La
vida es un milagro que merece un compromiso constante. El compromiso de
amar sin medida, de servir con desinterés y de pasar por la Tierra
haciendo el bien. Toda gran obra es el fruto de un gran esfuerzo. Sólo
quien es perseverante aprende de sus fracasos e insiste con
determinación. Así lo hacía Simón Bolívar, que en su vida tuvo muchas
más derrotas que victorias. Sólo con un deseo vehemente y mucha
perseverancia puedo alcanzar la excelencia.
Como decía Víctor Hugo:
"El secreto de los grandes corazones se
encierra en una palabra: Perseverar".
Aprende
a ver la naturaleza con los ojos de Dios y a ver a Dios en la majestad
de la naturaleza. Cuando te muestras como eres, tus relaciones las
edificas sobre la roca; si obras con falsedad se derrumbarán en la arena
de la hipocresía. "Yo para querer no necesito una razón; me sobra mucho, pero mucho corazón".
La fuente del amor nunca se extingue. Ámate mucho para amar mucho. Que
te sobre corazón para perdonar, servir y comprender. En la sociedad de
consumo no hagas del amor una ocupación pasajera o secundaria. Vive para
amar y ama para vivir.
Díganos tres fórmulas para hallar la solución a los problemas de pareja y de familia.
- Dialogar.
- Dialogar.
- Dialogar.
La
crisis del mundo es moral, más que económica. Si de verdad queremos
acabar con la corrupción y la violencia, la rectitud debe reflejarse en
nuestros actos. No podemos ser cómplices silenciosos de aquellos que
siguen levantando muros en lugar de construir caminos.
"El mundo está a oscuras no tanto por el mal que hacen los malos, como por el bien que dejan de hacer los buenos".
Todos tenemos la urgente tarea de ser íntegros, sin la menor concesión a
la inmoralidad. Tarde o temprano, la vida nos demuestra que actuar con
ética es el mejor negocio y el único camino a la felicidad.
RECIBIDO MAIL.-MARIA
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