LUZBY BERNAL

miércoles, 15 de septiembre de 2010

eseñanza.-PATANJALI

Patanjali fue un sabio, un Maestro del Yoga. No se sabe exactamente en qué época vivió, hay grandes diferencias entre un texto y otro, pero la versión que tomamos lo ubica 300 años A.C.
A través de sus Yogasutras analizó al Yoga y lo transformó en un verdadero sistema filosófico. Explicó al Yoga utilizando Sutras, que son aforismos, frases que se utilizan para describir grandes leyes o enseñanzas profundas con el menor número de palabras posible y con la mayor precisión posible (ver significado en la sección "Parábolas y Aforismos"). A veces los Sutras suelen ser difíciles de entender por estar escritos con muy pocas palabras, pero cuando los entendemos, nos brindan una enorme enseñanza.
Los Yogasutras de Patanjali no solamente describen al Yoga, sino que al estar ordenados de determinada forma, se relacionan entre sí de manera que en un libro relativamente pequeño (son sólo 196 Sutras) podemos encontrar una increíble cantidad de conceptos del Yoga, de sabiduría y de enseñanzas. Eso es así por las posibilidades de compactación que tienen los Sutras, aunque explicar todos los conceptos encerrados en esas pocas palabras suele llevar muchas páginas.
Este libro consta de 4 secciones:
I) Samadhi: es la etapa final del Yoga, es una conexión armónica entre cuerpo, mente y emociones, de manera que se produce una ampliación de conciencia, un estado de iluminación donde se percibe que nuestra parte interna está conectada al Todo, y que el Todo a su vez fluye a través nuestro, esto nos proporciona sabiduría e inspiración. Podría resultarnos extraño que Patanjali empiece sus Yogasutras describiendo el Samadhi, que es la parte más avanzada del Yoga, pero lo hace para explicarle al que entra en el camino del Yoga, a qué puede llegar, qué se persigue, cuál es la meta.
II) Sadhana: nos describe cómo alcanzar el Samadhi. Son los medios, las técnicas o recursos que se pueden aplicar para llegar al Samadhi.
III) Siddhis: son las facultades trascendentes, que están más allá del plano físico (clarividencia, telepatía, intuición, etc.). Después de que se describió al Samadhi y a los medios para lograrlo, el practicante debe saber qué son los Siddhis, cómo manejarlos y cómo utilizarlos para seguir potenciando su crecimiento sin quedar encandilado por esos poderes extraños, para usarlos para bien de alguien o de sí mismo.
IV) Kaivalya: es el estado del Maestro, que está más allá del Samadhi. Con esto Patanjali nos quiere dejar en claro que la expansión de conciencia, este camino de la Maestría que no termina nunca, está más allá del Samadhi.
Algunos de los temas tratados en los Yogasutras de Patanjali son los siguientes  
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El sistema de Yoga que propone Patanjali consta de 8 partes (Asta : 8  anga : serie, paso). Aunque pueden practicarse en cierta medida en forma independiente unas de otras, existe una relación de secuencia entre ellas, y la práctica eficaz de cualquiera de esas partes requiere haber dominado, al menos parcialmente, las anteriores.
1.- YAMAS : son autorrestricciones, normas éticas que nos conducen a armonizarnos con principios universales, por lo tanto son permanentes, no cambian con el tiempo ni con el lugar. De manera inconsciente solemos hacer pequeñas transgresiones que suelen perturbar nuestro bienestar, y mientras no las detectamos, pensamos que nuestras dificultades y fracasos se originan en lo exterior, sin darnos cuenta de que la causa está en nuestro interior. Meditando sobre los Yamas podemos saber en qué puntos estamos transgrediendo las leyes, para corregirnos y liberarnos de esos obstáculos, y así obtener progresos más elevados. Los Yamas actúan como una llave de fuerza muy importante que nos va orientando para poner en funcionamiento y a nuestro servicio una ley superior.
