Piensa en un momento de tu vida en el que estuviste muy seguro de que algo iba a suceder y luego no sucedió. Te molestaste, te sentiste frustrado, furioso.
Olvidamos el hecho de que, cuando hacemos una retrospectiva después de tres años, vemos ese mismo resultado como lo mejor que nos pudo ocurrir. Si las cosas no van según nuestro plan, tenemos que ser capaces de desprendernos lo suficiente para reconocer que probablemente no estamos viendo el panorama completo. Cuando adoptamos una actitud desprendida, nos quitamos las vendas de los ojos. Entonces, es más fácil conectar con el ámbito donde se encuentran todas las respuestas, donde existe todo lo que necesitamos.
Cuando estamos muy ocupados funcionando en la bruma de nuestro ámbito del 1%, con frecuencia no pensamos en ir al mundo más allá, el 99%, para acceder a toda la información. Es por ello que, sin importar cuán inteligentes seamos, no podemos encontrar una respuesta.
Hay un lugar dentro de nuestra conciencia donde podemos saber el resultado de cualquier situación. Probablemente cada uno de nosotros ha sentido esto, pero muchas veces nos quedamos estancados viendo sólo lo que está en el ámbito físico, en lugar de intentar conectar con el conocimiento en el ámbito superior.
Hay acciones que podemos hacer (rezar, escanear el Zóhar, compartir, ayudar a alguien más) que nos elevarán para poder acceder a la sabiduría que necesitamos.
Si estás estancado en el ámbito del 1%, no puedes obtener todas las respuestas, pero cuando vas al ámbito del 99%, tienes acceso a toda la información que necesitas.
O vivimos en el mundo de las preguntas o vivimos en el mundo de las respuestas. O vivimos en un mundo sin información o vivimos en un mundo con toda la información. Para todos en el camino espiritual, el objetivo es dejar el mundo de las preguntas, de la incertidumbre, del dolor y el sufrimiento. Queremos tener acceso al mundo de las respuestas, al mundo de los sueños.
Es una elección: ¿En qué universo queremos vivir?
Esta semana, te impulso a buscar respuestas. Usando las herramientas espirituales a tu disposición (tu maestro, el Zóhar, la meditación, el compartir, salir de tu zona de confort), conecta con el ámbito de las respuestas.
¡Espero verte allí!
Todo lo mejor,
Yehuda
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