LUZBY BERNAL

viernes, 23 de diciembre de 2011

¿Cuál es mi Misión? - Parte II

¿Cuál es mi Misión? - Parte II 
Las herramientas negativas son nuestros karmas, las cosas a las que nos enfrentamos que nos desagradan. Tener que trabajar en sitios a los cuales no le encontramos el propósito, estar en ambientes con personas que nos desprecian o desvalorizan, ayudar sin entender la razón, sufrir una vida de constantes pérdidas o separaciones… Todos estos aspectos negativos a corto plazo, son positivos a largo plazo… 

Es lo que podemos llamar: la Preparación. Estar en situaciones feas, encasilladoras, en trabajos sin entendimiento, todo esto nos hace aptos para enfrentar las adversidades que comprenden nuestra Misión. Debemos estar atentos a ello, pues nos servirán de mucho al hacerlo consciente…
Piensen: ¿qué saco yo de esta situación? ¿Qué he de aprender de esta experiencia? ¿Qué me aporta este trabajo o relación?

Todo es un aprendizaje constante y una preparación para el cumplimiento de la Misión… Pero lo más loco de este cumplir… Es que no importa si eres consciente de haberlo hecho. Claro está que cuando uno es consciente de sus propósitos, nos vemos ya en un plano evolutivo más flexible, más sutil. Saber cuál es la Misión individual es importante para nuestra realización como individuos.

¿Es bueno saber cuál es mi Misión?

Deben de tener en cuenta los aspectos positivos y negativos de saber cuál es la misión.
Lo positivo, como dije: te posiciona en un nivel flexible de la evolución, en la que eres consciente de que todo lo que sucede te está preparando para esa función que has venido a realizar. Estás atento, y dispuesto a estas situaciones.
El lado negativo es que cuando uno reconoce su misión, está pendiente de su realización… y muchas veces eso le trae problemas. Querer que suceda ya, adelantar los tiempos, las acciones… llega la angustia y desesperación, pues las cosas no salen como se las espera, y así la frustración invade el cuerpo. Ve el contexto y se enloquece al ver la casi imposibilidad de su misión, y prácticamente termina por no cumplirla.

¿Entonces… cómo cumplo mi Misión?

En realidad, la Misión se cumple muy fácilmente: viviendo.

Despreocúpense de su Misión.
Hace mucho tiempo, antes de nacer, todos, cada uno de ustedes, se reunió con un grupo de almas, seres, guías y maestros con los cuales debatieron su misión, ellos están ahí para ayudarlos en el cumplimiento de la misma…
¿Cómo? A través de “deja vú”, de señales, palabras, películas, libros, carteles incluso… ¿Cuál es mi punto? Que mucha gente cumple su Misión y muere sin saber que la ha cumplido… Sin embargo, hizo lo que tenía que hacer.
Es la Nueva Era un hervidero de ideales que estaban trabados, pero no por haber estado en el inconsciente colectivo, no se hacían.

Nuestra mayor herramienta hoy a diferencia de ayer, es que sabemos que existe una Misión que hemos pactado cumplir. Cosa que antes no sabían, pero sin embargo, se cumplían por el inconsciente y subconsciente.
No importa cuál es nuestra misión, lo importante es estar atento a las señales que nos guían a su cumplimiento.
Piensen muy bien lo siguiente… hay muchos que se están conectando o que ya están conectados, y que entre los 5 años y los 20 años ya saben cuál es su misión, pero lo que no saben es que comenzará a concretarse a su 45 o 60 años de edad… Mientras tanto pues… se frustran con la vida misma y entran en ira o melancolía.

Por eso mismo, mi consejo es el siguiente:
No vivimos para cumplir con nuestra misión… nuestra misión es vivir. Disfruten de cada instante de la vida, siendo conscientes de que sus vidas son un importante eslabón que han de mover. No se detengan a observar y buscar el propósito de su vida, simplemente vivan, estén atentos, y encuentren el propósito.

Seguiré insistiendo:

“No vivimos por nuestra misión, nuestra misión es vivir…
No busquen el propósito de su vida, encuéntrelo en el vivir…”

Matías De Stefano
 

TRABAJADORES DE LA LUZ

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