28 de marzo de 1992
J- Yo soy el Océano de la Misericordia, viva en pleno mundo, activa en el fondo de los corazones heridos.
Yo soy el Amor que lo penetra en su Luz Aplia.
En este mundo desgraciado dedicado a su perdición, ¡cuántas almas son todavía luces en las tinieblas nocturnas que las rodean!
El mundo era Luz, las tinieblas han invadido la tierra de los hombres.
M- Jesús mío, tu Legión es una Obra de luz y de salvación.
J- Así lo quise Yo, pero depende del comportamiento de los que la componen.
Si el mundo vuelve a Mi con una contrición sincera, apartaré de él mi Santa Justicia y volverá a ser luz original.
Si los hombres quieren vivir, tienen que morir a su corrupción (morir al pecado) para renacer a la Vida en la Luz, si no morirán todos en la desolación.
El cielo entero llora la duplicidad de los hombres que se creen y se quieren libres, pero que en realidad, son los esclavos del mal, mientras mis fieles conocen la libertad de los hijos de Dios.
Hay que elegir, pero lo que es mundano no quiere.
“Mensaje del Amor Misericordioso a las Pequeñas Almas” – TOMO IV – Pág. 292
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Paz, Alegría y Amor
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