LUZBY BERNAL

sábado, 11 de febrero de 2012

¡CUMPLAMOS CON EL FALLO!!

 
¡CUMPLAMOS CON EL FALLO!! 
Convocatoria abierta a todos mis compañeros de armas (Mis superiores, compañeros y subalternos de las Fuerzas Armadas de Colombia en Servicio y miembros de la Reserva activa) a que acatemos la decisión judicial contemplada en el fallo emitido por el tribunal superior de Bogotá con respecto a los hechos ocurridos en el Palacio de Justicia con ocasión de la toma al mismo por parte del M-19 el miércoles 6 de noviembre de 1985.
 
Compañeros miembros de las Fuerzas Armadas de Colombia, acudamos como un todo (Oficiales, Suboficiales, Soldados, Policías y Civiles en servicio y miembros de la reserva activa) a la Plaza de Bolívar tan pronto como sea posible y pidamos perdón al pueblo Colombiano, a nuestra bandera, a nuestro Estado, a los poderes públicos e inclusive a todas las personas al margen de la ley (guerrilleros alzados en armas, guerrilleros amnistiados e indultados, delincuentes comunes etc.), y aun más, extendamos la orden al ámbito internacional y aprovechemos la ocasión para ampliar nuestro acto de contrición a la comunidad internacional, a todas las organizaciones de Derechos Humanos, al CICR, a las organizaciones gubernamentales y las no gubernamentales, en fin, al mundo entero.

Pidamos perdón por habernos sometido al orden constitucional y acatado los mandatos del Estado de Derecho ese 6 de noviembre y días subsiguientes, por habernos sometido a la autoridad del señor Presidente de la República y cumplido fielmente sus ordenes, pidamos perdón por haber cumplido la orden de retirar la seguridad policial dos días antes del valeroso acto del M-19 y entregar la misma a una empresa privada de conformidad con lo requerido por la Corte Suprema de Justicia, a pesar de habérsele advertido sobre los planes del M-19, pidamos perdón por que el Estado de Colombia no tuvo en cuenta las amenazas de “los extraditables” y desestimó su capacidad de alianza con los señores del M-19,  pidamos perdón por haber dejado a once de nuestros compañeros sin vida en tan funesto operativo de rescate, pidamos perdón por no haber permitido que se lograra el cometido del M-19 de hacer un juicio público al Señor Presidente de la República en las instalaciones de la máxima instancia del poder judicial en Colombia, pidamos perdón por no haber logrado que Pablo Escobar y su séquito (Los extraditables), en alianza con los valerosos revolucionarios del M-19, lograran su objetivo de quemar todos los expedientes de los procesos que se adelantaban en su contra.

Pero aprovechemos la ocasión y pidamos también perdón por haber sostenido, a pesar de todos los embistes, a la democracia más férrea y solida de toda América latina y no haber seguido los ejemplos de Augusto Pinochet (Chile 1973 – 1990), Aparicio Méndez (Uruguay 1976 – 1981), Alfredo Estroessner (Paraguay 1954 -1989), Hugo Banzer (Bolivia 1971-2001), Juan Velasco Alvarado (Perú 1958-1975), Humberto Branco (Brasil 1964-1967), Manuel Antonio Noriega (Panamá 1983-1989), Anastasio Somosa (Nicaragua), Fidel Castro (Cuba), Francois Duvalier (Haiti), Rafael Leonidas Trujillo y Ulises Heureaux (República Dominicana), sin mencionar los “gobiernos democráticos” de Hugo Rafael Chávez y Daniel Ortega en Venezuela y Nicaragua respectivamente.
 
Pidamos perdón también, por haber respetado y acatado todos los fallos emitidos en Derecho por nuestra honorable rama judicial que condena a Soldados y Policías basados en testimonios de delincuentes emitidos a cambio de su libertad y desconoce los pronunciamientos de los servidores públicos y las personas honorables, pidamos también perdón por los fallos emitidos con base en “testigos protegidos” sin rostro e identificación, sin nombre ni domicilio, sin cuerpo ni alma.

