El Ego de la ira y sus
facetas de la Ira
No recordamos con certeza la última vez en la que
alguien nos haya dicho “estoy muy contento porque tengo ira”. Todo lo
contrario.
La observación directa nos indica que entre todos
los que han sido observados, a ninguno le ha gustado el que le hagan
sufrir corajes.
Sin embargo es importante reconocer que una vez se
sufre un coraje, aquél que lo sufre pierde todo el interés por
abandonar su YO de la ira. Una y otra vez vemos como un iracundo casi
revienta cuando un ajeno simplemente le dice “no es necesario que
tengas coraje”.
Más aun, hemos visto cómo aquellos iracundos
escogen de forma voluntaria, mantener frescos en la memoria aquellos
eventos del día que más le hirieron y más le hicieron sufrir; y les
vemos repitiendo el evento de forma constante en la pantalla de su
memoria, debatiéndose entre lo que dijo y lo que debió decir, entre lo
que hizo y no hizo, y hasta planificando de forma estratégica lo que
hará y lo que dirá la próxima vez, etc., etc.
También hemos visto como muchos de ellos, mientras
van de camino a sus casas al final del día, discuten consigo mismos y
dramatizan sus tragedias. A todos les disgusta el coraje, pero una vez
que lo experimentan hay algo romántico en el coraje mismo que les
atrae y les deleita.
Podemos muy bien concluir que el coraje resulta
adictivo una vez que se experimenta, dándole a aquel que lo dramatiza
una falsa sensación de poder, un valor extraordinario para decir aquello
que de otras formas no diría y el regalo de un tiempo infinito más
tarde para arrepentirse y sufrir por el dolor que le hizo pasar a
otros.
Es hora de comprender la ciencia de la Ira y para eso tenemos que entender lo que son su estructura y sus transacciones.
Igual que cualquiera de aquellos siete pecados
capitales (la lujuria, la codicia, la envidia, la pereza, etc.), la ira
es un defecto de tipo psicológico muy peligroso que puede aparecer
tanto como un demonio o disfrazado de Santo.
Enviado por: Ricardo Santana Laracuente. Phoenix, Arizona.
Imagen: Jacob Matham (1571 - 1631
http://www.samaelgnosis.net/revista/ser52/ira.html
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