Tras 72 años juntos, mueren tomados de la mano
Las verdaderas historias de amor aún existen. Es el mensaje que nos dejan Norma y Gordon, una pareja que tras de 72 años de vida compartida, murió tomada de la mano con diferencia de tan sólo una hora en una sala de terapia intensiva.
Todo comenzó en la escuela secundaria. El día de su graduación, cuando Norma Stock aceptó la propuesta de casamiento de Gordon en 1939.
Gordon era una persona sociable, amante de la diversión y la fiesta, mientras Norma era tímida, organizada y perfeccionista. Eran el uno para el otro. Según sus hijos, papá era “el alma de la familia” y mamá la que los mantenía unidos.
Según sus hijos, Gordon más de una vez expresó su incapacidad de vivir sin su adorada esposa. Y quizás fue tanto el cariño, que destino quiso que partieran juntos.
Fue así que el fin de este amor se produjo tras un fatal accidente automovilístico en la ciudad de Marshalltown, cuando chocaron con un auto que venía en sentido contrario.
Tras el accidente la pareja fue llevada de urgencia al hospital e internada en la misma habitación. Mientras yacían en terapia intensiva, siempre tomados de la mano, Gordon dejó de respirar. Pero el monitor de frecuencia cardíaca se mantuvo fuerte por los latidos de Norma. “Su corazón latía a través de él”, dijo Dennis.
Murieron sólo con una hora de diferencia entre uno y otro y Norma, quien fue la segunda en irse, no soltó la mano de su esposo ni un solo segundo.
“Honestamente, tuvimos la suerte de que se marcharan juntos”, dice su hija. “No imagino cómo hubiera sido si no”. Norma, de 90 años, y Gordon, de 94, compartieron el mismo ataúd en su funeral tomados de la mano. Ambos serán cremados y sus cenizas serán mezcladas. Les sobreviven sus dos hijos, Donna y Dennis, 14 nietos, 29 bisnietos y un tataranieto.
Enamorado
Con los ojos a medio cerrar
mis manos te acarician,
sin tan siquiera tocarte,
sin tan siquiera encontrarte.
Con labios moviendose
sin palabra declarar
te confieso mi amor,
te regalo mi cancion.
Te amo
y quiero decirlo,
quiero gritarlo
pero en un absoluto
silencio donde solo tu
puedas escucharlo.
Te amo.
Si, mil veces si,
no importa quien lo crea,
te amo, y tan sencillo
como estos versos,
te amo,
¿que por que?
Por todo y por nada.
Te amo por quien tu eres,
te amo por quien yo soy
cuando a tu lado me
siento realizado,
cuando a tu lado
me siento por
Dios bendecido.
Y cuando nuestros cabellos
esten decorados con el gris
de los años, a Dios pido
que nuevo aliento
ponga en mi corazon
para que en un
grito envuelto en el silencio
de una dulce noche
pueda volver a decirte:
te amo,
si amor mio,
si, mil veces si,
te amo como ayer,
te amo
¡como la primera vez!
Pablo Roman Caballero
www.cristianobook.com
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