Son muchas las definiciones que podemos encontrar y probablemente la mayoría de ellas sean correctas. Dan una más o menos clara idea de lo que el término, en su etimología, significa. Entonces sabremos qué quiere decir de manera que podremos responder correctamente si se nos interroga sobre el tema. Pero no todas nos permitirán sortear la emulsión producida entre la comprensión intelectual y la aplicación de su significado a nuestras propias vidas.
Meditar es la manera de encontrarnos con nosotros mismos, buscar nuestra esencia, nuestra identidad por encima de los nombres y apellidos y aún más, sintonizar como entes con nuestros orígenes, aplicando la introspectiva natural que no requerirá de nosotros actividad alguna de las conocidas pero cuya aparente estática física alberga todas las transiciones convirtiendo nuestra única inacción, la del “no pensar” en la más activa e intensa de nuestras posibilidades como seres de la creación.
Para los amigos de las metáforas y comparaciones, diríamos que meditar es poner en funcionamiento de forma voluntaria las funciones usualmente inactivas de nuestro cerebro expresadas a través de su parte abstracta, la mente. Sería como poder encontrar en el hígado, el corazón o cualquier otro órgano, funciones que habitualmente estos no realizan. Dicha comparación adolece de cierta imprecisión por el hecho de que con excepción del cerebro ningún otro órgano de nuestro cuerpo posee una parte expresiva abstracta.
En seres humanos nos vemos convertidos al nacer. Para ser más exactos, al ser concebidos en el vientre materno. Pero somos mucho más que eso. Sin embargo, no lo podemos recordar aunque la información permanezca siempre en nuestros genes.
Gracias RUDY SPILMAN del BLOG LIBRO ABIERTO.
Meditar es la manera de encontrarnos con nosotros mismos, buscar nuestra esencia, nuestra identidad por encima de los nombres y apellidos y aún más, sintonizar como entes con nuestros orígenes, aplicando la introspectiva natural que no requerirá de nosotros actividad alguna de las conocidas pero cuya aparente estática física alberga todas las transiciones convirtiendo nuestra única inacción, la del “no pensar” en la más activa e intensa de nuestras posibilidades como seres de la creación.
Para los amigos de las metáforas y comparaciones, diríamos que meditar es poner en funcionamiento de forma voluntaria las funciones usualmente inactivas de nuestro cerebro expresadas a través de su parte abstracta, la mente. Sería como poder encontrar en el hígado, el corazón o cualquier otro órgano, funciones que habitualmente estos no realizan. Dicha comparación adolece de cierta imprecisión por el hecho de que con excepción del cerebro ningún otro órgano de nuestro cuerpo posee una parte expresiva abstracta.
En seres humanos nos vemos convertidos al nacer. Para ser más exactos, al ser concebidos en el vientre materno. Pero somos mucho más que eso. Sin embargo, no lo podemos recordar aunque la información permanezca siempre en nuestros genes.
Gracias RUDY SPILMAN del BLOG LIBRO ABIERTO.
"Antes de vestir tu cuerpo de blanco, ilumina tu alma".
La armonía, el amor y la luz están donde la vida te lleve. La iluminación de tus días y los colores con que los veas dependen de vos. No lo olvides, vos y sólo vos sos el hacedor de tus sueños y tu destino.
Meditaciones en el mar rojo
No hay comentarios:
Publicar un comentario