   1.1.- Ahimsa: es el primer precepto, y significa la no violencia, nos conduce a estar en armonía con la Ley del Amor. Habitualmente solemos ejercer violencia contra nosotros mismos, inclusive agredimos a otro. Al violentarnos innecesariamente contra algo o alguien, esa violencia repercute y de alguna manera se nos vuelve en contra (por ejemplo: el ser humano violentó a la naturaleza, rompió la ecología y ahora ese desequilibrio ecológico se le está volviendo gravemente en contra). Lo que nos permite acceder a la Ley del Amor es la no-violencia  bien entendida, por eso nos cuesta tanto conectarnos con nuestra parte sensible, con el afecto y el amor.
Transgredir Ahimsa en el cuerpo físico es no respetar al cuerpo, no quererlo, no cuidarlo,  exigirle más de lo que puede. A veces el cuerpo no tiene enfermedades graves concretas pero funciona mal, y suele ser porque en algún momento lo rechazamos, lo vimos feo o lo descalificamos. Es importante hacernos "amigos" del cuerpo. Si lo aceptamos, si lo queremos incondicionalmente, como es y como esté, si le damos afecto, fluye una energía que alivia muchos malestares. Cuando el cuerpo recibe esa energía afectiva empieza a irradiar belleza, atractivo, porque la facultad principal del amor es el embellecimiento.
Transgredir Ahimsa en el cuerpo emocional es la imposibilidad de demostrar o de recibir afecto. Por ejemplo: una montaña no es más que una acumulación de rocas, pero nuestra sensibilidad emocional nos conmueve y hace que irradiemos afecto hacia ese paisaje. Somos nosotros los que la convertimos en bella o no. Conectándonos armoniosamente con ella, abrimos nuestros canales emocionales, irradiamos amor sobre la montaña que se refleja y vuelve, haciendo que la veamos bella. Por eso la persona depresiva, que no puede irradiar afecto, no encuentra nada en el mundo que le atraiga, porque no puede irradiar esa energía de amor que tiene ida y vuelta. Un artista, un pintor o un músico, si no ponen capacidad afectiva no pueden crear algo bello.
Transgredir Ahimsa en el cuerpo mental es descalificar nuestra mente porque nos parece que no somos lo suficientemente capaces, nos enojamos porque cometimos un error y no nos lo permitimos. Entonces la mente descalificada, al no recibir amor, deja de ser creativa, se vuelve rígida, defensiva porque está herida, y empieza a tomar una especie de soberbia o superioridad que utiliza para tapar la inferioridad que le transmitimos. La persona rígida, soberbia, en realidad está tapando una enorme autodesvalorización. Si aceptamos a la mente como es, si le permitimos opinar, pensar cosas nuevas, la mente empieza a crecer y a crear cada vez cosas mejores.
Respetar el principio de Ahimsa produce belleza, nos da una irradiación que armoniza nuestra aura, reforzando su consistencia y formando una barrera de psicoprotección que nos protege incluso de enfermedades graves, produce embellecimiento, e irradiamos una onda tan especial que los animales y los pájaros al no tener miedo, se nos acercan.
   1.2.- Satya: es no mentir (sat: verdad). Nos conduce a armonizarnos con la Ley de la Verdad. No nos referimos a la mentira estratégica a veces necesaria en la vida diaria, sino a ser auténticos y sinceros, incluso con nosotros mismos, sobre lo que verdaderamente somos. Aceptándonos comos somos tal vez encontremos más cualidades en nuestro interior que las que queremos aparentar. A veces esto es causado por el temor al rechazo de los demás, así vamos adoptando distintas máscaras.
Mentir para conseguir algo de otro es una estafa moral. Al mentir estamos reemplazando un valor real por uno ilusorio, así ponemos una pantalla que tapa la realidad, entonces en lugar de ir de una situación confusa a otra más clara, la mentira nos lleva a otra situación más confusa todavía.
En la medida en que mentimos o "nos mentimos", debemos mantener un cierto recuerdo o concentración para que no se descubra eso que queremos tapar. Esa mentira luego se va a asociar a otras que van a formar una especie de estructura que produce un conflicto interno, generando un gran gasto de energías para sostenerla y no contradecirnos. Esto debilita nuestra capacidad de observación, de penetrar más allá de la superficie de las cosas y de las apariencias, porque cuanto más energía ponemos en mantener las mentiras, menos nos queda para profundizar, quedamos cada vez más entrampados en lo ilusiorio, aumentando nuestra confusión interna.
