evangelio prístino que anunciaron Jesús y sus apóstoles, tanto para los judíos como para los gentiles.
Pero muchas personas hoy no toman el debido interés por investigar cuál fue el evangelio que predicó Cristo, y también sus más cercanos colaboradores. Estos individuos suponen que el evangelio es simple eso, el evangelio o las buenas nuevas acerca de Cristo. Otros concluyen incluso que el evangelio es la  Palabra escrita de Dios, o la Santa Biblia, y piensan que creer en el evangelio es creer en lo que dice la Biblia y punto. Sin embargo, la Biblia es también un libro de historia, de guerras, de conflictos, de infidelidades, de rebeliones, de traiciones, de intrigas, y muchas otras cosas que no tienen que ver en absoluto con el anuncio del evangelio de Cristo.
Pero nuevamente el apóstol Pablo veía con asombro y preocupación cómo sus hermanos en la fe se olvidaban del evangelio verdadero para seguir cualquier otro anuncio o “buenas nuevas” que no vienen del Señor, sino de falsos maestros y profetas. Ahora bien, si eso venía ocurriendo en el primer siglo dentro de la iglesia fundada por Cristo y sus apóstoles, ¿Qué podemos pensar de la iglesia de hoy, 20 siglos después?¿Acaso que han realmente conservado el evangelio original sin apartarse ni un ápice? No lo creo!
En los siguientes versículos, Pablo se ve forzado a poner el punto sobre la ies y declarar que sólo hay un evangelio verdadero y salvador y que apartarse de él trae maldición, rechazo, y separación de Cristo. Estas son sus declaraciones (versos 7-12):
“No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”.
¿Cuál es el evangelio revelado por Jesucristo?
Sin duda alguna Jesús fue el portador del evangelio salvador de parte de Su Padre, El dijo lo siguiente: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios, porque PARA ESTO HE SIDO ENVIADO”.
Noten ustedes que Jesús dice que fue expresamente enviado por Su Padre para anunciar el reino de Dios, y pocos parecen saberlo. Pero Jesús cumplió su misión con total fidelidad, a tal punto que comenzó su ministerio hablando del reino de Dios(Mr 1:1,14, 15) y lo finalizó hablando precisamente de ese mismo tema del Reino de Dios, y encargándoles a los suyos a que lo hicieran público por todas partes de la tierra (Mr. 16:15,16; Mateo 24:14).
Esta tarea encargada por Cristo a su iglesia original ha sido totalmente dejada de lado por quienes se dicen ser los sucesores apostólicos, es decir, el clero de la iglesia católica romana. Sí, y aunque parezca mentira, el evangelio que escucharon los primeros cristianos judíos no se parece en nada al evangelio del reino predicado por los católicos romanos a partir del cuarto siglo de la Era cristiana, y que se prolonga hasta el día de hoy.
Agustín de Hipona y el Reino
Fue con Agustín de Hipona, Padre y Teólogo destacado del romanismo, que el reino original de Cristo tomó otro matiz muy distinto del original. Tanto es así que si lo pudieran escuchar los apóstoles del Señor, simplemente se desplomarían privados al piso  por el desvío radical de su sentido original.
En un comienzo, Agustín creía que el reino sería un reino literal restaurado al pueblo hebreo, y en Jerusalén. Sin embargo, con el pasar del tiempo, Agustín alegorizó el mensaje del reino y escribió en su obra “La Ciudad de Dios” que el reino era en realidad un sinónimo de la iglesia de Cristo, su cuerpo místico, y que nada tiene que ver con un reino terrenal, teocrático, y judío. Seguramente una mala exégesis de las Escrituras llevó al teólogo de Hipona a creer que los Judíos eran unos renegados, un pueblo rechazado por el Señor por su renuencia a aceptar a Su Mesías en la persona de Cristo. De este modo ingenioso y prejuicioso Agustín le hizo un gran favor a la iglesia Católica, al arrebatarles a los judíos las promesas divinas que recibieron como herederos legítimos de Abraham y de David por una tierra y un reino restaurados en un futuro, y adjudicándolos a la iglesia oficial, la iglesia Universal. Ahora la iglesia católica es el reino y Cristo es su rey que reina sobre sus fieles y el mundo entero.
Antisemitismo generalizado
Hoy, algunas iglesias protestantes han aceptado las ideas de Agustín, y propagan este mismo error, arrebatando los derechos de los judíos fieles de todos los tiempos para heredar un reino davídico restaurado en la tierra  prometida en la parusía del Señor Jesucristo.
También ese antisemitismo ayudó a las iglesias protestantes a seguir con esa línea de pensamiento. Allí tenemos a Lutero con sus diatribas contra los judíos, las cuales ayudaron de alguna manera a Hitler a justificar su persecución contra los judíos y provocar su infausto holocausto que ahora sus enemigos pretenden desconocer. 
También están por allí los llamados “anglo israelitas”, sajones cristianos que creen ser los verdaderos descendientes de las tribus perdidas y los verdaderos herederos del reino de David, ayudando al mismo diablo en su tarea de desvirtuar el verdadero sentido del reino bíblico. A éstos se adhieren los racistas del Ku Kux Klan (KKK), por cierto.
