Posted: 23 Apr 2011 09:48 AM PDT
Título: Una liberación milagrosa
Fondo bíblico: Éxodo 12:1 al 14:31
Verdad central: Si seguimos las ordenanzas de Dios, ellas nos abrirán camino a su dirección y protección divina.
Texto Áureo: Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros. Éxodo 14:13
Bosquejo
I. Instrucciones especiales
-- A. El mandato de Dios
-- B. Una ordenanza perpetua
II. Dirección divina
-- A. El camino del sufrimiento
-- B. Un Guía constante
III. Protección sobrenatural
-- A. La obediencia abre puertas
-- B. Dios pelea por su pueblo
Objetivo
Reconocer que Su dirección y protección divina vienen de seguir Sus ordenanzas, y determinar obedecer Su Palabra.
Introducción
La liberación milagrosa de Israel es sorprendente. Dios sacudió a la nación de Egipto hasta los cimientos con una serie de plagas. Luego sacó a su pueblo escogido de la esclavitud, dividió el Mar Rojo para completar su salida, y ahogó en las aguas del Mar Rojo al ejército de los egipcios que los perseguía. El Éxodo salvó a Israel de la esclavitud, y la Pascua conmemoró esa liberación. Sin embargo, esta escena no se compara con el milagro aun mayor que Dios obró siglos más tarde ofreciendo a Su Hijo para morir por los pecados de muchos.
Mientras usted y sus alumnos estudian estos eventos importantes, use este tiempo para meditar sobre la salvación eterna ofrecida a través del sacrificio de Cristo. La "liberación milagrosa" es la que nos libra de la esclavitud del pecado.
Comentario Bíblico
I. Instrucciones especiales (Éxodo 12:1-13.21-28 ).
-- A. El mandato de Dios
Moisés y Aarón se habían presentado delante de Faraón con los mandatos de Dios muchas veces. Dios estaba por librar a su pueblo de la esclavitud de los egipcios para siempre por medio de una obra decisiva. Como éste sería un día muy importante, Dios dijo a Moisés y a Aarón que marcaran este día como el principio de un nuevo año. Como tal, esto señalaría el principio de Israel como una nación soberana y libre de la esclavitud para servir a Dios.
Dios ordenó a Moisés y a Aarón que hicieran saber Sus instrucciones a Israel. La liberación del pueblo dependería de la habilidad de sus líderes para comunicar claramente las palabras de Dios.
Pregunta: En las instrucciones que Dios dio para te Pascua, ¿cuáles son los cuatro elementos que se ven que contribuyeron a la liberación del pueblo de Dios?
La primera instrucción es que la Pascua señala el principio de una nueva dimensión en la adoración a Dios, es decir, una comunidad de creyentes adorando a Dios. Esta es la primera vez que se habla de Israel como "la congregación". Representa a Israel como un cuerpo que se congrega para adorar. Esta idea es el fundamento para lo que el Nuevo Testamento llama "iglesia". La liberación divina no sólo afecta a individuos. Los que son salvos participan activamente en la comunidad de fe.
Segundo, el elemento básico de la comunidad de los fíeles es la familia. La familia era la manera de organizar a la gente para la fiesta. Además, el uso de la familia desde el principio la señaló como el entorno principal para la liberación. Las familias piadosas aún juegan un papel significante en conducir a individuos a Cristo.
El tercer elemento es el papel que juega la sangre del cordero. Cuando la sangre fuera puesta sobre el dintel de la puerta, los que estaban dentro serían protegidos de la décima plaga, la muerte del primogénito. Esta sangre no contenía ningún elemento mágico o místico. Sin embargo, representaba una vida sacrificada, un símbolo que se había establecido para evitar el juicio de Dios, una vida sustituida por otra.
El propósito de dar muerte a los primogénitos de Egipto era demostrar el poder del Dios único y verdadero sobre los dioses de Egipto (v. 12). No sólo se reveló la impotencia de los dioses asignados a proteger al primogénito, sino también la muerte del hijo primogénito de Faraón (los reyes egipcios eran adorados como dioses) y de varios animales sagrados (modelos para ídolos de varias deidades egipcias) mostraron que Dios tiene todo poder y autoridad.
El elemento final concierne a la obediencia de los israelitas (v. 28). Al matar el cordero, cada familia había obedecido las instrucciones de Dios. Aunque no se presentó como un sacrificio por los pecados, el cordero de la Pascua los protegió del juicio de muerte. Este juicio fue dirigido hacia los egipcios por su pecado de ser los opresores del pueblo de Dios. Por medio de este acto de obediencia, los israelitas fueron separados como el pueblo escogido de Dios. Si ellos ahora no obedecían, serían juzgados con los demás.