Quien está en armonía con Satya vive en paz y despreocupadamente, e irradia un magnetismo que impone respeto. Al estar insertos en Maya (la mágica y divina ilusión) sabemos que el mundo que nos rodea es ilusorio, lo que no significa que no exista, sino que es cambiante y engañoso. Cuando Satya se practica bien, la mente se va ordenando, empieza a aumentar nuestra seguridad, lucidez y agudeza mental, desarrollando nuestra percepción intuitiva y permitiéndonos hacer el camino del Yoga, que es pasar de lo ilusorio a lo real, así se produce un verdadero desarrollo interior.
   1.3.- Asteya: significa no robar, y nos conduce a la armonía con la Ley del Trabajo. Fundamentalmente es no "robar-nos". Al robar estamos apoderándonos de algo de lo que no somos merecedores, y lo hacemos porque creemos que no podemos conseguir eso por nuestros propios méritos, nos hacemos trampa. Al conseguir las cosas por un camino inadecuado nos estamos autodesvalorizando, nos decimos que no somos capaces de conseguir algo, entonces debilitamos nuestra capacidad de lograr cosas en lugar de fortalecerla.
Transgrede Asteya el alumno que aprueba una materia sin estudiar y engañando al profesor, pensando que eso es viveza de su parte, cuando en realidad el robo es hacia sí mismo, ya que cuando tenga que emplear ese conocimiento, no lo tendrá. También quien se queja de su situación, de que las cosas le van mal, pero no hace los esfuerzos necesarios para mejorar, quien prefiere lo fácil y se siente siempre vacío y débil.
Lo que logramos por merecimiento propio le da valor a lo obtenido, pero lo robado no sólo lo desmerece sino que hace que se pueda perder fácilmente. El que está muy ansioso tratando de obtener algo en forma ilícita, bloquea la energía intuitiva que lo puede conectar con aquello valioso, pero si simplemente quiere aquello que se merece, trabajando y luchando por conseguirlo, tranquilo y seguro de su capacidad de lograr, irradia una energía que lo conecta con cosas o personas valiosas, va encontrando verdaderos "tesoros" en su vida.
Respetar el principio de Asteya da fuerza, porque al trabajar desarrollamos nuestras capacidades. Aplicar la Ley del Trabajo tiene que ver con el "sacrificio gozoso", con el esfuerzo que se hace con alegría de vivir, para crecer. Hacer un sacrificio (sacro oficio) no es hacer algo penoso, sino valerse de las fuerzas de lo Superior para que nos ayuden a lograr algo de la mejor forma posible, es ponernos en armonía con la Divinidad, es como "ponerlo de socio a Dios" en lo que hacemos. Cuanto más eficientemente trabajamos, más podemos avanzar hacia nuestras metas elevadas.
   1.4.- Brahmacharya: (acharya: el que cumple el camino del dharma) es el acharya al servicio de Brahma. Representa a aquella persona espiritualmente elevada que cumple el camino elevado al servicio de Brahma, de la Divinidad. Significa no desenfrenarse y nos conduce a la armonía con la Ley del Justo Equilibrio o del Camino Medio. Es un precepto de gran importancia porque cumplirlo nos equilibra y armoniza.
En el aspecto físico se transgrede Brahmacharya cometiendo excesos o desarreglos, que se suelen pagar caro. Escuchar al cuerpo, conectándose con él para saber qué necesita y hasta dónde lo necesita, es una forma de conseguir la armonía en el cuerpo. A veces por autoexigencia vamos pasando de un extremo a otro, y eso nos lleva a un desenfreno muy perjudicial.
En cuanto al aspecto mental se transgrede cuando la mente está desordenada, con muchos pensamientos a la vez. Brahmacharya significaría ordenar la mente para hacer una cosa por vez y pensando solamente en aquello que estamos haciendo en ese momento, disfrutando y poniendo toda nuestra energía en eso. Cuando terminamos esa tarea, pensamos en la que sigue, pero no mezclamos cosas, porque eso lleva al desorden mental. Una mente disciplinada se ordena y se vuelve lúcida.