Y finalmente tenemos a los preteristas que dicen que el reino ya vino en el primer siglo a través de la iglesia naciente, y a los dominionistas, el ala ultra derechista del evangelicalismo norteamericano que promueve un “reino ahora” a través de los esfuerzos de la iglesia, sin la intervención sobrenatural del rey Jesucristo que prometió volver e inaugurar el reino davídico en Jerusalén. Todas estas corrientes no son sino inventos del diablo para que la gente no crea en el reino verdadero y prístino de Cristo y se inclinen a nuevas propuestas que parecen “sonoras” pero que son verdaderas estratagemas del diablo.
La obra maestra de Satanás y sus tontos útiles
Sin duda que esta fue y es la obra maestra de Satanás, quien busca que el evangelio de la gloria de Cristo no sea creído y aceptado por los potenciales creyentes para que puedan ser salvos. Recuerden, el diablo viene a destruir y a matar.
Esto dice Pablo sobre la animadversión diabólica hacia el evangelio original del reino: ”En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4).
Es necesario entonces que comprendamos que el foco del ataque del diablo es en el mensaje del reino, el evangelio de Cristo que debe ser creído para la salvación (Rom. 1:16). Obviamente el diablo sabe que obscureciendo el mensaje del reino con otros anuncios que parecen maravillosos logrará su objetivo final que es la obstrucción del reino de Cristo, el cual lo depondrá de su pedestal y de su trono de autoridad en las regiones celestiales de nuestra atmósfera terrestre.
Es por eso que se hace necesario abrir bien los ojos y los oídos para examinar qué es lo que uno está escuchando en las tarimas evangélicas donde se presentan los predicadores que se hacen llamar “ungidos” y “apóstoles”, pero que son obreros fraudulentos que lo único que hacen es confundir a los desapercibidos e incautos que buscan alguna esperanza para sus vidas miserables.
Esto dice Pablo de estos predicadores fraudulentos:
“Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis;…Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras” (2 Corintios 11:4,13-15).
Otros evangelios populares
Sin duda alguna predicar a “otro Jesús” es predicar “otro evangelio” distinto de aquel que Jesús predicó insistentemente. Y muchos hoy ciertamente están predicando a otro Jesús cuando nos dicen que su evangelio no tiene nada que ver con un reino restaurado para Israel, o cuando nos dicen que la iglesia reemplazo a Israel por completo en lo que han venido a llamarse “La Teología del Reemplazo”.
En esto tiempos el romanismo a través de sus curas de izquierda han presentado su famosa “Teología de la liberación” y el llamado “evangelio social”, postulados que son muy diferentes al verdadero “evangelio del reino” propuesto por Cristo y sus apóstoles a sus paisanos, y luego al mundo gentil a través del apóstol Pablo. Todo esto no hace sino servir a los propósitos del diablo, el cual sigue manteniendo a millones de incrédulos (incluso dentro del cristianismo) en la más completa ceguera espiritual.
Este mensaje que vengo predicando hasta el cansancio en mi blog que es el reino de Dios, el evangelio original de Cristo, debe estar produciéndole un prurito desesperante al adversario, pues es de los pocos que hablan la verdad sobre el evangelio de Cristo que salvwww.eladaliddelaverdad.over-blog.esa y que sacará del escenario mundial a este adversario de Dios y del hombre junto con sus huestes maléficas angélicas y humanas. Este mensaje es odiado por Satanás, pues sabe que cuánto más gente oiga de él, su fin vendrá. En Mateo 24:14 Jesús dice que antes de que venga el fin de esta era maligna es necesario que se dé testimonio al mundo entero del evangelio del reino. Por tanto es evidente que el más interesado de que este anuncio sea boicoteado por todos los medios posibles es Satanás y sus agentes angélicos y humanos. Allí tenemos a las sectas ufólogicas, a los seguidores de la Nueva Era, a los gurúes, a los satanistas, y tantos otros que engañan a millones con sus supuestas “buenas noticias” para nuestro mundo que excluyen totalmente al Mesías, Su Majestad, El Señor Jesús, el verdadero “extraterrestre” que vendrá a darnos la vida eterna en su reino de justicia en la tierra renovada.
Es hora de que haya un verdadero “avivamiento”, pero no sólo del espíritu, sino también del mensaje salvador, ¿pues cómo puede haber avivamiento espiritual con un evangelio fraudulento que en lugar de hacernos renacer a una nueva vida nos separa de Dios? Esta es otra tragedia que pocos parecen percibir y darle la debida importancia.
Desafortunadamente los más de los cristianos nominales aún suponen que sólo basta con oír al pastor o al obispo citar las Escrituras, y participar de los cultos cantando, diezmando, y tomando la comunión para agradar a Dios y ser salvo. No, mis amigos, para ser salvo se necesita creer en el evangelio salvador, el cual no es otro que el evangelio del reino, aunado, claro está, con la fe genuina en la obra vicaria de Cristo a favor nuestro. Muchos ciertamente creen en la obra vicaria de Cristo, pero se resisten a creer que el destino final del creyente es en el reino de Dios en la tierra renovada. Esto es peligroso, puesto que se está tomando la mitad de la dosis que se requiere para ser sanado y salvado… ¡Y sabemos la mitad de la dosis no cura!
Amados hermanos, que este mensaje que les estoy dando les sirva para salir del letargo en que están y puedan por fin retomar el evangelio salvador. Se los digo para su bien, y lo haré mientras el Señor me dé vida. Es lo menos que puedo hacer por él, quien murió por mis pecados y por los vuestros.
Apologista
Mi blog exclusivo sobre el Reino de Dios en:

No hay comentarios: