LUZBY BERNAL

martes, 28 de septiembre de 2010

El Mundo Actual
La Tierra es un organismo vivo al que le hemos causado mucho daño.
Hasta el presente, ella ha estado usando una serie de "estrategias" con el fin de conseguir las transformaciones necesarias que nos permitan darnos cuenta que hemos estado equivocados, y que a pesar del sin número de “sacudidas” mal llamadas naturales, esto no ha sido posible. Lo ideal sería que nosotros tomásemos conciencia de nuestra conducta y cambiásemos por nuestra propia voluntad, entendiendo en consecuencia y de una vez por todas, las razones de la existencia humana y las responsabilidades que ello implica.
La actual Era que estamos experimentando debería ser bautizada como la era de la ignorancia colectiva. Esta ignorancia ha sido inducida por el exagerado consumismo, la idolatría por los excesos, la exagerada dependencia hacia el tecnicismo, así como el apego a las modas donde se enaltece el sexo, el exhibicionismo y el libertinaje, además del falso positivismo que se esconde en las ambiciones exacerbadas de muchos, junto a sus vanidades y egocentrismos, males que también han sido indirectamente fomentados tras la irresponsabilidad que generalmente se esconde en los falsos arrepentimientos y ante las falsas caridades.
Hemos olvidado que somos copartícipes de todo lo que existe y ha sido esa irresponsabilidad, lo que nos ha convertido en seres ignorantes, irrespetuosos, vanidosos, envidiosos, derrochadores, perezosos, indiferentes, violentos, lujuriosos, vengativos,... Pero gracias a los acontecimientos que hemos estado atrayendo y experimentando, relacionados con el dolor, o haciéndonos sentir incómodos, así como inconformes, incomprendidos, insatisfechos, o sintiendo que no encajamos ni aceptamos lo que a veces acontece, algunos de nosotros  hemos ido “despertando” de ese letargo en el cual nos habíamos sumergido, lo que ha traído como consecuencia la toma de nuevas decisiones y cambios de conductas que nos están permitiendo ayudar a otros, para que más adelante esos otros, puedan contribuir con el despertar masivo que se avecina.
Si en un futuro llegase a ocurrir un desastre mal llamado natural, así como se ha estado anunciando, los pocos que puedan quedar vivos, quizás por miedo o por respeto, puede que asuman voluntariamente el tan anhelado cambio de conducta. Si por el contrario, no ocurre nada, serán las mismas exigencias inherentes por el anhelo a cambiar y entender, lo que se convertirá en la “brújula” que guiará nuestro camino hacia la transformación, siendo esa insatisfacción masiva la que confluirá en la creación de conceptos más coherentes, de nuevas leyes y teorías, de una nueva cultura, de una nueva educación..., lo que también nos permitirá estar más pendientes de lo que pensamos, hablamos y expresamos, además de la unión de todas las religiones en una sola, basada en el amor a Dios y al prójimo, lo que convergerá en manifestaciones de unión, de inclusión, de rectificación, de solidaridad, de servir y de ayudar, así como también estos nuevos enfoques serán tomados en cuenta por la ciencia, permitiéndole conseguir las respuestas que aún faltan por revelarse y que son necesarias para enlazar algunos misterios.
Todos estos cambios tendrán como fundamento básico la UNICIDAD en todo lo creado y por lo tanto, la transformación y sutilización de las energías que todavía puedan encontrarse algo densas, las cuales son las que hacen posible cada una de las actuales individualidades. Para ese entonces, estaremos viviendo en una Nueva Tierra y en la medida en que vayamos desencarnando, cuando volvamos a nacer, las energías que heredemos en forma de memorias energéticas, tendrán la posibilidad de ser sutilizadas a través de nuestras buenas acciones, al poder experimentar una existencia más coherente y más humana, lo que nos permitirá continuar con nuestro  camino ascendente hacia esa "nueva conciencia" y al tan anhelado salto cuántico.
La continuidad energética individual que finalmente confluye en la fusión con el Todo, deroga la creencia de que vayamos a desaparecer junto al planeta. Somos energías en evolución, motivo por el que nuestra existencia no termina con la muerte del cuerpo que hoy ocupamos. Quienes vayamos entendiendo la forma en que funciona la Unidad en todo lo creado debemos tratar de convertirnos en dignos ejemplos para que así disminuyan las manifestaciones de indiferencia, de crueldad, de irrespeto, de irresponsabilidad, de inmoralidad... Convirtiéndonos en consecuencia en verdaderos seres humanos.
La pregunta inmediata es, sí no hemos sido verdaderos humanos ¿cuál debería ser la conducta ideal para que podamos ser calificados como tal?
La primera recomendación, es dejarnos guiar por nuestro código de conducta energético inherente el cual nos señala, a través de un adecuado discernimiento y sentido común, la forma en que debemos accionar con rectitud.
En la medida en que desarrollemos y fomentemos las energías relacionadas al accionar recto estaremos sutilizado y por lo tanto, se estarán llevando al equilibrio nuestras energías, beneficiándose con ello, también nuestros semejantes y todo lo que habita en el planeta. Este proceder permitirá también desarrollar, dentro de nosotros, la voz de la conciencia que junto al constante discernimiento nos irá indicando cuál ha de ser la conducta más acorde en cada situación, habituándonos en todo caso al buen accionar.
En segundo lugar, debemos entender que somos UNO, porque al ir aceptándolo, podremos comprender, que cuando le hago daño a alguien o, a la misma naturaleza, me lo estoy haciendo a mí mismo.
Somos esencias individuales en evolución siempre sumergidas dentro de una Sustancia Única, y que por nuestro constante e inadecuado accionar, hemos estado distorsionando nuestro fluido energético, lo que nos ha llevado a estar constantemente reencarnando y en consecuencia "necesitándonos" el uno con el otro para poder seguir avanzando.
