 | LA SALVACIÓN, ES ENTRAR EN EL REINO DE DIOS CON VIDA ETERNA |
En Lucas 4:43 Jesús confiesa lo siguiente: “Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios, porque para esto he sido enviado. En este pasaje Jesús dice que fue enviado al mundo por Su Padre para anunciar el evangelio del reino de Dios. Así que tenemos tres motivos para el envío de Cristo al mundo:
En Juan 3:16-18 leemos: “Tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo unigénito, para que todo aquel que crea en él no se pierda, más tenga vida eterna”. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree no es condenado, pero el que no cree, ya ha sido condenado porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”. Hasta aquí vemos que Cristo fue enviado por Dios para que la gente pueda tener vida eterna y ser salva.
1.- Anunciar el evangelio del reino de Dios
2.- Salvar a los hombres de su perdición eterna.
3.- Darles vida eterna a los que creen en él.
Luego el Señor Jesús dijo: ·…como me envió el Padre, así también yo os envío (Juan 20:21). Esto quiere decir que si Cristo fue enviado por su Padre a predicar el reino de Dios, él también envió a sus seguidores a predicar el reino de Dios. Así, pues, en Lucas 9:1 vemos que Jesús envió a sus discípulos a predicar el reino de Dios. Y Pablo dice también: “Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio” (1 Cor. 1:17).
Como podemos ver, Jesús dice que su envío por el Padre es para anunciar el reino de Dios, salvar a los hombres de la condenación y darles vida eterna. Esto mismo es lo que encontramos en el diálogo del joven rico con Jesús. Helo aquí:
Un hombre principal le preguntó, diciendo: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno, sino sólo Dios. Los mandamientos sabes: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre. El dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme. Entonces él, oyendo esto, se puso muy triste, porque era muy rico. Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Y los que oyeron esto dijeron: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? (Lucas 18:18-26).
Si ustedes analizan con cuidado este diálogo de Jesús con el rico, ustedes podrán encontrar fácilmente los tres motivos por los cuales Jesús fue enviado por Su Padre al mundo: Dar la vida eterna, el reino de Dios y la salvación a los creyentes. Es decir, podríamos muy bien concluir que la salvación no es otra cosa que heredar el reino de Dios con vida eterna. O también podríamos decir que la vida eterna es la entrada en el reino de Dios de todos los que han sido salvos. Y finalmente podemos decir que el reino de Dios es el lugar donde los salvos tendrán la vida eterna.
Dignos de vida eterna es igual a ser dignos del reino
Hechos 13:46: Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la VIDA ETERNA, he aquí, nos volvemos a los gentiles.
2 Tesalonicenses 1:5: Esto es demostración del justo juicio de Dios, para que seáis tenidos por DIGNOS del reino de Dios, por el cual asimismo padecéis.
La herencia de los santos es el reino de Dios
Colosenses 1:12: con gozo dando gracias al Padre que nos hizo APTOS para participar de la herencia de los santos en luz”.
Lucas 9:62: Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es APTO para el reino de Dios.
Aquí, en estos dos pasajes, la herencia de los santos es precisamente el Reino de Dios.
Entrar a la vida es entrar al reino
Mateo 18:3,8: “Y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no ENTRARÉIS en el reino de los cielos. Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es ENTRAR EN LA VIDA cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno”.
Heredar el Reino es heredar la salvación y la vida
Marcos 10:17: Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para HEREDAR la vida eterna?
1 Corintios 15:50: Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden HEREDAR el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.
Hebreos 1:14: ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán HEREDEROS DE LA SALVACIÓN?
Como podemos ver, no podemos hablar de salvación y de la vida eterna sin mencionar el reino de Dios. No obstante, la mayoría de los predicadores nos hablan que Cristo vino a salvarnos y a ofrecernos la vida eterna, pero nada dicen que él vino a predicar el reino de Dios en la tierra, la meta final del cristiano vencedor. Simplemente el reino de Dios ha pasado a ser un mensaje obsoleto, o ha sido cambiado por la esperanza de vivir en el cielo para siempre.
Retomemos el mensaje de Cristo, el reino de Dios, y así podremos comprender a cabalidad el plan de salvación de nuestro Señor Jesucristo.
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