En el aspecto emocional se transgrede con una mala distribución de los afectos, al poner mucho afecto en algo que no lo merece, dejando de lado cosas valiosas y pequeñas cosas que hemos olvidado justamente porque son pequeñas, lo que nos va llevando al desorden. Los sentimientos se ordenan dándole a cada cosa su justo valor y poniendo el afecto en algo valioso.
Si se desobedece Brahmacharya se transgreden los demás preceptos, ya que el desorden provoca desarmonía, que es contraria a los Yamas. Respetarlo es saber hasta dónde avanzar pero también dónde detenerse, hasta cuándo actuar y a partir de qué momento saber esperar, cuánto hablar y a partir de qué punto saber callar. La enseñanza fundamental que nos brinda Brahmacharya es focalizar y utilizar nuestras energías de acuerdo a la actividad a desarrollar. Actuar en forma moderada y adecuada en todas las cosas, nos conduce a la eficiencia, a la habilidad de acertar con el camino correcto.
   1.5.- Aparigraha: significa no posesividad, y nos conduce a la armonía con la Ley del Altruismo. A veces se piensa que ser altruista es entregar todo a los demás y quedarse sin nada, o dedicar la vida a otros olvidándose de sí mismo, esto es erróneo porque sabemos que no podemos ayudar a otros cuando no hemos hecho nada por nosotros mismos, no podemos dar aquello que no tenemos. Altruismo es saber compartir.
Transgredir Aparigraha es un recelo a compartir: siendo muy celoso del propio cuerpo y no permitiendo el contacto con los demás. También queriendo tener la exclusividad de conocimientos adquiridos, por ejemplo el profesor que no enseña del todo su profesión a sus alumnos por temor a que ellos aprendan bien y lo sobrepasen, sin darse cuenta de que quien más da más recibe. Otro caso sería el del temor de hacer alguna pregunta o de exponer las propias ideas y quedar en evidencia, o de querer saber más para lucirse. Hay personas que tienen un conocimiento importante, que puede ser muy válido, y se apegan a él creyendo que ese conocimiento es la verdad absoluta y última, pero de ser muy sabios pasan a ser ignorantes, porque no van a querer aprender más nada nuevo y no se van a actualizar. Transgrede Aparigraha la persona especuladora, que solamente da pensando en lo que va a recibir a cambio, perdiendo así la posibilidad de brindarse generosamente.
Estar en armonía con Aparigraha es darse cuenta de que uno disfruta y crece compartiendo lo que tiene y dando desinteresadamente, dentro de cierta medida. De esta manera, al considerar que nuestro éxito es ayudar al otro, y nuestro crecimiento es el crecimiento del otro, no tenemos que estar defendiéndonos ni ocultando nada, así la mente se relaja y permite que nuestra conciencia profundice en la mente interna, conectándonos con lo trascendente y obteniendo así sabiduría e inspiración.
2.- NIYAMAS : consisten en 5 preceptos que son potencialidades o capacidades ocultas que todos poseemos y que generalmente no usamos. Actúan como autodisciplinas que al aplicarlas producen activaciones de la mente interna que nos permiten acceder a leyes superiores. Al contrario de los Yamas, que son autorrestricciones, los Niyamas nos dicen qué es lo que sí debemos hacer para estar en armonía con principios universales.
   2.1.- Sauca : es la purificación, y nos conduce a la armonía con la Ley de la Salud. Al hablar de purificación nos referimos a eliminar de nuestros cuerpos físico, mental y emocional todos aquellos elementos y condiciones que nos impiden alcanzar ese estado de plenitud y autorrealización que llamamos "salud". Como en el caso de los vidrios de un auto: si están limpios se ve mejor el paisaje que nos rodea, así Sauca produce esa purificación que nos da una visión más clara de la realidad.
Con respecto al cuerpo físico, Sauca nos lleva a cuidarlo con una buena higiene, dándole alimentos sanos y bien balanceados, un buen descanso y ejercicios físicos y respiratorios adecuados. Un cuerpo físico sano se tonifica, refresca y rejuvenece, aumenta sus defensas y su fuerza vital. 