Energéticamente está definido lo que ocurrirá en nuestras futuras encarnaciones, esto debido a que en cada esencia individual se encuentra "escrito" todo lo que hemos sido, todo lo que somos en la actualidad, así como lo que seremos en el futuro, inclusive se encuentra la "fecha" en que ocurrirá nuestra liberación, pero al ir entendiendo cómo funciona el universo, y sí queremos tener una existencia relativamente menos difícil en el futuro, junto a un cuerpo saludable, debemos empezar a comprender que las características de esas futuras existencias y de esos nuevos cuerpos, así como la "calidad energética" de las personas que podamos atraer en nuestras futuras interacciones (futuros padres, amigos, esposos, hijos, vecinos, gobernantes,...) dependerá de lo que hoy estamos haciendo y de la forma en que estamos tratando a nuestros contemporáneos.
Lo más recomendable, es que todos debemos ir evolucionando de manera similar para que algunas esencias no se queden atrás ni otras se adelanten mucho, pues pudiera ocurrir que algunas se queden estancadas en niveles muy bajos, lo que impediría la atracción de otras similares que con sus cuerpos funjan como padres dándole la posibilidad de reencarnar, así como también si se evoluciona muy rápido tendrían que quedar suspendidas hasta que otras esencias encarnadas alcancen niveles similares que posibiliten la densificación de sus nuevos cuerpos a través del proceso de concepción y nacimiento.  Recuerda que todos y todo, nos encontramos interconectados.
 En tercer lugar, debemos dedicarnos a servir...
Pero, ¿qué significa la verdadera servicialidad?
Servicialidad simplemente es, colocarnos en el lugar del otro y preguntarnos: ¿qué me gustaría que hicieran conmigo si yo estuviera en esa situación...? Al estar reencarnando no sabemos lo que nos espera y por lo tanto, debemos sembrar hoy, las energías de amor y respeto que cosecharemos en el mañana, pero ese mañana se refiere a las futuras existencias, y al depender ese futuro de nuestras acciones de hoy, las energías que se estén activando y fortaleciendo serán las que irán impulsando las características y la consecutiva e inmediata continuidad de nuestra “escuela energética”.
Por ejemplo, los abogados pudieran convertirse en instrumentos de concertación, de armonía y de paz para la solución de los supuestos conflictos. Los médicos pudieran dedicar un día a la semana o por lo menos al mes, y de manera voluntaria, a servir gratuitamente a todo aquel que lo necesite. Los vecinos pudieran reunirse, por ejemplo para colectar útiles escolares o alimentos, y donarlos personalmente a los alumnos de escuelas o, a los habitantes de barrios muy pobres, porque debemos comenzar a entender también que todo no se lo debemos dejar a los gobiernos. Aquellos que llamamos pobres son sólo instrumentos del universo para que estimulemos en nosotros nuestras buenas energías.
 Los grupos de jóvenes pudieran visitar los asilos de ancianos y compartir con todas esas personas momentos felices. Los empresarios pudieran donar un porcentaje de lo que producen para aliviarles la existencia a otros sin que con ello, se altere el precio de sus productos ni que este gesto sea utilizado sólo para disminuir sus impuestos o para cumplir con leyes sociales. Los comerciantes pudieran respetar los precios establecidos y no trasladar al consumidor sus gastos y sus lujos personales. Los policías pudieran servir al colectivo comportándose correctamente y siendo serviciales todo el tiempo. Los niños y los adolescentes pudieran cumplir con el cien por ciento de sus deberes para poder exigir sus derechos, siendo buenos estudiantes, buenos hijos, buenos ciudadanos. 
La colectividad en general pudiera comprar, sólo aquello que en verdad necesite, anulando con ello el consumismo innecesario y el derroche de dinero motivado por la vanidad, por la imitación de conductas inadecuadas y por la ignorancia. Las personas con posibilidades económicas pudieran buscar la manera de mitigar las necesidades de sus congéneres, siempre dando hasta que “duela” y no lo que les sobre. Los que tengan animales pudieran cuidarlos, protegerlos y alimentarlos recordando que ellos son esencias que quizás estén pasando por un breve proceso de involución energética  y que fueron atraídos a sus vidas por algún motivo.
 Los esposos pudieran comenzar a entender que una relación de pareja es una oportunidad de tolerancia, de respeto y aceptación para ayudarse el uno con el otro, cumpliendo en todo momento con los deberes inherentes como esposo o como esposa. Los integrantes de cada familia pudieran ir entendiendo que fueron colocados allí, para desarrollar energías de amor, de tolerancia, de respeto, unión, compartir, ayuda, perdón, aceptación,...
Son muchas las formas de ayudar al planeta y de ayudarnos los unos con los otros, sólo hay que activar, manifestar, desarrollar y fortalecer energías relacionadas a la buena disposición y al querer hacerlo.
 
Por otra parte, la sabiduría que se percibe en aquellos que creemos más avanzados, también se encuentra en todos los seres, hasta en aquellos “de bajo nivel vibratorio" que caminan sobre este sagrado planeta. Todos somos UNO y esa unicidad se encuentra en nuestras perfectas esencias, por lo tanto todo aquel que desee despertar esa sabiduría inherente, debe “silenciar” su mente de ruidos innecesarios y comenzar a estimular el conjunto de energías relacionadas a ella, que más adelante se manifestarán en forma de buena conducta y con ello puede que comience a recordar quiénes en verdad somos… 
Por un Mundo Mejor
Elizabeth Varga Ramírez
 
 
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