LUZBY BERNAL

martes, 4 de septiembre de 2012

LA MENTIRA DE LA REENCARNACIÓN.

LA MENTIRA DE LA REENCARNACIÓN.
Hill Myers y Dave Wimbish

En la India y en otros países asiáticos en los que predominan el hinduismo y el budismo, la reencarnación se ha aceptado como realidad desde hace mucho tiempo.
A principios de la dé
cada de los años 50 un hombre llamado Morey Bernstein hipnotizó a una joven que se llamaba Virginia Tighe. Estando ella bajo hipnosis, Bernstein le dijo a su paciente que retrocediera a la época de su infancia. Como respuesta, ella empezó a hablar y a comportarse como una niña de cinco años. Cuando le dijo luego que iba retroceder hasta cuando era bebé, ella empezó a gorjear y arrullarse como una pequeñita.
En ese momento Bernstein intentó algo más audaz. Le dijo a la mujer que quería que siguiera retrocediendo hasta la época anterior a su nacimiento. No sé cuál era la expectativa de Bernstein, pero él dice haber recibido el mayor impacto de su vida cuando su paciente de repente empezó a hablar con un fuerte acento irlandés. Ella le dijo que se llamaba Bridey Murphy y que vivía en una pequeña aldea en Irlanda, por el año 1700. Le describió la casa y la aldea en la que vivía, y le contó detalles minuciosos de su vida.
El estudio de vidas pasadas se convirtió en un tema candente y en un negocio próspero. Pero para el periódico Chicago American, el mito de Bridey Murphy se originó en una vecina; un reportero descubrió que una mujer llamada Bridie Murphy Corkell vivía en la casa de enfrente de donde se había criado Virginia Tighe. Lo que recordó Virginia bajo hipnosis, no fue una vida previa, sino más bien fragmentos de información que había recibido de niña.
Lo que podemos concluir a partir de esto es que la memoria de una vida pasada de Virginia Tighe fue en realidad el producto de lo que los psicólogos llaman criptomnesia, que es la capacidad del cerebro humano de almacenar todo fragmento de información con el que se encuentre, sin que tenga importancia lo trivial que sea o que haya sido recogido por azar. En ocasiones, fragmentos de esa información pueden unirse sin orden ni concierto para crear algo confuso.
Antes de abordar el tema de la reencarnación, veamos algo de la hipnosis. ¿Qué sucede cuando permitimos que nos pongan en un trance hipnótico? Básicamente, entregamos el control de nuestra mente a otra persona. Algunos expertos opinan que el hipnotismo es peligroso justamente por este motivo. Las Escrituras nos dicen que sólo nos entreguemos a Dios.
Además de incursionar en el ocultismo, hace que se desvanezcan las líneas que separan la realidad de la fantasía. Es capaz de distorsionar la verdad y hacernos creer una mentira.

EL PROBLEMA DEL “KARMA”.
Ahora bien, algunas personas señalan el tercer capítulo de Juan como prueba de que Jesús enseñaba la reencarnación. El pasaje en cuestión trata el tema del encuentro de Jesús con Nicodemo, un miembro del concilio que gobernaba a los judíos (Juan 3:3-8).
Pero no existe un sólo erudito serio de la Biblia que no crea que Jesús se estaba refiriendo al proceso de nacer de nuevo que ocurre en nuestro espíritu cuando depositamos nuestra confianza en Cristo. Así que este episodio con toda seguridad no tiene nada que ver con la reencarnación.
La Biblia enseña que cada individuo es responsable de los propios actos en su vida. Él no sufrirá en esta vida por causa de algo que haya cometido en una existencia previa, tal como enseña la reencarnación. Esa creencia oriental se conoce con el nombre de karma, y causa un sufrimiento increíble en todo el mundo.

En Nepal, un país hindú, cuando nace un niño en una familia pobre, o si este padece alguna discapacidad sus vecinos piensan que se debe a algún pecado que cometió en una vida anterior. Nadie le tiende una mano. ¿Por qué hacerlo? Si un niño sufre por causa del karma negativo, es porque su alma está siendo purificada, y sería un error intentar ayudarlo.
Cuando un niño queda huérfano, se considera que es por su propia culpa por algo que hizo en una vida pasada. En lugar de ayudarlo, sus vecinos lo echan de su aldea, y le prohíben que regrese. A ellos les parece que lo tratan con amabilidad. Tienen la esperanza de que el niño se vaya a algún lugar y que en forma discreta se muera de hambre. Luego, una vez que su vida breve e infeliz ha acabado, podrá renacer a una vida mejor. Estos niños hambrientos comen puñados de tierra intentando poner fin al dolor del hambre que les retuerce el estómago. Es una tragedia espantosa, y se debe a la creencia en la reencarnación.

LA REENCARNACION SE OPONE A JESUCRISTO PORQUE:
• Jesús dice que todos los que aceptan lo que él hizo por ellos en la cruz y le siguen quedan inmediatamente limpios de toda su maldad y su culpa.
• La reencarnación enseña que los pecados cometidos en vidas pasadas deben ser expiados por obras de aquella persona en la vida siguiente, hasta que finalmente logre un estado de santidad y pureza.
• Jesús dice que una vez que morimos, los que han aceptado la obra que él hizo por ellos en la cruz y le siguen irán al cielo para vivir por siempre con Dios. Los que no lo hayan hecho, vivirán para siempre apartados de Dios.
• La reencarnación dice que todos viviremos una y otra vez aquí en la tierra hasta que logremos hacerlo todo correctamente.
• La Biblia enseña que “está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio” (Hebreos 9:27).
• Según la reencarnación, morimos una y otra vez. En realidad no hay juicio alguno, solo karma, que deberemos enfrentar en nuestra vida siguiente.
Si la reencarnación fuera verdad, significaría que la muerte de Cristo ha sido en vano. No tendríamos necesidad de que alguien nos salvara si pudiéramos lograr la perfección por cuenta propia a lo largo de docenas o centenas de vidas.
En ningún lugar de la Biblia se sugiere siquiera que la reencarnación pueda ser verdad. En cambio se recalca una y otra vez que todo ser humano es un individuo singular creado a la imagen de Dios mismo. Y sin embargo, cada vez más personas, incluso cristianos, parecen aceptar como verdad esa creencia. No existe manera de aferrarse a una creencia en la reencarnación y a la vez creer en la muerte expiatoria de Cristo en la cruz.
Recordemos lo que dice la Biblia: “Está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio” (Hebreos 9:27). No muchas muertes, sino una muerte. No muchos juicios, sino un juicio.
Y sólo hay una manera de asegurarnos que podremos pasar por ese juicio sin sufrir daño. Volvamos a esas palabras famosas de Jesús: “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él” (Juan 3:16-17).
foto de Juan Alberto Florez Segura.

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