La purificación mental y emocional se logra excluyendo de la mente todos los pensamientos y emociones indeseables, reemplazándolos por otros de índole superior y más sutil, tratando de desear sin ansiedad, sin codicia y sin el temor de que lo que deseamos no se cumpla, seguros de nuestra capacidad de lograr. Esto genera una mente lúcida, serena y profunda, con pensamientos frescos y sanos, y nos permite ver la presencia del orden cósmico en todo lo que nos rodea.
   2.2.- Samtosa : es el contentamiento, que nos conduce a la armonía con la Ley de la Alegría Superior. Tiene que ver con estar contento sin tener un motivo específico, y disfrutar continuamente de ese estado. Es una característica clásica del practicante del Yoga o de cualquiera que está en el estudio de alguna rama metafísica, porque percibe que las cosas que va practicando no sólo le dan crecimiento y sabiduría, sino que van haciendo la vida más fascinante.
La alegría es un estado natural y normal del Ser. Cuando depende de nuestro interior, independientemente de lo externo, se manifiesta mediante una sonrisa que ilumina el rostro y que se irradia desde adentro, por los ojos. Es un estado de plenitud y beatitud que todos tenemos adentro, pero que generalmente está muy tapado por estar atados a las cosas y situaciones mundanas. Es estar contentos por descubrir nuestros valores internos y la naturaleza divina que hay dentro nuestro.
Al apartarnos de las leyes naturales generamos conflictos que producen suficiente interferencia como para olvidar o dejar de ver esta naturaleza divina. Cuando podemos liberarnos de estos conflictos externos y mundanos, al estar por encima de ellos desaparece el estado de tensión, y a pesar de lo que pase afuera logramos ese estado de alegría profunda y felicidad superlativa que nos permite descubrir la belleza oculta en todas las cosas.
   2.3.- Tapas : es la austeridad que nos conduce a armonizarnos con la Ley del Sacrificio Gozoso. La palabra "sacrificio" (sacro oficio) no significa hacer algo muy sufrido, sino hacer algo sagrado. Tapas es un sacrificio con alegría, nos esforzamos pero sabemos que ese esfuerzo nos va a permitir lograr algo, de esa manera lo disfrutamos porque sabemos que nos va a permitir crecer. Es "quemar la escoria para que aparezca el oro".
Es el mínimo esfuerzo con la máxima eficiencia, o sea la capacidad de simplificar las cosas con más logros. Es saber cuándo y dónde actuar, y de qué manera adecuada hacerlo para conseguir el éxito.
Al practicar Tapas conseguimos una mente lúcida y con suficiente poder como para manejar al cuerpo y a las emociones, descubriendo y desarrollando todos aquellos recursos y posibilidades que no solemos utilizar. Obtenemos un cuerpo hábil, purificado y sensible, con sus canales de percepción bien agudizados y subordinado a la mente. Desarrollamos emociones profundas, donde mente y emociones se enriquecen mutuamente. Es casi el alineamiento entre cuerpo, mente y emociones para que todo actúe en forma adecuada. 
   2.4.- Svadhyaya : es el autoconocimiento, y nos armoniza con la Ley del Conocimiento Profundo. Es saber quiénes somos, qué necesitamos, cómo conseguirlo y luego cómo disfrutarlo. Conocernos es conocer el mundo que nos rodea, y conocer el mundo nos lleva a conocernos a nosotros mismos. Si no tenemos autoconocimiento, si no sabemos acerca de nosotros mismos, todo lo demás que sabemos no nos sirve de nada y no podemos vivir bien.
Con respecto al cuerpo físico, Svadhyaya se da conociendo la anatomía vivencial, es decir aprendiendo a escucharlo, a sentirlo, entendiendo por qué quiere o rechaza algo. De esa manera lo convertimos en un instrumento altamente sensible.
Conocer la mente es explorarla para descubrir recursos ocultos y facultades que posee y que podemos llegar a desarrollar para que se vaya ampliando y expandiendo. De la misma manera, en el aspecto emocional  nos da un conocimiento insospechado de nuestro esquema afectivo, permitiéndonos una comunicación más profunda con el otro, de parte interna a parte interna.
Svadhyaya nos da una gran sabiduría, llevándonos al conocimiento trascendente de todas las cosas y a la relación de ese conocimiento con nuestra propia esencia, comprendiendo la relación entre el hombre y el Cosmos.