Pregunta: ¿Cuáles son algunas áreas en que nuestra obediencia a Dios nos abre la puerta para que Él obre a favor nuestro?
La clave de nuestra identificación con Dios es nuestra obediencia. Si obedecemos las normas de la moralidad dadas por Dios, evitaremos muchas de las consecuencias físicas del pecado. Si seguimos en su camino cada día, seremos aptos para tomar decisiones sabias y buenas, y gozar del éxito y la satisfacción personal. Estas son sólo algunas de las recompensas que la obediencia puede traer. Nuestro Dios tiene todo poder y es grande en sabiduría. Los beneficios de nuestro servicio a El no se pueden medir. Sólo la eternidad revelará las verdaderas recompensas de nuestra obediencia.
-- B. Una ordenanza perpetua
La Pascua debía celebrarse perpetuamente. Según los versículos 24-27, la Pascua debía ser una ordenanza perpetua para el pueblo de Israel. En la celebración de esta ordenanza, se llevó a cabo más que sólo una simple representación. La celebración de tales ordenanzas ayudó a cada generación sucesiva de adoradores a relacionarse con los que por primera vez fueron librados por Dios.
Por medio de la Pascua, cada generación de israelitas recordaría su identidad como un pueblo que fue librado de las garras de la muerte por mano de Dios. La Pascua debía ser un tiempo para meditar y adorar como comunidad.
II. Dirección divina (Éxodo 13:17-22).
A. El camino del sufrimiento
Después de rehusar dejar ir a los israelitas. Faraón ya no podía resistir a Dios, y tuvo que confesar su derrota. Pero Faraón no sería el único obstáculo que el pueblo de Israel tendría al tratar de seguir a Dios hacia afuera de Egipto. Como ocurre en muchos casos cuando uno decide seguir a Dios, el camino de fe hacia la Tierra Prometida no sería fácil.
Había varias rutas posibles por las que que Moisés guiara al pueblo a Canaán. La primera era "por el camino de la tierra de los filisteos". Este era el camino más corto. Sin embargo, esta ruta hubiera llevado a los israelitas por un camino muy peligroso a una tierra hostil, y hubiera terminado en guerra (v. 17).
El segundo camino era directo por el Sinaí hasta Cades. Sin embargo, esta ruta sería improbable porque no había agua. Dios escogió la tercera ruta, hacia el sur hasta Horeb (Monte Sinaí) y luego hacia el norte a Cades. Este camino sería difícil. Dios no les prometió que el viaje sería fácil. Pero el tono de estos versículos muestra que Dios guiaría a Israel de acuerdo con Su plan divino.
Uno de los obstáculos más grandes al crecimiento espiritual del creyente es querer obtenerlo todo ahora. Vivimos en una época de placer instantáneo. El crecimiento espiritual no es instantáneo. Más bien, las dificultades que enfrentamos en nuestra vida espiritual nos ayudarán a crecer "en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo" (Efesios 4:15). Al describir los beneficios de la adversidad, un autor escribió: "Nos conviene que a veces nos fatiguemos y que llevemos una cruz; porque producen conciencia en el hombre... de que está desterrado en esta vida, para que no confíe en ninguna cosa de este mundo" (Tomás de Kempis, La imitación de Cristo).
Pregunta: ¿Por qué se nos hace tan difícil el camino que conduce a la madurez espiritual?
Si vamos a seguir al Señor no podemos olvidar que Él nos llama a llevar su cruz (Marcos 8:34). Las pruebas vienen para acercamos más a Dios y para transformamos a ser semejantes a El (Santiago 1:3,4). Sin embargo, nunca tendremos que temer enfrentar estos desafíos solos. Así como Dios hizo saber a Israel que El siempre estuvo con ellos en el desierto, también estará con nosotros.
-- B. Un Guía constante
El camino hacia la Tierra Prometida tendría sus momentos de incerti-dumbre, de temor y de tinieblas para los hijos de Israel. Como parte del plan de Dios, el Señor escogió un medio para recordar constantemente a los israelitas que Él estaba con ellos.
Usando una columna de nube y fuego. Dios continuamente mostró su presencia. Estos son símbolos que siempre se usan en la Biblia para representar la presencia de Dios (Mateo 17:5, Hechos 1:9; 2:3). El fuego representa el juicio y el poder iluminador de Dios. La nube puede ser un símbolo del misterio y lo secreto de Dios.
Aunque el camino de fe no siempre es fácil. Dios no deja a su pueblo sin consejo, dirección, o protección. El se reveló eternamente a nosotros a la luz de Cristo Jesús (Juan 1:4,5,9). Esta misma presencia de Cristo continúa operando en la vida de los creyentes. Por medio del Espíritu Santo, Dios guía a su pueblo en el camino de justicia (Juan 16:7-11). Por medio del Espíritu Santo El también llevará a todo creyente hacia la ciudad futura (Hebreos 13:14).
