Si se llevasen el miedo y nos dejasen lo bailado para
enfrentar el presente,
si se llegase entrenado y con ánimos suficientes, y
después de darlo todo, en justa correspondencia,
todo estuviese pagado,
y el carné de jubilado abriese todas las puertas,
quizás llegar a viejo sería más llevadero, más
confortable, más duradero…
Si el ayer no se olvidase tan aprisa, si tuviesen
más cuidado en dónde pisan, si se viviese entre
amigos que, al menos de vez en cuando, pasasen
una pelota…
Si el cansancio y la derrota no supiesen tan amargo…
Si fuesen poniendo luces en el camino a medida que
el corazón se acobarda, y los ángeles de la guarda
diesen señales de vida...
...sería más razonable, más apacible, más transitable…
Si la veteranía fuese un grado, si no se llegase
huérfano a ese trago, si tuviese más ventajas y
menos inconvenientes…
Si el alma se apasionase, el cuerpo se alborotase
y las piernas respondiesen,
y del pedazo de cielo, reservado para cuando toca
entregar el equipo, repartiesen anticipos a los más
necesitados...
...sería todo un progreso, un buen remate, un final
con beso…
En lugar de amontonarlos en la historia convertidos
en fantasmas con memoria…
Si no estuviese tan oscuro a la vuelta de la esquina,
o simplemente si todos entendiésemos que todos…
…llevamos un viejo encima...
JOAN MANUEL SERRAT
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