Pidamos perdón por aceptar que nuestros Soldados y Policías sean juzgados por jueces “imparciales” de la Justicia ordinaría, expuestos al escrutinio público, condenados por los medios de comunicación y sometidos a pagar sus causas en las prisiones en donde están recluidos los “honorables delincuentes” que ellos ayudaron a capturar. Pidamos perdón por no recomendar ni defender nuestro derecho (universal) al fuero y que el mismo sea respetado y se nos juzgue por quienes conocen de la estructura y procedimientos militares.  


Pidamos perdón por habernos resignado a lo largo de toda la historia a ser los empleados mas mal pagados del Estado Colombiano (esto es lógico: somos los que menos trabajamos) y por no seguir los ejemplos de ASONAL JUDICIAL, FECODE y todas las agremiaciones de empleados públicos que a fuerza de amenazas, marchas y paros, hoy gozan de los mejores salarios y condiciones prestacionales.


Pidamos perdón por haber defendido con los recursos de la naturaleza, sin buenas armas, municiones, equipos, personal o apoyo logístico, sometidos sin reclamar a las “capacidades del Estado”, las instalaciones de infraestructura de nuestra Patria y su industria, los pueblos y caseríos (Puerres, Las Delicias, Jurado, etc. etc.) y haber entregado la vida de nuestros compañeros (miles de hombres) en procura de sostener la institucionalidad y además, ser juzgados y condenados por ello.


Pidamos perdón por aceptar que nuestro sistema de salud sea el más paupérrimo de todos los del Estado, que nuestros Soldados y Policías tengan que esperar meses para salir de la selva a pedir una cita y otros tantos meses para que les sea concedida, por entender que el Hospital Militar fue construído hace más de 50 años, pidamos perdón por entender que nuestro presupuesto es limitado y no tenemos derecho a que nos vea un especialista o que los medicamentos para atendernos sean de mala calidad pues la asignación presupuestal no permite nada más.


Pidamos perdón por entender que un hombre, después de haber dejado sus brazos o sus piernas en el campo de combate, ya no es más útil para los intereses del Estado y deba ser abandonado a su suerte…….  (Por supuesto, después de recibir una generosa indemnización para no ser considerado un indigente).  


Pidamos perdón por no ser cobardes y enfrentar a todo aquel que atente contra el Estado De Derecho sin importar los sacrificios que eso implique.


Pidamos perdón por trabajar 24 horas, por irnos a donde sea necesario, dejar atrás familia y vida y atender las necesidades de nuestra Patria.

Pidamos perdón por aceptar que aquellos quienes ayer asesinaron o mutilaron a nuestros hombres y atentaron contra nuestras vidas, pusieron bombas, mataron miles de indefensos civiles, robaron bancos, volaron oleoductos, se tomaron embajadas, edificios institucionales (Corte Suprema de Justicia) y en fin, atentaron contra todo el Estado, hoy representen a nuestra patria en los cargos más importantes de la institucionalidad y el orden y nosotros, en cambio, paguemos la culpa de cumplir con nuestro deber, con condenas que no les han sido impuestas ni al más asesino de los paramilitares o guerrilleros capturados o entregados por su voluntad.


Pidamos perdón, es una obligación acatar los fallos judiciales, pidamos perdón por portar nuestro uniforme, es indecoroso para el Estado Colombiano y su sociedad……….


PERO APROVECHEMOS DE UNA BUENA VEZ Y DEJÉMOSLO DE PORTAR, ENVAINEMOS NUESTROS SABLES, DEJÉMONOS DE ROMANTICISMOS, VAYÁMONOS PARA EL MONTE A PELEAR CONTRA LO QUE DEFENDIMOS.

A lo mejor.............


Mañana seremos Gobernadores, Catedráticos, Embajadores, podremos estar casados con la Fiscal General de la Nación y entonces podríamos ayudar a nuestros compañeros detenidos e inclusive (quien quita que no), en unos años, alguno de nosotros podría ser hasta Alcalde de Bogotá y porque no, aspirar a ser Presidente de la República. NO por las vías de hecho, el Estado finalmente reconocería que es mejor tenernos de su lado que en su contra y nos compensaría con creces ser ilegales, asesinar, robar, mutilar, narcotraficar etc.

Envainemos nuestros sables, nuestra Patria y sus instituciones no se merecen el Ejército que tienen:
“El mejor Ejército del mundo”.

Teniente Coronel (De la Reserva Activa )
CARLOS EDUARDO FORERO CARRASCO.

No hay comentarios: