LUZBY BERNAL

domingo, 15 de marzo de 2015

Los demonios tiemblan ante la presencia real de Cristo en la Eucaristía

RELIGIÓN 11.03.2015

Los demonios tiemblan ante la presencia real de Cristo en la Eucaristía

Una reflexión a partir del robo de una hostia consagrada por un grupo de satánicos

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Adoration at the first Eucharistic Congress _© A&A Photography / Flickr
Hace unos años, escribí sobre una experiencia poco común que tuve al celebrar la misa: una persona, atormentada por una posesión demoníaca, salió corriendo de la iglesia en el momento de la consagración. Volveré a hablar de este caso un poco más adelante.

Me acordé de este hecho por la noticia sobre un culto satánico de la ciudad de Oklahoma (EUA) que robó una hostia consagrada de una parroquia y anunció que la profanaría durante una “misa negra” que se realizaría ese mes de septiembre.

El arzobispo de Oklahoma, monseñor Paul Coakley, procedió con una acción judicial para impedir el sacrilegio y exigir que el grupo devolviera la propiedad robada a la Iglesia. Monseñor Coakley resaltó, durante el proceso, que la hostia sería profanada de la manera más vil imaginable, como ofrenda hecha en sacrificio a Satanás.

El portavoz del grupo satánico, Adam Daniels, declaró: “Toda la base de la ‘misa’ (satánica) es que tomamos la hostia consagrada y hacemos una "bendición" u ofrenda a Satanás. Hacemos todos los ritos que normalmente bendicen un sacrificio, que es, obviamente, la hostia del cuerpo de Cristo. Entonces nosotros, o el diablo, la volvemos a consagrar…”.

A la luz del proceso judicial, el grupo devolvió a la Iglesia la hostia consagrada que había robado. Gracias a Dios.

¿Pero usted observó lo que el portavoz satánico declaró sobre la Eucaristía? Al hablar de lo que sería ofrecido en sacrificio, él dijo: “…que es, obviamente, la hostia del cuerpo de Cristo”.

Por más grave y triste que sea este caso (no es el primero), estos satánicos explícitamente consideran que la Eucaristía católica es el Cuerpo de Cristo.

Por lo que sé, nunca ha habido intentos por parte de satánicos de robar y profanar una hostia metodista, o episcopal, o bautista, o luterana, etc. Es la hostia católica la que están buscando. Y tenemos una afirmación de la propia Escritura que es garante: “También los demonios lo creen y tiemblan” (Stg 2,19).

En otro pasaje, la Escritura habla de un hombre que vagaba en medio de la multitud y estaba atormentado por un demonio. Cuando vio a Jesús, todavía lejos, corrió hasta Él y lo adoró (Mc 5,6).

El Evangelio de Lucas cita a otros demonios que salían de muchos cuerpos poseídos y gritaban: “Tú eres el Hijo de Dios". Pero él no les permitía hablar, porque sabían que Él era el Cristo (Lc 4,41-42).

De hecho, como puede comprobarse por muchos que ya han presenciado exorcismos, hay un poder maravilloso en el agua bendita, en las reliquias, en la cruz del exorcista, en la estola del sacerdote y en otros objetos sagrados que ahuyentan a los demonios.

Incluso así, muchos católicos y no católicos infravaloran esos sacramentales (así como los mismos sacramentos) y los utilizan de cualquier manera, con poca frecuencia o sin frecuencia alguna. Hay mucha gente, incluso católicos, que los consideran poco importantes. Pero los demonios no.

Vergonzosamente, los demonios, a veces, manifiestan más fe (aunque llena de miedo) que los creyentes que deberían reverenciar los sacramentos y los sacramentales con fe amorosa. Incluso el satánico de Oklahoma reconoce que Jesús está realmente presente en la Eucaristía. Es por eso que busca una hostia consagrada, aunque para fines tan nefastos y perversos.

Hace casi 15 años...

Todo eso me lleva de vuelta al caso real que describí anteriormente. Les presento a continuación algunos fragmentos de lo que escribí hace casi quince años, cuando estaba en la parroquia de Santa María Antigua (Old St Mary, en la capital norteamericana) celebrando la misa en latín en la forma extraordinaria.

Era una misa solemne. No era diferente de la mayoría de los domingos, pero algo muy impresionante estaba a punto de suceder

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