   2.5.- Isvara-Pranidhana : es la devoción a un ideal superior, y nos conduce a estar en armonía con la Ley del Servicio al Plan Cósmico o a lo Superior. El Universo no va al azar, existe un plan cósmico por medio del cual va evolucionando hacia una meta, conducido por una Sabiduría Superior. Dentro de ese plan todos tenemos nuestra misión cósmica, que no anula nuestro libre albedrío, sino que tiene que ver con nuestra vocación, con aquello que al hacerlo nos da alegría de vivir, disfrutamos y aprendemos. Es nuestra mejor manera de colaborar con el plan cósmico.
En el cuerpo físico significa conectarlo con las vibraciones de lo Superior, que lo van refrescando, rejuveneciendo y despejando. En el plano mental, encontrar el ideal superior es descubrir esas cosas importantes que le dan sentido a nuestra vida y que la vuelven fascinante. Y desde las emociones es sentir el amor de Dios o de lo Superior, percibir la belleza de todo lo que nos rodea, y cómo lo Trascendente se manifiesta a través de ello. Significa irradiar amor universal y también amor individual. Darnos cuenta de que al establecer un canal de afecto hacia lo Superior, por resonancia o armonía vibratoria baja otro canal de afecto que nos da seguridad y alegría de vivir.
Para tener éxito en una empresa no hay mejor cosa que "ponerlo de Socio a Dios", sabiendo encontrar Su Presencia más allá del intelecto y produciendo ese detonante de "ayúdate a ti mismo que Dios te ayudará".
3.- ASANA : son posturas que influyen sobre el sistema endócrino y las corrientes pránicas. Tienden a producir cambios notorios en el cuerpo, y si se practican correctamente durante un tiempo prolongado favorecen notablemente la salud, haciendo al cuerpo resistente a la fatiga y a la tensión, y desarrollando el poder de nuestra voluntad. Un cuerpo saludable y flexible permite una mejor fluencia de las corrientes energéticas, lo que facilita la expansión de la conciencia.
Requisitos esenciales de la práctica de un Asana son la firmeza y comodidad al permanecer en ella, reducir gradualmente el esfuerzo y mantener la atención focalizada en la postura evitando toda distracción.
4.- PRANAYAMA : (de Prana: energía - Ayama: dirigir, regular) es el control o el dominio de las energías a través de la mente. Generalmente se realiza mediante la práctica de ejercicios respiratorios que regulan la circulación del Prana por los canales (nadis) que lo van distribuyendo por todo el cuerpo energético (doble etérico).
5.- PRATYAHARA : es la abstracción y el control de los sentidos físicos. Es retraer la mente para interponer una persiana entre ella y los órganos sensorios, de modo que quede completamente aislada del mundo exterior.
Cualquier persona que esté absorta en alguna actividad puede desconectarse por completo del mundo externo, pero esta desconexión es involuntaria, mientras la mente sigue concentrada en alguna cosa del mundo externo. En Pratyahara la abstracción es involuntaria y la mente no está atraída por ningún objeto exterior. Su campo de actividad está íntegramente dentro de ella misma, y al mundo externo lo mantiene fuera por pura fuerza de voluntad. De esta manera nos convertimos en dueños de nuestros sentidos físicos, pudiendo "apagarlos y encenderlos" a voluntad.
6.- DHARANA : significa concentración. Equivale a una forma de meditación parcial e intermitente. Si se está meditando en un objeto, Dharana es cuando hay una conexión con una parte de ese objeto, luego con otra parte distinta, no logrando ver el objeto en su totalidad.
7.- DHYANA : es la meditación profunda. El que observa, o sea el meditador, y el observado, o sea el objeto sobre el cual se medita, se fusionan y se hacen uno. Allí el objeto se ve completo. Por ejemplo: si estamos observando un cubo, no podemos ver las seis caras a la vez, pero si estamos en Dhyana vemos simultáneamente las seis caras, es como una visión holográfica.
Se llega a este estado cuando se logra mantener la mente concentrada todo el tiempo que se quiera. La diferencia entre Dharana y Dhyana es que en el primero todavía pueden aparecer distracciones ocasionales en la mente. 

 CUSI HUASI

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