III, Protección sobrenatural (Éxodo 14:21-31).
A. La obediencia abre puertas
El viaje apenas había comenzado cuando el pueblo de Israel enfrentó su primera prueba. Con el Mar Rojo por delante y los egipcios por detrás, el temor fácilmente podría haberlos hecho rendirse. El enemigo de Dios sabe que es en el principio de la peregrinación de la fe que uno es más susceptible (Marcos 4:4-7). No obstante, Dios no dejaría que su pueblo fuera esclavizado otra vez. Por medio de la fidelidad y la obediencia del siervo del Señor, el pueblo derrotaría sobrenaturalmente a sus adversarios.
Pregunta: Basado en este pasaje, ¿cómo es de importante poder discernir correctamente la dirección de Dios?
Obediencia a la Palabra de Dios es de suma importancia para que ocurra una victoria espiritual. Imagine el desastre que pudiera haber ocurrido si Moisés hubiera considerado el mandato de Dios de extender su vara como una orden necia e innecesaria. Qué tragedia para Israel si no hubiera caminado obedientemente por el camino divinamente creado por Dios.
Este pasaje demuestra un principio importante en el reino de Dios: que los elementos humanos y divinos son necesarios para terminar la tarea con éxito. Como representante de Dios, Moisés fue fiel en hacer lo que se le mandó. Israel tuvo que disponerse a marchar hacia donde el mar había estado el día anterior. Pero cuando Dios hizo el milagro y su pueblo respondió en fe, la victoria fue de ellos.
-- B. Dios pelea por su pueblo
Cuando Moisés obedeció. Dios respondió tal como había prometido. Noten que el versículo 21 menciona que aunque Moisés extendió su vara, fue Dios el que partió las aguas. Noten también el mismo énfasis en los versículos 24 y 27 donde el Señor recibe la gloria por haber traído la derrota de los enemigos de su pueblo.
El éxodo y las poderosas obras de Dios produjeron un pueblo cuya identidad fue transformada radicalmente. Israel respondió en la forma más apropiada: expresó alabanzas y adoración al Dios que es grande en misericordia y poderío. (Éxodo 15:1-19)
Pregunta: ¿Qué significa para nosotros en nuestro andar cristiano el éxodo de Israel?
En el éxodo Israel vio a Dios revelado de una manera nueva. Ellos vieron su supremacía sobre todos los dioses falsos, y también que se interesaba por el bienestar de todo su pueblo. El Dios revelado en Éxodo era un Dios cuyo poder y soberanía cubrían los cielos y quien se interesó personalmente en la gente común. Esto es cierto hoy también. El Dios todopoderoso escogió librar del pecado a todo aquel que viniera a El por fe en su hijo. Y no hay otro ejemplo más claro del cuidado que Dios tiene por la gente común que su propia identificación con la humanidad en la encamación.
Aplicación
Cada uno de nosotros debe reconocer que necesita su propio éxodo. Hemos nacido dentro del cautiverio y la opresión del pecado y el egoísmo (Romanos 3:23). Para los que han alcanzado la libertad en Cristo, la vida cristiana sigue siendo una demostración continua de la liberación de Dios en nuestra vida hemos sido librados de la ira, el orgullo, la deshonestidad, la codicia, pensamientos impuros, y otras muchas tentaciones.
Sin embargo, la clave es obedecer. La única forma en que tendremos nuestro propio éxodo es obedecer fielmente el plan de Dios. Los israelitas tuvieron que poner la sangre de un cordero o cabrito de un año en los postes y en el dintel de la puerta como señal de obediencia; una vida tuvo que ser sacrificada simbólicamente para que muchos fueran salvos. Esos sacrificios señalaron hacia el sacrificio eficaz de Cristo en la cruz. Así como Israel, nosotros debemos seguir el plan de Dios para ser salvos de la esclavitud del pecado.
No olvidemos que "estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida" (Mateo 7:14). Habrá muchas ocasiones en nuestra jornada en que enfrentaremos tiempos críticos de prueba, tiempos cuando parece que habría sido mejor quedamos en el "Egipto" de nuestra antigua vida. En esos momentos veamos con fe al Señor. Los tiempos de prueba son oportunidades para que veamos la poderosa mano de Dios obrando a nuestro favor.
La armonía, el amor y la luz están donde la vida te lleve. La iluminación de tus días y los colores con que los veas dependen de vos. No lo olvides, vos y sólo vos sos el hacedor de tus sueños y tu destino.
MEDITACIONES EN EL MAR ROJO
No hay comentarios:
Publicar un comentario